lunes, 5 de octubre de 2009

LAS MINAS DE PLATA DE GUADALCANAL - 85


Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I

(Se mantiene la ortografía de la época)

Con el dinero que está en Sevilla, y con lo que se afinará esta semana, tengo por cierto habrá cantidad bastante para cumplir los dichos diez y seis mil ducados del pan de Oran, y los diez y ocho cuentos y medio para el socorro de aquella cibdad, porque yo me he dado toda la priesa posible en hacer sacar de los pozos de Gonzalo Delgado algunas testeras y puentes que habia, donde se halló hasrto menos plata de la que pensábamos. Otras algunas quedaron en pie, porque conforme á los votos de todos los mineros españoles y alemanes, no se podia derribar sin muy evidente peligro de que se hundiese todo aquel pozo de la mineta con todas las minas que tiene hechas, las cuales se sustentan sobre estas puentes, y asi no osé tocar en ello. Hanse fundido esta semana muchas fundiciones, ansi de buena lavadura que estaba guardada, como de los cochizos ricos que don Francisco tenia reservados para afinarlos por via de cebo. Y tambien se han fundido doce fundiciones del metal de la guija blanca de Martin Delgado, que valdrán hastos dineros: ya somos venidos á términos que pasadas dos semanas en que se fundirá todo lo que hay agora sacado de la una parte y de la otra, no tenemos donde acojernos, sino á aquel pozo rinco de Martin Delgado, el cual es cosa increíble la riqueza que tiene si se hallase forma para poderla sacar con facilidad y aun con mediano trabajo. Y temiendo esto, porque hubiese lugar de meter gente que se fuese estendiendo por el pozo para poder trabajar, ha dias que se me va haciendo una mina larga, la cual está ya de mas de veinte y cinco pies, y por ella discurre la veta de la plata de á dos palmos y medio en partes, y en parte de á tres palmos de ancho; pueden cabar en ella doce y aun catorce hombres: y tienen esta forma que gastan una semana en cabar la piedra inútil, dejando hecho un apoyo de lo rico hasta la cinta poco mas ó menos, y luego la semana siguiente gastan en derribar el dicho apoyo que dejaron hecho con cuñas y almadanas de hierro, y con un cierto instrumento que llaman picomarro; y es tanto lo que se gasta, que hay tres herrerías que casi ninguna otra cosa entiende, sino en calzar de acero, y amolar los instrumentos, y aun no dan abasto. Este pozo solian labrar los alemanes con otros instrumentos muy diferentes, y casi todos han caido enfermos, de manera que me he visto en gran aprieto para poner remedio: y éste fue que supe que en Llerena vivia un morisco de Hornachos llamado Francisco Blanco, que diz que es el mejor plomero y mas cuidadoso que hay en este reino, aunque ha dias que usa el oficio de arriero. Enviéle á llamar y con importunidades y ventajas acabé con él que se encargase deste pozo con alguna cuadrilla que trujese de gente de su nacion: trajo cuarenta hombres, con los cuales esta semana pasada ha trabajado de dia y de noche, y ha dado muestra de gran fruto, porque ayer sábado gastó en sacar todo el metal que habia derribado en toda la semana, que fueron cuatrocientas arrobas de piedra la mas rica que se ha sacado de allí; y entre esta cantidad derribó junto un pedazo de aquel poyo que pesaba sesenta arrobas, caso que dpor no le poder sacar entero, quebró en trres partes. Su intento es ir siguiendo la mina como fuese guiando el metal hasta ver donde llega, lo cual en este pozo se puede hacer sin la dificultad que tenemos en los otros, porque no tiene necesidad de ademas, sino que los que labra, y toda la mina va muy segura. El fin que agora se tiene en la labor destas minas, es averiguar si todos los pozos cuando llegaren á la hondura desde, hacen en el suelo semejante metal, y de que sea asi, tenemos harto ciertas señales, porque el segundo pozo de la mineta de Gonzalo Delgado, que contando su hondura y la del primer pozo llega á veinte y dos estados, se comienza á sacar las mesmas guijas blandas veteadas de metal, aunque no está cuajada la plata; y lo mesmo de otro pozo alto del dicho Gonzalo Delgado que se dice el pozo de Adam; de manera que si fuese verdad, como yo creo que lo es, que desde el pozo rico de Martin Delgado hasta este pozo de la mineta, va lastrado el suelo desta guija blanca, sería la mayor riqueza que se pueda imaginar, caso que no sufre tomarlo con priesa por la dureza de la materia, sino que se ha de ir cabando poco á poco, aunque metiendo gente por todas partes, porque hay hastos pozos en el medio hasta llegar á aquella altura, y hasta hallar lo duro, es forzado ir ademando, porque es la tierra blanda.

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