miércoles, 29 de septiembre de 2010

CERVANTES EN GUADALCANAL - 39


En 1597 comenzó a escribir el Quijote. Por cierto me comentó que algunas cosas de las que hablaron en su recordada visita a Guadalcanal, las verán reflejadas en sus capítulos. (74) El año de la muerte de Felipe II, en el noventa y ocho, de nuevo regresa a Sevilla, donde permanecía cuando la gran epidemia que hubo en esa capital en el 1600, con la que en dos meses murieron más de ocho mil personas. (75) En el mes de diciembre murió su hermano Rodrigo, al que tanto quería. Mi hermano ingresó ese mismo año en el noviciado de la orden franciscana y en el siguiente fue ordenado en Toledo y pasó a ocupar la capellanía de Esquivias, aunque Miguel no pudo asistir (76).

En 1604 Miguel envió el manuscrito de El Quijote a Francisco de Robles (hijo del mismo que publicó La Galatea). Se fue a vivir a Valladolid donde estaba la Corte, a una casa que tenían sus hermanas Magdalena y Andrea (77)
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74) Varias referencias han podido leerlas anteriormente. (Nota del editor)
(75) No sabemos si posiblemente no se enteró pero el 12 mayo, la antigua amante de Cervantes Ana de Villafranca muere en Madrid, dejando a su hija Isabel. Cervantes le ayuda entrándola de aprendiza con su hermana Magdalena el 11 de agosto del mismo año. (Nota del editor)
(76) Cervantes no asistió ya que posiblemente estaba en la cárcel. Se piensa que pudo empezar a escribir el Quijote en la cárcel de Sevilla. En esta fecha Lope de Vega vive en Sevilla con su amante Micaela de Luján. (Nota del editor)
(77) Aquí a doña Catalina se le olvida que también estaban en Valladolid, su sobrina Constanza de Ovando e Isabel de Saavedra, la hija natural de Cervantes, de 20 años. Todas se dedicaban a la costura. (Nota del editor)

lunes, 27 de septiembre de 2010

CERVANTES EN GUADALCANAL - 38


El siguiente año de 1593 el 18 agosto estuvo en Badajoz. Siguió viviendo en Sevilla por motivo de su trabajo. Este año muere su madre a los 73 años, y ese mismo invierno muere su tío Andrés en Cabra. El 14 de junio de 1594 después de presentar un pliego de relación de cuentas, se consumó la pérdida de su trabajo y se volvió para Madrid. Consigue nuevo empleo de Oficial de Tribunal de Cuentas para la zona de Granada el 23 de Agosto. Este mismo año viene a Madrid, pero antes entrega el dinero al comerciante Simón Freire, que según me contó era pariente de unos curas de Guadalcanal, éste le firmó una orden de pago para cobrar en Madrid. Pero cuál no fue su sorpresa, que al llegar aquí, a este Simón Freire no lo conocía nadie y no pudo cobrar las órdenes de pago (72) que le había entregado (73). Al año siguiente, el siete de mayo obtuvo el primer premio de unas justas poéticas para celebrar la canonización de San Jacinto. El 18 de mayo estuvimos en Toledo en la ordenación de mi hermano Francisco.
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(72) Ver comentarios sobre este tema en el punto 9 (Nota del editor)
(73) En este mismo año Constanza de Figueroa, sobrina de Cervantes hija de Andrea (25 años) estaba envuelta en un proceso de rotura matrimonial con su marido Pedro de Lanuza y Perellós, detalle que pasa por alto en su carta. (Nota del editor)

sábado, 25 de septiembre de 2010

CERVANTES EN GUADALCANAL - 37


Carta de Dª. Catalina de Salazar

Madrid a 22 de mayo de 1.616
Muy magnífico señor don Jerónimo. Aunque no he tenido oportunidad de conocerle personalmente, mi esposo me habló muchas veces de vuestra merced, de don Francisco Muñoz y de don Diego Funes y de la gran acogida que le prestaron cuando visitó Guadalcanal en el Año del Señor de mi quinientos noventa y dos.
Según me comentó se había comprometido (70) a mantenerles informados de las vicisitudes que le ocurrieran, pero precisamente por el gran trajín que mantuvo toda su vida, le fue imposible hacerlo. Pocos días antes de morir me hizo prometerle que les escribiría, para narrarle lo ocurrido desde su estancia en esa villa.
Después de su vuelta de Guadalcanal, ese mismo año recorrió la mayor parte de las provincias de Sevilla, Córdoba y Jaén. A finales de mayo, por fin, cobró los salarios atrasados en Sevilla. El cinco de septiembre firmó un contrato con Rodrigo Osorio, comprometiéndose a escribir seis piezas dramáticas (por 50 ducados cada una).(71)

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(70) Posiblemente, en los pliegos perdidos apareciera el compromiso de Cervantes de escribirles contándoles sus peripecias o también es posible que no oyera esta parte de la conversación el autor de los transcrito. (Nota del editor)
(71) Se olvida en la carta de informarles que Cervantes fue detenido en Castro del Rey y fue juzgado el 19 de septiembre, por haber vendido trigo sin autorización. Le sentenciaron a devolver el trigo o dinero y al pago de las costas. Fue a parar a la cárcel. El 28 de septiembre pudo cobrar y pagar sus deudas. (Nota del editor)

viernes, 24 de septiembre de 2010

GUADALCANAL, PUEBLO VIVO - 8

En este capítulo 8 de Guadalcanal, Pueblo Vivo, realizaremos una visita a la Feria de Guadalcanal, a la procesión de nuestra Patrona la Virgen de Guaditoca, a la Feria y al Convento del Espíritu Santo.

Agradecemos a Guadalkanal Media, el trabajo que están realizando para hacerles llegar estas imágenes.



jueves, 23 de septiembre de 2010

CERVANTES EN GUADALCANAL - 36


Epílogo

Ha resultado infructuosa nuestra búsqueda de los pliegos que faltan, que nuestro anónimo narrador pudo escribir, bien aquella noche, que llevaba visos de ser larga o el día siguiente.

¿Llegó Cervantes a hablar con los hermanos Freire? ¿Visitó el Convento de San Francisco? ¿Habló con más personas de Guadalcanal?

Aunque no podemos contar lo que pudo suceder en ese siguiente día, sí hemos tenido la suerte de encontrar entre los papeles de Jerónimo Ortega Valencia, una carta que la esposa de don Miguel de Cervantes Saavedra, le envió al poco de morir éste. Esperamos con ello, completar hasta donde se pueda esta historia y poder saciar la curiosidad de nuestro paciente lector.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

CERVANTES EN GUADALCANAL - 35

Triunfe el pirata, pues, agora y haga
júbilos y fiestas…
Pues no los vuelve la contraria diestra
vuélveles la borrasca incontrastable
del viento, mar y el cielo que consiente.


—¡Mesonero! Más vino, que tenemos las gargantas secas —gritó Cervantes.


—Después de las peripecias de Carmona volví a Sevilla y me fui a vivir a una casa propiedad de Jerónima de Alarcón (67) y allí sigo. El marzo de este año intenté cobrar el dinero que me debía la Corona. Me dirigí a Juan de Tamayo, amigo de Agustín de Cetina, pero aún estoy esperando. Al final de abril estuve en Jaén y Baeza y también en Úbeda, donde San Juan de la Cruz se había retirado. En esta ciudad me encontré con Diego de Benavides, un amigo de la época de mi liberación de Argel.

—Olvidemos por un momento las cosas tristes —dijo Francisco Muñoz— les voy a contar lo que le ocurrió a un amigo que se casó hace un mes. Yo no pude estar en la boda, ya que coincidió con un viaje que hice con mis tías a Madrid, pero al volver me pusieron al corriente. Resulta que una vez que acabó la fiesta y los novios se retiraron, los amigos se apostaron en el piso superior de la vivienda y cuando estaban en lo más íntimo, les descolgaron cuatro gatos que introdujeron por la chimenea. Inmediatamente se pusieron a sonar medio centenar de cencerros, lo que hizo asustar a los mininos que comenzaron al saltar para todos los lados. Creo que les sorprendió el día retirando gatos de la habitación. (68)


—Vaya conocidos más chocarreros que tenéis amigo Francisco —continuó hablando Cervantes. Dentro de unos días quiero ir a visitar a un príncipe que es poeta que se llama Mu... (69)
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(66) Personas que tienen tratos con excomulgados. (Nota del Editor)
(67) Se especuló que mantuvo una relación amorosa con esta mujer. (Nota del editor)

(68) En el capítulo XLVI de la segunda parte de El Quijote Cervantes se hace eco de esta historia. (Nota del editor)
(69) Hasta aquí llega el pliego, ignoramos sus andanzas el día siguiente y como terminarían el día. Posiblemente la persona que dice va a visitar próximamente sea Muley Xeque. (Nota del editor)

domingo, 19 de septiembre de 2010

CERVANTES EN GUADALCANAL - 34


Lo he leído, —dijo Diego de Funes— creo que algunos estudiosos ven en esta obra la presencia de Diego Hurtado de Mendoza, poeta y político muerto en 1575.

—No le digo ni que sí, ni que no, que sigan perseverando los estudiosos —respondió Cervantes.

—¿Ha llegado a escribir la obra de teatro “La comedia de la confusión”, a lo que se comprometió en 1585? —dijo Jerónimo Ortega.

—El título ya nos da una idea de lo difícil que es escribir una obra, además, estando el insigne don Félix Lope de Vega y Carpio en escena, no hay quien tenga ganas de escribir teatro.

—Lope de Vega..., sabes amigo Cervantes —continuó Jerónimo Ortega— que también ha estado aquí y que ha dejado constancia en uno de sus libros, dice algo así como: “Es Guadalcanal su nombre; su población, la primera de la Extremadura, yendo de la Andalucía a ella”.

—Muy propio de Lope. Dejemos a Lope con su teatro y sus frases, que yo seguiré con mis libros.
Se me olvidaba comentar que en el año 1585 me publicaron la primera parte de La Galatea.

—Don Miguel —volvió a preguntar Francisco Muñoz— ¿se puede vivir de la literatura en España?

—Joven amigo barbilucio —respondió Cervantes— que chocarrero eres, envidio tu juventud y candidez. Desde 1587 vivo gracias a que fui nombrado Comisario de Cereales y Aceites. Me enviaron a Sevilla y allí vivo alojado en una posada de mi amigo Tomás Gutiérrez, director de una compañía teatral. Visité en varias ocasiones Écija, creo que el 20 de septiembre fue la primera visita, ciudad donde fui excomulgado por dos veces, así que tened cuidado porque os pueden llamar participantes (66). Pero como las desgracias no vienen solas, este mismo año murió mi padre. También ejecutaron a María Estuardo. Para mí el ochenta y ocho fue un año aciago, el uno de mayo muere mi suegra Catalina de Palacios, ejecutaron al Justicia de Aragón Juan de Lanuza y para colmo, el fracaso de la Armada Invencible. Escribí dos poemas en memoria de esta desgraciada Armada, uno de ellos empieza así:

viernes, 17 de septiembre de 2010

BUENOS Y MALOS COMENTARIOS


Agradezco a Pura Gómez sus comentarios al artículo sobre Edificios Maltratados 1, con la que estoy de acuerdo al cien por cien.
Hay un párrafo que copio literalmente que dice:
“…Creo que, pasada la feria, podemos asegurar que ya estamos en periodo electoral. Pero, en mi caso, llevo varios años predicando que es necesario para la convivencia que los ciudadanos de a pie defendamos el derecho y la necesidad de no mezclar todo con la política…”. Lástima que no todos en Guadalcanal piensen igual y estén todos los días intentando meter la política por medio.

Esto viene al caso, por los rumores que algunas personas están intentando propagar, por las incidencias en las obras, primero de la iglesia de Santa María y ahora por la de la ermita de Guaditoca.

Quiero dejar bien claro, que de todo lo que se publica o pueda hacer la Asociación Cultural Benalixa, soy responsable yo, como presidente de la misma.

Alguien está muy interesado en involucrar a los concejales del PSOE en este tema de las obras y tanto es así, que niego rotundamente que ningún miembro del citado partido político, nos haya animado con este tema, es más, no estaban de acuerdo con el mismo cuando tuvieron noticias de él. Lo mismo ocurre con los concejales del PA.
También quieren involucrar a una serie de amigos personales, por el sólo hecho de haberse tomado unas copas conmigo durante el verano.

Por nuestra parte, como dice el lema de nuestra asociación “…Somos una Asociación sin ánimo de lucro, interesada en conservar el legado histórico y cultural de Guadalcanal…” y así vamos a seguir, aunque recibamos presiones –como estamos recibiendo- ya que tenemos la obligación de conservar el legado que nos dejaron nuestros mayores, para el disfrute de las generaciones presentes y futuras.

CERVANTES EN GUADALCANAL - 33


—¿Sigue al corriente de las publicaciones de los últimos años? —preguntó Francisco Muñoz, cambiando ahora el rumbo del relato de D. Miguel.

—Bueno me supongo que algo se me escapará —respondió Cervantes. En los últimos años se ha publicado bastante. En 1583 Fray Luis de León publicó “La perfecta casada”, ese mismo año Fray Luis de Granada, editó “Introducción al símbolo de la fe”, en 1585, se publicó póstumamente “Camino de perfección” de Teresa de Jesús. Fray Luis de León hizo lo propio con “De los nombres de Cristo”… voy a tener que meterme en un convento, si quiero publicar algo. Por cierto, amigo Francisco, ¿no me preguntas por mi vida matrimoñesca?

Francisco Muñoz, posiblemente debido al reflejo del sol al atardecer, se puso rojo. Sin embargo, le respondió a Cervantes:

—No sabía que se había casado.

—Pues sí, el doce de diciembre hará ocho años que perdí mi soltería. Me casé con Catalina de Salazar y Palacios, le llevo algunos años, ahora tiene veintiséis. En ese año, no sólo me casé, el uno de febrero pasó la censura mi libro “La Galatea”, que consta de cinco mil versos. Vendí los derechos de autor al editor Blas de Robles por 1336 reales.

jueves, 16 de septiembre de 2010

CERVANTES EN GUADALCANAL - 32


Muy curioso —asintió Cervantes— nunca había oído hablar de una obra benéfica como ésta.

En esos momentos, por la puerta de el Mesón de El Toro entró un hombre calvatrueno (63), seguido de un perro. Se acercó a la mesa solicitando una merced. Todos se echaron mano de la esquero (64) y le ofrecieron diversas monedas, ardites, blanca, maravedises.

El mendigo les dio las gracias y se marchó en dirección a la mesa de los poetas. El perro se quedó parado moviendo su rabo, esperando quizás también algo para él. Desde la puerta, el mendicante le llamó.

—Castelo, ¡vamos!

Tras esta breve interrupción que sirvió a su vez de excusa para retomar la vasija del vino, prosiguió Cervantes con el relato de su vida:

—Triste año también el de 1582 (65), ya que murió Teresa de Jesús. Cuando falleció Francisco de Toledo, virrey de Perú, intenté como os dije, conseguir un puesto en las Indias pero no hubo forma de conseguirlo. No es que quisiera conseguir el de virrey, pero pienso que alguno podía merecer; acabo de solicitar de nuevo, en el mes de marzo de este año, cuatro puestos que están vacantes: Contador del Reino en Nueva Granada, gobernador de la provincia de Soconusco en Guatemala, magistrado en la Paz y Tesorero de Galeras en Cartagena, pero aún no me han contestado nada.

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(63) Hombre completamente cano. (Nota del Editor)

(64) Bolsa para el dinero. (Nota del editor)

(65) Este año entró en vigor el calendario Gregoriano. (Nota del Editor)

martes, 14 de septiembre de 2010

GUADALCANAL, PUEBLO VIVO - 7

Reanudamos las entregas de imágenes de Guadalcanal de mediados de los ochenta del siglo pasado, que con la colaboración de Guadalkanal Media, les venimos ofreciendo.

En esta entrega vamos a poder ver la procesión del Jesús Resucitado y una visita a la iglesia de Santa María de la Asunción. Asistiremos a un partido de fútbol del Guadalcanal y por último a la procesión del Corpus.



lunes, 13 de septiembre de 2010

CERVANTES EN GUADALCANAL - 31


Pliego siete

La mesonera se acercó de nuevo a traer el vino que habían pedido. No sólo el Flor de la Sierra habían catado. Se atrevieron con el cazalla seco, e incluso el dueño de la casa les habia ofrecido un orujo de León, que le había traído un fraile procedente del Convento de San Marcos, pócima a la que tampoco hicieron ascos.

Lo avanzado de la tarde, el equilibrio entre luces y sombras que alcanzaba al ahora tranquilo mesón, y los efectos de la traga continuada de licores y vinos de la tierra, imprimieron a la conversación un ritmo mas apaciguado y solemne, donde el tono de las palabras más parecía de confesión que de coloquio.

—Lo que no cabe duda —intervino de nuevo Jerónimo Ortega reconduciendo el tema— es que Guadalcanal, se ha beneficiado de la suerte o del trabajo de algunos de estos emigrantes. Para que se haga una idea —dijo mirando a Cervantes— sólo seis de esas personas han enviado en los últimos años, treinta y cinco millones de maravedises, veinte de Perú y el resto de Nueva España.

—¡Es impresionante! —exclamó Cervantes con los ojos brillantes, no sabemos si por causa de las riquezas anunciadas o del alcohol trasegado— tengo que intentar de nuevo conseguir un puesto en América.

—Esto está permitiendo —hablaba ahora Diego Funes— la aparición de instituciones benéficas, como por ejemplo el hospicio que se está haciendo en la calle Tres Cruces. (62) O esa curiosa obra benéfica que ha fundado Diego Ramos, natural de esta villa y vecino de México, que el 27 de enero de 1566 donó 1.696.702 maravedises. El objeto era ayudar al casamiento de doncellas sin medios y a sustentar a viudas de Guadalcanal.
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(62) Efectivamente en ese momento se estaba construyendo el hospicio, pero por problemas surgidos, no se pudo poner en funcionamiento hasta el año 1603, como enfermería y refugio de transeúntes. (Nota del Editor)

sábado, 11 de septiembre de 2010

CERVANTES EN GUADALCANAL - 30


Amigo Francisco, me deja Usted muy sorprendido —dijo Cervantes—, aunque no me extraña que con estos hechos se incremente el fervor religioso de las gentes y suceda lo que estoy viendo en Andalucía en los últimos años, la aparición de nuevas Cofradías de Semana Santa con sus nizaranis (59).

—Aquí en Guadalcanal —intervino Diego Funes— actualmente tenemos tres cofradías: la de la Veracruz, fundada recientemente, que está en la iglesia del Hospital de los Milagros; la de Nuestro Padre Jesús Nazareno, en la iglesia de San Sebastián, fundada en el 1504, y por último, la de la Soledad y Santo Entierro, que fundaron en 1508 y cuyas imágenes podrá ver en su Convento si finalmente mañana acudís como deseáis a visitar a los franciscanos. (60)

—Francisco —solicitó con interés Jerónimo Ortega— contadle a don Miguel, la historia del Cristo crucificado.

—Pues verá Vuesa Merced, mi abuelo Diego se marchó a las Indias en 1527. Mi padre que estaba con él, en uno de los viajes que hizo, trajo un regalo para mis tías que le había hecho su padre. Este regalo era un Cristo crucificado de tamaño natural. La imagen estuvo unos días en casa de mis tías, hasta que éstas hablaron con el párroco de Santa María, ya que ellas querían que se pusiera en el altar mayor en el lado del Evangelio y además pretendían que se sacara en procesión el Jueves Santo, por todos los familiares que estuviéramos residiendo en Guadalcanal. Cuando a el Cristo lo expusieron en la iglesia, las personas que lo vieron observaron que en la espalda había como un compartimiento cuadrado pegado y retocado. Eso fue motivo de levantar caramillos en el viento (61), diciendo que por ahí habíamos sacado el oro que la imagen traía. Nuestro temor era que le pudieran llamar el Cristo del Oro, pero no fue así porque al final le llamaron el Cristo de las Aguas.

—Amigo Francisco —preguntó sonriendo Cervantes— ¿qué hay de verdad de esa leyenda?

—Yo aún no había nacido cuando sucedió esto. Nunca llegué a ver el famoso oro, y mis tías nunca me contaron nada que pudiera aclararnos la veracidad de esta historia.
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(59) Nazarenos (Nota del Editor)

(60) Actualmente, tanto las imágenes de estas cofradías, como las surgidas posteriormente: Cristo de las Aguas y Cristo de la Humildad, se encuentran en la iglesia parroquial de Santa María de la Asunción de Guadalcanal. (Nota del Editor)

(62) Chismorrear, levantar habadurías. (Nota del Editor)

jueves, 9 de septiembre de 2010

CERVANTES EN GUADALCANAL 29


El caso es que María Ramos, que así se llama pues aún vive, se fue a las Indias en busca de su marido Alonso Hernández, del que hacía un tiempo no tenía noticias. Después de buscarlo por todas partes, al final lo encontró viviendo con otra mujer, por lo que tuvo que buscar cobijo con unos amigos. María que es de una elevada virtud y piedad y además muy devota de la Santísima Virgen, cuando llegó el domingo, pidió a sus amigos un lugar y una imagen para rezar el rosario, cosas ambas, de las que en su extensa casa sus amigos carecían. Sin embargo le dijeron, que por alguna parte, debía de haber un cuadro que hacía muchos años les habían pintado de la Virgen del Rosario. María Ramos revolvió Roma con Santiago y al final, en un armario, encontró un envoltorio, donde muy difuminadas, se podían ver algunas manchas y sombras de lo que en su día pudo ser la imagen de la Virgen. Estiró la desmejorada tela con un bastidor de caña y colocó el cuadro en la habitación de paja que le habían dejado. Allí reunía desde entonces a la familia todos los días para rezar el rosario.
Sucedió que el día de San Esteban de 1586, cuando marchaba a visitar a una pobre vieja, un niño indígena les gritó: ¡Miren!; ¡Miren!. Y al volver la vista vieron que todo el cuadro estaba arrojando rayos de luz. Cuando entraron en la casa, quedaron sorprendidas al ver que habían aparecido con todo su colorido, las tres imágenes que existían originariamente en el cuadro. (58)
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(58) Efectivamente, este hecho sucedió en Chiquinquirá en el nuevo Reino de Granada en la Pascua de Navidad, el día de San Esteban (26 de diciembre) del 1586. En 1588 se formó un Tribunal Eclesiástico que examinó el Milagro. Curiosamente el poeta y sacerdote natural de Alanís, Juan de Castellanos, formó parte de este Tribunal. En 1623 María Ramos tomó el hábito de las Dominicas Terciarias, muriendo pocos años después. (Nota del Editor)

martes, 7 de septiembre de 2010

CERVANTES EN GUADALCANAL - 28


En el Mesón de El Toro sigue el animado parlamento.

—Don Miguel, es la hora de las Ánimas —advirtió Francisco Muñoz— si queréis ver al señor Freire, ahora tendréis la ocasión de encontrarlo en la iglesia de Santa María.

La respuesta de Cervantes sorprendió a sus compañeros.

—Saben, ahora lo que me apetece, es saborear de nuevo ese magnifico vino de Guadalcanal y seguir charlando con ustedes. Por cierto, joven Francisco, en Italia no tuve ningún hijo, pero en 1585 si nació mi hija Isabel (56).

Tras el sonido de las campanas de la iglesia, otro ruido menos afinado irrumpió desde la calle en el solitario salón que a estas horas ya solo ocupaban nuestros amigos, los poetas y una somnolienta mesonera. Un hermoso ejemplar de carnero con un inmenso cencerro abría la marcha de un rebaño de ovejas. Un gran perro acompañaba al pastor.

Francisco Muñoz, dirigiéndose a todos les dijo.

—Ahora que veo las ovejas, me ha venido a la memoria lo que me ocurrió el invierno pasado. Me había levantado pronto porque tenía que ir a visitar a un familiar a Fuente del Arco. Aún no era de día cuando atravesé el puerto de Llerena. A poco de pasar el cruce del camino que se dirige a la ermita de Nuestra Patrona, vi acercarse, lo que parecía un ejército con mil ojos reluciendo en la noche. Estaba a punto de dar la vuelta y salir corriendo, cuando me percaté de que era un rebaño de ovejas que se había escapado del redil y del que en la negrura de la noche sólo se veían sus ojos (57)

Tras las sonoras risas de los presentes, continuó Cervantes preguntando.

—Me decían Ustedes antes que han marchado muchos vecinos a las Indias y si eso es así me pregunto: ¿qué hacen ustedes aquí?

—Yo ya estuve allí —le respondió Jerónimo Ortega— en el año 1570 y también dos años después, y pienso volver junto a mi padre. Francisco y Diego se lo están pensando.

—La emigración ha disminuido mucho en los últimos años, —continuó Jerónimo Ortega— cambiando además el destino, últimamente está creciendo el número de personas que eligen Perú, la mitad de los que marchan van allí y el resto se reparten entre Nueva España y Tierra Firme.

—No sabía yo —dijo Cervantes— que Perú estuviera cogiendo ese auge, habrá algo allí que atrae a las personas.

—Muchas veces —añadió Diego— el destino se elige en razón de que allí esté ya algún familiar o amigo.

—Francisco Muñoz dirigiéndose a Cervantes le preguntó: ¿no le han contado lo que le sucedió a una paisana nuestra, que se marchó a las Indias.

—Sorpréndame, amigo Francisco.

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(56) Efectivamente en las relaciones que tuvo con Ana de Villafranca, más conocida como Ana de Rojas, casada con Alonso Rodríguez, nació una niña a la que pusieron el nombre de Isabel. (Nota del Editor)

(57) En el capítulo XVIII de la primera parte de El Quijote, cuenta Cervantes un episodio parecido. (Nota del editor)

domingo, 5 de septiembre de 2010

CERVANTES EN GUADALCANAL - 27


El martes de carnaval de 1476 se enfrentaron el Comendador de la Orden de Santiago don Alonso de Cárdenas, para quien fue la victoria y el general de los vencidos fue don Enrique de Guzmán, duque de Medina Sidonia y conde de Niebla, el hombre más poderoso de Andalucía en aquella época.

—Aunque realmente los habitantes de la villa fueron neutrales en la contienda y se limitaron a ayudar a unos u otros —aclaró Francisco Muñoz. (53)

En la plaza, frente al Palacio del Comendador en obras, el arrullo del agua que manaba del venero horadado en el suelo, se vio de pronto interrumpido por el toque de Ánimas. La campana de La Orden (54), avisaba a todos de lo avanzado de la tarde.

En la ovalada explanada de tierra, circundada por cantos rodados de distintas medidas, se ve cruzar a dos ancianos que discuten mientras caminan hacia la iglesia de Santa María. Con su encorvada espalda por los años, el más alto de ellos se adelantó a su compañero, que apoyado en su bastón le seguía, sin que su ligera cojera fuera impedimento para su persecución. El propósito que llevan es hablar con el párroco para fundar una nueva cofradía, para la que van a solicitar la imagen del Cristo de las Aguas que existe en la parroquia. (55)

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(53) En la noche del martes de carnaval de 1476, sucedió este hecho que han comentado, que creemos interesante de ampliar. No se conoce la cifra de las bajas, pero sí quienes combatieron y el botín que quedó en manos de los vencedores: casi 200 caballos, más de 300 acémilas, 700 libras de plata y algunos collares de oro.
La victoria fue para don Alonso de Cárdenas, el comendador de León de la Orden de Santiago, que jugaba en campo propio, ya que Guadalcanal no era tierra de Sevilla como las otras localidades de la comarca, sino que pertenecía al señorío de la Orden de Santiago.
Todavía fue mayor de lo que esperaba Don Alonso la imprudencia del Duque, que entró en Guadalcanal cerrada ya aquella noche consagrada por los habitantes a la algazara, haciénles con la llegada de los andaluces enojosísimo el intempestivo hospedaje, que los vecinos debían de ofrecer a los soldados.
Llegó el Comendador con mil hombres, atravesó el monte sin guarda alguno; envió unos exploradores al pueblo, donde vieron que reinaba la soledad y el silencio. Entró el Comendador en la villa, dispuso un minucioso registro en busca de sus adversarios, e hizo sujetar con anillas de hierro los muchos cerrojos que tenían las puertas del pueblo, para que no escaparan.
Penetró él personalmente en la casa donde se hallaba el duque con veinte amigos jóvenes que habían estado cenando y bebiendo con él, echó abajo las puertas y empezaron el ataque y la defensa, en cuanto los amigos del Duque pudieron coger las armas.
“... ya resonaba por todas las calles terrible estruendo y gritería, los sevillanos se abrían paso peleando y corrían a casa del Duque, algunos guiados por la luz de los faroles, cargaban sobre los enemigos; otros valientes jóvenes, medio borrachos, no rehuían la lucha, antes más osados, como más ignorantes del peligro, atravesaban combatiendo las calles atestadas de enemigos bien armados. Entretanto, el Duque sin ser reconocido, quedó tres veces prisionero y otras tantas en libertad, luego que, según la costumbre española, declaraba haber entregado ya a otro su espada...”
Se rindió el caballero que le acompañaba, que era de Jerez, a fin de darle tiempo a huir y así lo hizo el Duque a quien iba guiando entre la oscuridad un leal vecino, que le tuvo que prestar su propio calzado porque a don Enrique le era imposible caminar de otro modo por aquellas asperezas. Encontraron a un jinete que cabalgaba hacia Alanís, que reconociendo al Duque le cedió su caballo.
H.ª de los Reyes Católicos B.A.E. vol. 70 (Madrid 1878) cap. 40: “De cómo el Duque de Medina... entró en el Maestrazgo...” pág. 596-597. (Nota del Editor)

(54) Esta campana se compró siendo cura párroco Gonzalo Pineda, en el año 1530. (Nota del Editor)

(55) No sabemos el resultado de esta posible entrevista con el párroco de Santa María, pero no fue hasta el año 1867 cuando se fundó la Real e Ilustre Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de las Aguas y Nuestra Señora de los Dolores. (Nota del Editor)

viernes, 3 de septiembre de 2010

CERVANTES EN GUADALCANAL - 26


Pliego seis

Cervantes se acercó una pequeña olla donde la mesonera había traído un líquido caliente muy aromático, apartándose con el cazo una porción se la acercó a la nariz y pudo percibir un fragante olor.

—¿Qué es? –dijo Cervantes.

—Me lo acaba de mandar mi padre de Chanchamayo (Perú). —dijo Jerónimo Ortega. Es una especie de haba gris que a instrucciones mías y dada la ocasión especial que se nos brinda hoy con su visita, acaba de tostar en el fuego el mesonero, después la ha molido y cocido en agua del Pilar de la Cava, y el líquido lo ha colado y dejado en reposo.

Cervantes se acercó el vaso con el líquido negruzco. Por fin lo probó e hizo un gesto impreciso de no saber lo que estaba bebiendo.

—Tiene un sabor amargo, no lo había bebido nunca —exclamó. (50)

—Todos lo estamos tomando por primera vez —dijo Jerónimo Ortega. Y volcó sobre su garganta el tazón de barro rojo que sostenía.

De nuevo la mesonera se acercó a la mesa, esta vez provista de un plato con dulces, que ofreció a los cuatro hombres.

—Pruebe Don Miguel estos gañotes que seguramente no lo ha hecho nunca —dijo Francisco Muñoz.

El dulce que ofrecía Francisco, era típico de la villa y aunque normalmente se hacía en la Semana Santa, últimamente la señora Angelita, que vive en la calle de los Olleros, los seguía amasando el resto del año. El apetitoso manjar estaba frito en el aceite de oliva de la villa y regado con miel recolectada en la Sierra del Viento.

—No me dejan de sorprender, en verdad que tienen un sabor exquisito, me lo apunto para recomendarlos a mis amigos de Sevilla. Me han gustado la décima y el poema, —dijo D. Miguel— estos vecinos vuestros tienen buena péndola, no como Lope, que se parece a el sastre del cantillo (51). Bien, ahora lo que hace falta es que la mesonera abra la botillería y nos traiga un chinchón.

—Calle y que no le oiga nadie —le dijo Jerónimo— estando como estáis en Guadalcanal tenéis que probar el auténtico anís Flor de la Sierra que se destila aquí. En todo caso, si no le gusta el dulce, le permitiremos que se tome un cazalla seco, de la vecina villa de Cazalla de la Sierra.

—Bene quiden (52) —respondió Cervantes— saboreando con la mirada el liquido transparente que sus amigos le servían ahora en una pequeña copa de metal.

Mientras tragaba con lentitud para retener en su boca los aromas de flores silvestres que contenía el preciado licor, exclamo como un suspiro:

—Uhmm... pienso que en esta villa tan tranquila se ha de vivir muy bien.

—No lo crea don Miguel —dijo Francisco Muñoz— por tener hemos tenido hasta batallas dentro de nuestras murallas.

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50) En este momento Cervantes está asistiendo quizás a una de las primeras degustaciones del Cafeto en España, que a partir de 1600 se difunde oficialmente por Europa, conociéndose con el nombre de Café.

(51) Aquí se vuelve a notar lo poco que le agradaba Lope de Vega, el refrán se dice del que además de trabajar sin provecho, incurre en gastos. (Nota del editor)

(52) De acuerdo. (Nota del editor)

miércoles, 1 de septiembre de 2010

EDIFICIOS MALTRATADOS - 1



Si existe un edificio en Guadalcanal que debería ser mimado, éste tendría que ser el correspondiente al Ayuntamiento de la Villa. Sin embargo, es uno de los más maltratados del municipio. Para muestra, un botón.

Construido a principios del siglo XX sobre el solar de lo que fue el palacio del Comendador de la Orden de Santiago, su fachada principal se encuentra en la Plaza de España y la trasera en los antiguos corrales del palacio, hoy ocupada por el magnífico paseo del mismo nombre.

En las Normas Subsidiarías Municipales figura como Nivel de protección II, por lo que cualquier obra deberá ser autorizada por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

En los últimos tres años se han realizado una serie de actuaciones en el edificio, que ignoramos si han sido autorizadas por Cultura, pero si miran las fotografías que forman parte de este artículo, observarán el maltrato recibido por este edificio del Ayuntamiento de nuestra villa.

En primer lugar podemos observar el plano correspondiente a la fachada lateral del Ayuntamiento, en él podemos ver la continuidad de los balcones y puerta a lo largo de toda la fachada. Sin embargo, como pueden ver en la fotografía actual, no sólo han cambiado balcones por ventanas, además la nueva fachada construida no coincide con la anterior, al igual que los aleros del tejado.

En esta otra fotografía del proyecto original podemos ver como debería quedar la fachada posterior y en la fotografía actual, como la han dejado. No necesitan comentarios.

La pregunta que nos hacemos es: ¿qué arquitecto ha firmado un proyecto en estas condiciones? Cómo es posible que un edificio emblemático de Guadalcanal pueda recibir este maltrato.

En la parte interior podemos ver lo que era un bonito patio de luces en el año 2006, en esta otra fotografía actual, vemos como ha quedado, después de instalar un ascensor en el mismo centro del patio. También en esta planta baja existía una sala de exposiciones, que ha sido troceada hace pocos días.

En esta última fotografía vemos el aspecto de la puerta principal de entrada, llena de papeles informativos (ha estado mucho peor en otras ocasiones). No entendemos que existiendo paneles informativos en el interior, haya que empapelar la puerta. Así ocurre que ya hemos visto la fachada del edificio de San Vicente, empapelada con las tapas que ofrece el bar que está instalado en su interior y en la fachada de la iglesia de Santa María, anunciando los actos de Nuestra Patrona.

CERVANTES EN GUADALCANAL - 25

Ahora me gustaría que oyera lo que yo he escrito —dijo el poeta.

—Naturalmente —dijo Cervantes.

O le falta al Amor conocimiento
o le sobra crueldad, o no es mi pena
igual a la ocasión que me condena
al género más duro de tormento.
Pero, si Amor es dios, es argumento
que nada ignora, y es razón muy buena
que un dios no sea cruel. Pues ¿quién ordena
el terrible dolor que adoro y siento?
Si digo que sois vos, Fili, no acierto,
que tanto mal en tanto bien no cabe
ni me viene del cielo esta ruina.
Presto habré de morir, que es lo más cierto:
que al mal de quien la causa no se sabe
milagro es acertar la medicina.

—Muy buenos versos —dijo Cervantes— ni Lope los hubiera escrito mejor, aunque no sea santo de mi devoción.

—Pues si le ha gustado la décima y el poema, puede quedárselos Vuesa Merced —le ofreció orgulloso el trovador.

—Gracias, buen amigo. Y si me preguntan, ¿quién digo que ha escrito este poema?

El poeta retirándose contestó:

—Diga que son de José Alba, un poeta de Guadalcanal. (49)

Cervantes se guardó la décima y el poema en su bolsillo mientras volvía a agradecer a su nuevo amigo el generoso detalle.

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(49) En el capítulo XXIII de Don Quijote de la Mancha, en la aventura de Sierra Morena, encuentran un librillo donde aparece este poema. (Nota del Editor)