LAS MINAS DE PLATA DE GUADALCANAL - 84

Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I

(Se mantiene la ortografía de la época)

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La siguiente carta de Zárate, manifiesta el verdadero estado de las minas en principios del mes de agosto, y de ella se deduce que no estaban muy acordes don Francisco de Mendoza y él sobre algunas disposiciones y providencias, en especial sobre fundir alguna clase de metal sin lavarlo.

Tambien se viene en conocimiento de que algunas personas mal avenidas con Zárate, quisieron injuriarle en la corte y desacreditar sus operaciones.

Es importante leer á la letra su carta, para formar idea verdadera de todo.

Se nota en ella que insiste en que se le dé licencia para retirarse á causa de sus achaques, y acaso le movia á ello principalmente el que se hubiera enviado allí persona con autoridad sobre él, habiéndose desvelado y logrado tanto fruto de aquella hacienda.

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Carta de Agustin de Zárate, dando cuenta del estado de las minas.

Secretaría de Estado. Correspondencia de Castilla, núm 120

9 de agosto de 1556.

S.C.R.M.- Este correo me trajo un despacho de V.M. de veinte y nueve del pasado, y en él mandato para que paguen diez y ocho cuentos y quninientos mil maravedis para el socorro de Oran, y que estos se prefieran á todas las libranzas hasta aquí hechas, señaladamente á la de Martin Espíndola, y la del Príncipe Doria, y porque conforme á la traza del tiempo en se habia enviado la plata, ma parescia que desde en dos ó tres dias sería pagado Martin Espindola de los treinta mil ducados, ma paresció no se podria cumplir lo que V.M. mandaba, sino haciendo pasar á Sevilla el correo con órden para que se entretuviese la paga, y se cumpliese del dinero que para ella se estaba labrando las libranzas de Oran que V.M. manda que se prefieran, y ansi se hizo, y llegó á muy buen tiempo, porque no se habia pagado nada, caso que estaba labrado, y ansi está aparejada la moneda para cuando vayan las partes á cobrarlos, en lo cual no se deternan mucho. Los diez y seis mil ducados para el pan de Oran están ya pagados; para cumplir estas dos partidas en veinte y tres de julio, envié á Sevilla cantidad de treinta y nueve mil ducados en plata que era toda la que habia hasta á aquel dia. Y por lo que me escribieron de Sevilla, luego en rescibiéndola, parace que para poder cumplir aquellas dos partidas de cuarenta y seis mil ducados, eran necesarios otros mil marcos de plata. A la mesma hora, que fue en veinte y nueve de julio, envié toda la plata que en aquel tiempo se habia sacado, que fue en valor de once mil ducados, con que se cumplió la suma de cincuenta mil ducados; destos y de lo pasado se han gastado desde veinte y tres de junio acá ciento y cincuenta mil reales poco mas ó menos, lo principal en los gastos de las minas y edificios, y alguna parte en pagar las fábrica de Cazalla y Mérdia, y las provisiones dellas, porque lo uno y lo otro me manda hacar don Francisco de Mendoza.