sábado, 20 de diciembre de 2008

NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL

Fernado VII encargó a Miguel del Burgos recopilara información sobre las Minas del Reino. Entre la información recogida entregó al rey en dos tomos el libro escrito sobre las minas de Guadalcanal, por Tomás González.
Con este artículo vamos a iniciar la publicación del citado libro editado -que no escrito- por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I.
(Se mantiene la ortografía de la época)



Año 1555 Guadalcanal
Despues de celebrado este asiento ó contrata, hallándose el príncipe don Felipe, Rey de Inglaterra, en Flandes a recibir de mano de su augusto padre el Emperador los reinos de España, y desempeñando las funciones de gobernadora de ellos su hermana doña Juana, viuda del príncipe don Juan de Portugal, con residencia ordinaria en la villa de Valladolid, se recibieron avisos secretos que unos vecinos de la villa de Guadalcanal llamados Martin y Gonzalo Delgado, habían descubierto en el término del Molinillo, propio de dicha villa, unas minas abundantes de metal de plata, muy rico, y aun alguna cantidad de oro, con tales ponderaciones de importancia y riqueza, que la Princesa, oido el dictamen de sus ministros y consejeros, resolvió tomar conocimiento, y poner cobro y recaudo en ellas para ayuda á los gastos del Estado, como mas por menor resulta de la siguiente comision, y diligencias obradas á consecuencia de ella.
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Comision al marques de Falces, gobernador de la provincia de Leon, en la Orden de Santiago, para que informe y ponga recaudo en la mina rica de plata que se habia descubierto en término de Guadalcanal; y diligencias practicadas en cumplimiento de dicha comision.
Contadurías generales. Núm. 3072.
1 1 de Octubre de 1555.

En la villa de Llerena á quince dias del mes de octubre de mil é quinientos é cincuenta y cinco años, el muy ilustre señor marques de Falces, gobernador é justicia mayor de _la provincia de Leon por su Magestad, dixo: que en este instante por un correo se le dio una cédula de su Magestad, firmada de la serenísima Princesa nuestra señora, gobernadora de estos reinos, y refrendada de Juan Vazquez, secretario de su Magestad, acerca de lo que ha de hacer sobre las minas que estan halladas en el término de la villa de Guadalcanal y en otras partes, la cual su señoría mandó saque de ella traslado signado, y se ponga en lo que de yuso se hará mencion, cuyo tenor es este que sigue.

EL REY.
Marques de Falces, pariente, mi gobernador de la Orden de Santiago en la provincia de Leon: sabed que Yo soy informado que en esa provincia en término de la villa de Guadalcanal y otras partes cerca de ella se han descubierto ciertas minas de plata y otros metales, entre las cuales diz que hay una que por la muestra que hasta agora ha hecho, parece ser muy rica, é que sobre ellas habido é hay algunos pleitos é diferencias, porque se quieren meter en ellas muchas personas; de lo cual todo diz que vos estais muy informado por haber ido á vellas: y porque quiero saber particularmente lo que en lo susodicho pasa, Yo os mando que Iuego que esta veais, me envieis relacion de qué minas son las que se han descubierto, y qué tanto tiempo ha, y por qué personas, y en término de qué lugares, y en qué partido é obispado entran, y qué muestras hay del valor de ellas, é las experiencias y ensayos que se han hecho para saber el valor de ellas, qué pleitos é diferencias hay sobre ellas, y entre qué personas, y qué pretende cada una de ellas, y de todo lo demas que sobre esto ha pasado, y pasa; todo ello muy particularmente, para que Yo lo mande ver y proveer en ello lo que convenga á mi servicio, la cual dicha relacion enviareis con persona de recaudo ante los de mi consejo de la hacienda. Y otrosí vos mando, que hasta que se vea la dicha relacion que enviaredes, y se vos envié á mandar lo que en ello se debe hacer, hagais que cesen en el sacar de los metales de las dichas minas, y en el fundir y afinar de ellas, y que para todo se pongan guardas y recaudo en las dichas minas, para que no se pueda sacar de ellas cosa alguna; é si para hacerlo susodicho ó cualquier cosa ó parte de ello, y enviarme la dicha relacion fuere necesario que vos vais adonde estan las dichas minas para vello y entendello todo mejor, y proveer lo suso contenido, vais vos en persona á ello con vara de justicia, y alguacil, y escribano sin lo cometer á otra alguna, aunque sea fuera de los lugares de vuestra jurisdiccion; é hagaís sobre ello todos los autos é diligencias que fueren necesarias, que por lo presente vos doy para ello poder cumplido con todas sus incidencias é dependencias, anexidades é conexidades. Y vista la dicha relacion y el tiempo que en ello vos ocuparedes, mandaré que seais pagado de vuestro salario y del dicho alguacil y escribano que llevaredes, y que ansi mismo se paguen las personas que dejaredes puestas, para que no toque nadie en las dichas minas y pare todo, hasta que de acá se provea lo que se ha de hacer en ello: é non fagades en de al. Fecha en Valladolid á once días del mes de octubre de mil quinientos y cincuenta y cinco años.- La Princesa.- Por mandado de su Magestad, su Alteza en su nombre - Juan Vazquez.

La viñeta de Antón Zape. OVNI


viernes, 19 de diciembre de 2008

GÜITOMAS, GUAITOMAS, DOS VARIANTES MORFOLÓGICAS PARA UN MISMO TÉRMINO QUE AÚN NO HA ACOGIDO EL DRAE

José María Álvarez Blanco
Madrid

El amigo Ignacio Gómez, diestro usuario de la www, me obliga a intervenir y lo hago gustoso para tratar de aclarar la grafía de un término que pese a su antigüedad los académicos de la RAE no han decidido alojar en el Diccionario. Lo acabo de comprobar tras entrar en la edición on line (perdón por el anglicismo) del DRAE.

Esa imprescindible herramienta llamada Google ha aclarado las dudas, ya que si nos atenemos a frecuencia de uso y escritores de prestigio que lo han usado, el término que podíamos calificar como ortodoxo sería güitomas. La variante guaitomas que usé en mi texto anterior se explica tanto por la rareza de la diéresis en nuestra lengua, como por lo habitual que es, sobre todo para gente de Guadalcanal, los vocablos que empiezan por la sílaba “Gua” (Guadalcanal, Guaditoca, guayabo, guarro, guadaña, etc véase el DRAE).

Ya sea con una u otra variante, el omnipotente Google nos enseña su uso por gente de los sitios más diversos, Aranjuez, Trebujena, Villafranca y Los Palacios.

Y para dejar la cuestión definitivamente zanjada me remito a la página 2416 del “Diccionario del Español Actual” de Manuel Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos, 1ª edición, Aguilar, Madrid 1999, que sólo recoge Güitoma (en singular) con la siguiente definición:

“GUITOMA, m. Diversión de feria consistente en un círculo giratorio del que penden unos asientos sujetos con cadenas”.

La definición va seguida de dos citas, una del escritor falangista Rafael García Serrano, y otra de Alonso Zamora Vicente.

jueves, 18 de diciembre de 2008

¿Guaitomas o güitomas?



Abundando en el artículo de José Mª Álvarez y como le decía a él, yo siempre he conocido a sus guaitomas por los güitomas y de hecho al entrar en Internet, es con este nombre con los que he encontrado más entradas y usadas por escritores famosos. Por ejemplo Juan Benet en un artículo en El País del 3 de mayo de 1992, sobre Juan García Hortelano decía: “…cuando al fin eché pie a tierra en Charminar tuve la misma impresión infantil después de una vuelta en el tiovivo, el güitoma o la montaña rusa; una mezcla de alivio y anhelo de repetición, una cierta añoranza del vértigo con los pies en el suelo y la tierra todavía dando vueltas, una cierta incapacidad para la palabra y la idea con la cabeza ocupada aún por la confusión…” http://www.elpais.com/articulo/opinion/GARCIA_HORTELANO/_JUAN_/ESCRITOR/Juan/Hyderabad/elpepiopi/19920503elpepiopi_1/Tes
También Antonio Burgos (El Mundo de Andalucía, sábado 6 de septiembre de 1997) usa la palabra güitomas: “…Llegaban también los camiones que traían las atracciones grandes. Los güitomas, que se dividían en dos, los güitomas y los güitomitas chicos. Las carmelas, que se subía el tío renguinchado en la barra para pararlas. Las burras cachondas. En Sevilla era "la ola", pero en el pueblo, como no había colegio y estábamos ya medio picardeados, les decíamos "las burras cachondas..."
http://www.antonioburgos.com/memorias/1997/09/memo090697.html
En este artículo, aunque no lo nombra, se refiere a Guadalcanal y su feria (entonces en septiembre).
Alonso Zamora Vicente, filólogo, dialectólogo, lexicógrafo y escritor español, vuelve a usar nuestros güitomas en uno de sus artículos: “…¿Usted no se acuerda cuando se iba en tren y salía a relucir la tortilla y se ofrecía? Qué tiempos aquellos. A mí, no sé si le he dicho que no me gusta viajar. Yo me quedo con la abuela Tonieta, porque, la que yo digo: ¿Ver montes? También los hay en el Valle. ¿Ver gentes? También las tengo allí. ¿Autos, montañas rusas, tiros al blanco, güitomas y todas esas cosas de que habla Fermín?
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/79134066543436128502346/p0000002.htm
Por último hasta un premio Nóbel de literatura Camilio José Cela, en su libro Primer Viaje Andaluz, al parecer usa el nombre de güitomas, así que a ver si nuestros lectores nos ayudan a concretar si son galgos o podencos, perdón, guaitomas o güitomas.
No aparecen los güitomas en la fotografía que abre este artículo, pero sí “las carmelas” y “las burras cachondas” que decía Antonio Burgos. Una mañana de feria de aquéllos lejanos días de nuestra niñez en Guadalcanal, que ahora con los nuevos horarios, es imposible volver a vivir.

lunes, 15 de diciembre de 2008

EL LENGUAJE QUE FUE

Por José María Álvarez Blanco

Hace dos años llevaba a las páginas de la Revista de Feria(1) una serie de comentarios sobre vocablos, que aprendí en mi infancia en Guadalcanal, y que ya prácticamente no se usan arrinconados tanto por el progreso social como por el técnico, especialmente desde hace décadas por la uniformización lingüística propiciada por la televisión y en los últimos años por Internet.

Las líneas que siguen se van a referir específicamente a tres palabras, una es recacha que figuraba simplemente citada en el apéndice. Las otras dos son guaitomas y charranada que no aparecían recogidas en el texto citado. Lo que sigue es lo que tengo que decir, cuando va transcurrida casi una década del S.XXI, de estos tres vocablos.

RECACHA. Esté término designaba un lugar geográfico indeterminado en el que los viejos, ahora por mor de lo políticamente correcto “tercera edad”, tomaban el sol en invierno. Por lo general, eran sitios al resguardo de un muro, preferiblemente blanqueado para aprovechar el efecto reflectante de la cal, y que variaban según la hora del día. A quienes dispongan de acceso a Internet le sugiero que lean el texto “A la recacha” del que es autor Miguel Higuero ciudadano de la vecina población de Reina (de tan glorioso pasado romano). La dirección de la página web es http://alasombradeunavida.blogspot.com%20/2007/08/la-recacha.html. Dicho magnífico artículo demuestra una vez más lo que es obvio, que compartimos con los pueblos de la Baja Extremadura, algo más que proximidad geográfica, esto es, folclore, costumbres, lenguaje y tantos otros aspectos de la vida cotidiana. La pregunta que me viene a la cabeza es si los ancianos que viven Guadalcanal, y que se encuentran en condiciones aceptables, siguen tomando el sol a la recacha o pasan el invierno encerrados horas y horas en el Hogar del Pensionista, incluso los días de sol agradable.

CHARRANADA (charraná). Esta palabra se usaba hace varias décadas como sinónima de faena, en frases como “vaya faena que me has hecho” y otras similares, que denotaban una acción o gesto que suponía perjuicio, fastidio o molestia para el receptor. Es palabra malsonante, según indica el Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos de la Lengua Española (Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L.), que la asimila a las también malsonantes guarrada, marranada y cerdada. Desde hace unos años, todas han caído en desuso por la contundente putada, que se emplea de modo indiscriminado, independientemente de la magnitud del agravio, y que sale de la boca más rápidamente que charranada.
GUAITOMAS (o guaitoma), era un término que en las décadas centrales del pasado siglo XX, designaba una atracción de Feria, que consistía en una serie de cunas colgantes mediante cadenas, de una plataforma circular que giraba alrededor de un eje situado en su centro, y que por la fuerza centrífuga, dependiendo de la velocidad de giro, adquirían una mayor o menor inclinación respecto a la vertical. Había una versión infantil que recurría al diminutivo guaitomitas. Una definición alternativa es sillas voladoras, tal y como he visto en un foro internético de Navalcán (Toledo). Lo curioso de este vocablo y que lo singulariza en relación con los dos primeros (que gozan de estatus lingüístico al estar recogidos en diversos diccionarios) es su escasa presencia en Internet, ya que si el probable lector se molesta en buscarlo en Google, podrá apreciar que solo salen 6 páginas web, entre ellas de otro pueblo toledano, Oropesa, (véase http://www.%20lospieles.es/culturilla/ palabros.php) en donde curiosamente guaitoma (en singular) designa a los coches de choque, que en mi infancia llamábamos también coches locos, y hasta dan una explicación etimológica de un lingüista aficionado que postula que procede de los términos “Guai” y “toma” . En efecto, la peña “Los Pieles” en su Diccionario de palabros oropensanos para guaitoma da la siguiente definición:

Guaitoma: Esta palabra hace referencia a los coches de choque que tenemos en las ferias. Cuando conducen dicen "que guai, que guai" y cuando chocan dicen "toma, toma". De esta forma aparecieron los guaitomas o coches de choque.

Mis investigaciones lingüísticas en la www me han llevado a las siguientes conclusiones: a) este tipo específico de atracción de Feria parece estar en franco retroceso en España por haber sido desplazado por ingenios más sofisticados, en los que ha entrado a saco la microelectrónica, como puede verse en los Parques de Atracciones; b) la denominación guaitoma(s) parece ser privativa de Andalucía occidental y Castilla-La Mancha Central, pues en el amplio ámbito americano de nuestra lengua común, la expresión que se ha impuesto es “sillas voladoras” , que parecen ser gozan de buena salud en Iberoamérica, como lo demuestra la siguiente fotografía de una página web chilena.

http://foro.loquo.com/viewtopic.php?p=2172596

Para concluir esta referencia a tres términos de nuestro acervo lingüístico no puede faltar un recuerdo para Rafael Rodríguez Márquez (†), apasionado guadalcanalense que nos dejó hace casi dos años, y que no pudo darse la satisfacción de ver publicado su libro “Guadalcanal, Un pueblo en la memoria” presentado el pasado 6 de Diciembre de 2008. En el capítulo XVI de dicha obra titulado “Voces del ayer”, de las tres palabras comentadas sólo se recoge “recacha” que con excelente precisión la define como “Sitio resguardado y soleado. Rincón abrigado”. Seguro que más de una vez vio el panorama del Coso desde la cuna de unos guaitomas, y para charranada la que supuso para el pueblo su prematura desaparición.

La Prosperidad, Chamartín, Madrid
13 de diciembre de 2008
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(1) “Primeras en aprender, últimas en olvidar”. Guadalcanal Revista de Feria, 2006

Viñeta de Antón Zape


sábado, 13 de diciembre de 2008

La Hoja Parroquial



Hace unos años, Manuel López, tan aficionado a las cosas de Guadalcanal, nos dejó más de trescientos ejemplares de la Hoja Parroquial, que semanalmente editaba el arzobispado. En ella aparecía -como suponemos ocurriría en otros pueblos- una página dedicada a las noticias de Guadalcanal.

Las Hojas van desde el 26 de octubre de 1941 al 4 de abril de 1953.

Vamos a contactar con el nuevo párroco de Santa María de la Asunción, para intentar completar esta colección, que creemos interesante conservar. Insertamos tres hojas de diferentes fechas, donde podemos ver los problemas de la época.

lunes, 8 de diciembre de 2008

La viñeta de Antón Zape


Acto de presentación del libro Guadalcanal, un pueblo en la memoria


En el antiguo cine Emperador, hoy cine Municipal, tuvo lugar el pasado sábado día 6 de diciembre, la presentación del libro de Rafael Rodríguez Márquez, GUADALCANAL, UN PUEBLO EN LA MEMORIA.

Alrededor de doscientas cincuenta personas, asistieron al acto celebrado a las doce de la mañana, que estuvo presidido por la hija del autor Mª Carmen Rodríguez, asistidas por Alberto Bernabé e Ignacio Gómez. Asistió la viuda Mª Dolores y sus hijos Rafael y Mª Dolores, y numerosos familiares y amigos.

Se inició el acto con los sonidos del pasodoble “en er mundo”, tomando el primer lugar la palabra Ignacio Gómez, que explicó que los primeros recuerdos de Rafael estaban relacionados con ese pasodoble, que sonaba al final de cada sesión de verano, en el anterior cine existente en el solar de este local, negocio donde Rafael y sus socios, dejaron: dinero, sudor y lágrimas, para que los habitantes de Guadalcanal pudiéramos “culturizarnos”, con aquéllas películas antiguas, que si hoy nos parecen trasnochadas, en aquellos tiempos nos hicieron disfrutar y ocuparon una parte importante de nuestras vidas.

Anticipó alguna de las cosas que se van a encontrar en el libro, sobre todo las numerosas fotografías, donde aparecen personajes como Pípole, los pozos que existieron, las procesiones desaparecidas como la de San Crispín, romerías, Semana Santa…

A continuación tomó la palabra Alberto Bernabé, que inició su parte de la presentación diciendo: Recordar la figura de Rafael es hablar de su pueblo , de su campo, de su trabajo, de su familia, de sus amigos, de ese mundo real e imaginado que le ha acompañado toda su vida y que se puede resumir en una palabra: GUADALCANAL.

Una sima muy profunda se ha abierto para los que tuvimos el privilegio de conocer y querer a Rafael. Una pérdida irreparable que ha dejado un gran vacío en nosotros y que aún no hemos sido capaces de superar, aunque el recuerdo de sus palabras y de sus enseñanzas suavizan en parte el dolor que nos produce su ausencia. Nos ha dejado huérfanos a todos, pero podemos seguir aprendiendo de él gracias a la publicación de su libro que hoy presentamos aquí, GUADALCANAL, UN PUEBLO EN LA MEMORIA.

La emoción le obligó a Alberto tener que suspender en varias ocasiones la lectura de lo que él había preparado para este día, y los aplausos de los asistentes le ayudaron para proseguir.

Siguió diciendo: Y es que Rafael no fue un sabio o un poeta, fue mucho más que eso, fue un hombre cabal y culto, que aprendió de todo cuanto le rodeaba, robándole horas al sueño para dársela al trabajo. Después leyó unos versos de Antonio Machado.

Más adelante continúa: “,,, es el nexo de unión entre los dos mundos; es el puente que hace que hoy Rafael Rodríguez Márquez se haya convertido en inmortal, porque uno sólo se muere cuando se olvidan de él, y no sólo estará en nuestros pensamientos, sino que también lo tendremos a nuestra disposición y de las generaciones futuras en nuestras bibliotecas.

Continúo Alberto Bernabé glosando las mil y unas cosas que en él ha visto y aprendido “… la paradoja siempre ha acompañado a Rafael a lo largo de su vida. Guadalcanalense hasta la médula, hijo y padre de guadalcanalenses, y sin embargo, él era natural de Ciudad Real, porque nació en 1938 en Corral de Calatrava por las circunstancias de la guerra civil, que tanto marcó su vida y la de sus padres…”

Siguió Alberto contando y contando cosas de las vivencias de Rafael. Por último, por encargo expreso de Rafael y a modo de despedida de la presentación, leyó del poeta Miguel Hernández, el poema Sentado sobre los muertos, que empieza así:

Sentado sobre los muertos
que se han callado en dos meses,
beso zapatos vacíos
y empuño rabiosamente
la mano del corazón
y el alma que lo mantiene

En varías ocasiones tuvo que interrumpir la lectura, ya que las lágrimas no le dejaban seguir. Después de varios intentos finalizó así_

Aquí estoy para vivir
mientras que el alma me suene,
y aquí estoy para morir,
cuando la hora me llegue,
en los veneros del pueblo
desde ahora y desde siempre-
Varios tragos es la vida

Y uno solo la muerte.

Finalizó sus palabras explicando el por qué D. José Titos no ha podido estar en este acto. Días atrás había estado con él y llorando a lágrima viva, dijo que le disculparan por no estar aquí, porque le es imposible asistir a un acto donde se hable de Rafael, ya que no podría articular una palabra y no dejaría de llorar su pérdida.

Retomó la palabra Ignacio Gómez que hizo una lectura del prólogo de José Titos, explicando también durante la misma, sus vivencias con Rafael.

Por último su hija Mari Carmen dirigió unas palabras a los presentes: “…agradezco, en nombre de mi familia y en el mío propio, a todos su asistencia. También quiero dar las gracias a quienes se ilusionaron con mi padre en la tarea de escribir este libro, y siempre le apoyaron.
Gracias a quines han insistido hasta conseguir que el libro esté hoy aquí a todos los que de cualquier forma colaboraron con él.
Sé que este libro os gustará; a los mayores os traerá recuerdos de vuestro pueblo y los más jóvenes descubriréis que el lugar donde vivís también tiene su propia historia. Gracias a todos…”

A la salida del acto se entregó a todos los asistentes, un ejemplar del libro.