martes, 31 de julio de 2018

PRESENTACIÓN DEL LIBRO "GUADALCANAL SIGLO XX -1941-1955

Ignacio Gómez durante la presentación
  Resulta gratificante, después de dos años de trabajo, ver a más de ciento cincuenta personas en la presentación de mi último libro.

En el incomparable marco de la iglesia de Santa Ana presenté el sábado 28 de julio la continuación del que publiqué hace dos años “Guadalcanal Siglo XX – 1931-1940”, en este caso el correspondiente al periodo 1941-1955.

Como ya dije en la presentación, tengo una inmensa deuda con los fotógrafos de aquella época: Cándido Fernández “RODEZ”; Rafael Palacios “EL SANO”, José Romero “SANTI”; Juan Ceballos “JUAN BERZA” Y Rafael Sánchez  “CONCHILLA”, ya que gracias a su trabajo, he podido ilustrar con sus fotografías este libro.

El alcalde Manuel Casaus e Ignacio Gómez al final de la presentación
También quiero agradecer a todos los que han colaborado contando sus recuerdos, ya que van a permitir que vuelvan a nuestra memoria esas vivencias que ya habíamos olvidado. Estas personas nacidas o que han vivido en Guadalcanal, son: José Mª Álvarez Blanco, José Parrón Chaves, Rafael Álvarez Blanco, Bernardo García Pelayo, Antonio Burgos Belinchón, Antonio Merchán Ortega, Luis Carbajo Arcos, Cayetano Yanes Durán, Isabel Ortiz Rodríguez, Ángel Luis Perelló Rius, Gracia Rivero Blandez, Rafael Spínola Rodríguez, Daniel Herce Fernández y Manuel Barbancho Veloso.
El concejal de Cultura en un momento de la presentación
El acto fue presentado por el concejal de Cultura Moisés Bernabé, que hizo referencia a los trabajos que he publicado en los últimos diez años, tanto de los libros que he escrito como de los editados de otros escritores.

A continuación me cedió la palabra y realicé la presentación de este nuevo libro explicando a los asistentes el contenido del mismo, apoyado por numerosas fotografías y cuadros estadísticos, que sirvieron para poner en antecedentes a los asistentes. El libro consta de 266 páginas y 136 fotografías.
Ignacio Gómez, Manuel Gómez y José Varas al finalizar el acto
Esta presentación para mí ha sido muy emocionante, ya que además de los vecinos y muchos colaboradores del libro que estuvieron presente, recibí la alegría de la asistencia de todos mis hermanos y mi amigo José Varas, que hacía bastante años que no lo veía.

                          
Dos momentos de la presentación del libro
Agradezco a todos los vecinos, amigos y familiares que me acompañaron y especialmente a Luisa Pedrero, por toda la información que me ha facilitado de los datos históricos del Archivo Municipal. A Rafael Rivero, Juez de Paz de Guadalcanal. A nuestro alcalde Manuel Casaus y su Equipo de Gobierno, por el apoyo recibido para este proyecto y por último, a mi esposa Mª Asunción Miguélez y mis hijas Eva y Úrsula, por la lectura incansable de los borradores del libro y sus comentarios para mejorarlo.

Los que estén interesados en adquirir el libro, pueden hacerlo en mi domicilio (calle San Sebastián, 22) o en los siguientes establecimientos: Electrovira Regalos y Papelería Susi, en la calle Dr. Antonio Porras; en Josabel en la calle Mesones y Papelería Luisa en la calle Santiago. 


Asistentes al acto en la iglesia de Santa Ana
Para los que están fuera, al igual que se hizo con el libro anterior, pueden abonarlo por transferencia bancaria a mi cuenta por el importe del libro + los gastos de envío por Correos. Los interesados en recibirlo por este medio, me pueden llamar al teléfono 639881852 o por correo electrónico a a.c.benalixa@gmail.com para facilitarme su dirección.

viernes, 10 de noviembre de 2017

IN MEMORIAM DE MANUEL MALDONADO FERNÁNDEZ




 Uno se levanta y se asoma a la ventana y viendo un día luminoso en este mes de noviembre, piensa que la vida nos va ofreciendo una de cal y otra de arena, y así vamos pasando un día más. Este día luminoso de noviembre de pronto para mí se ha nublado aunque siga viendo ese sol esplendoroso, porque me acabo de enterar que mi amigo Manuel Maldonado Fernández, ha muerto.

 
Manuel Maldonado, con el escritor y periodista Antonio Burgos

Quizás os pueda explicar como nos conocimos con las palabras que él mismo dijo en la presentación de uno de mis libros. Conocí a Ignacio a principios de siglo en el Archivo Municipal de Guadalcanal. Como somos de la misma edad, podría haberlo conocido en las atracciones infantiles de la feria durante los años cincuenta, en los guateques celebrados en la capilla de San Vicente en la década de los sesenta, o también en el entorno de la piscina. Pero no fue así, como digo nos conocimos en nuestro hábitat natural, allí donde solemos dar riendas sueltas a ciertas inquietudes y cumplir con nuestro compromiso social­­. Y en el Archivo, aparte de un cómplice, un amigo y solidario colaborador, me encontré con una persona ilusionada y comprometida con la Cultura y con Guadalcanal. Y no son halagos regalados propios de un acto como éste. La ilusión y el compromiso son cualidades constatadas en nuestro amigo Ignacio, como lo ha demostrado durante los cuatro años que ejerció como concejal de cultura, la hermana pobre de los presupuestos de cualquier  Ayuntamiento, fajándose durante los mismos en defensa de la cultura en Guadalcanal, o como autor de varias obras.

 
Manuel Maldonado junto a su esposa María José. en uno de los actos a los que asistió

Así de sencillo, así de amable era mi amigo Manuel Maldonado. Para mí, Manolo no puedo decir que ha sido como un padre, porque incluso soy unos meses mayor que él, pero indiscutiblemente ha sido mi hermano mayor desde que lo conocí como él dice, a principios de este siglo y el que me ha enseñado todo lo que sé de archivos, de historia y de cómo contarlas.



Manuel Maldonado Fernández, era natural de Trasierra (Badajoz), Licenciado en Ciencias Biológicas y Catedrático de Biología y Geología en el IES “San Isidoro” de Sevilla, donde desarrolló la mayor parte de sus treinta y seis años de docencia.




Como historiador llevaba muchos años dedicados al estudio de la Orden de Santiago, especialmente centrados en Llerena y su partido histórico, en el que se encuadraba Guadalcanal hasta 1835. Estas investigaciones han dado como fruto la publicación de varios libros sobre la Historia de los pueblos santiaguistas de Casas de Reina, Llerena, Reina, Trasierra, Valencia de las Torres y Valverde de Llerena y algunos más que seguro se me quedan en el tintero. Asimismo colaboró en publicaciones especializadas de ámbito nacional y autonómico, como la Revista de Estudios Extremeños, Archivo Hispalense o Chrónica Nova


En ellas se abordan aspectos que se han particularizado y desarrollado en numerosos Congresos, Jornadas y otros eventos interesados en la Historia de la Orden, sus pueblos y su gente, así como en más de setenta artículos publicados en la revista de Feria y Fiestas de Guadalcanal, y en las equivalentes de los pueblos santiaguista de Llerena.


 
Manuel Maldonado (con el diploma) junto a los alcalde de Malcocinado y Guadalcanal

Su relación con Guadalcanal, aparte la propia de la proximidad geográfica, ya se inició en su infancia con la asistencia a la populosa feria ganadera del Coso, allá por los años cincuenta, continuando en su juventud con visitas periódicas sobre todo a la piscina municipal y la feria. En la madurez, continuó esta relación con Guadalcanal especialmente atraído por nuestro voluminoso e interesante Archivo Histórico Municipal, al que ha visitado en más de cien ocasiones durante los últimos quince años y al que consideraba uno de los mejores, de los pueblos que en su día pertenecieron a la Orden de Santiago. 

Estas visitas han servido, además de ampliar conocimientos sobre la Historia General de dicha Orden, para publicar varios artículos en la Revista de Feria y Fiestas Patronales de Guadalcanal y de otros muchos pueblos de la comarca.



Aparte estas publicaciones en la revista local, ha difundido el nombre y la Historia de Guadalcanal más allá de su entorno inmediato, gracias a otros artículos publicados en libros y revistas de mayor difusión. Son los casos de los estudios titulados:


“La encomienda santiaguista de Guadalcanal”, publicado en la Revista de la Diputación Provincial de Sevilla (Estudios Hispalenses) en el año 2002.


“La feria de Guaditoca”, publicada en las Actas del Congreso Internacional “550 Feria de San Miguel”, Zafra, Septiembre de 2004.



En julio de 2012, tuve el honor de hacer la presentación en la antigua iglesia de Santa Ana, de su libro “LA VILLA SANTIAGUISTA DE GUADALCANAL” que había recibido el accésit al primer premio de la Diputación Provincial de Sevilla, dentro de la sección de Historia del Archivo Hispalense.



 
Manuel Maldonado en la presentación de su libro La Villa Santiaguista de Guadalcanal

Fue precisamente en un archivo, la última vez que vi en persona a Manuel Maldonado, precisamente cuando estaba terminando mi libro sobre la Historia de Guadalcanal del siglo XX, en el archivo del Arzobispado de Sevilla. Así que en un archivo nos conocimos y en un archivo –sin yo saberlo- me despedí en persona de mi gran amigo Manolo Maldonado.

 
Manuel Maldonado en la presentación de mi libro Guadalcanal Siglo XX - 1931-1940

A mediados de junio le hice nuestra periódica llamada telefónica y fue mi sorpresa que al preguntarle que qué tal estaba, me dijo que regular. Me estuvo explicando que había recaído de su anterior enfermedad y que le estaban dando tratamiento. Así que también, sin yo saberlo, ese 14 de junio fue la última vez que hablé con él.



En el recuerdo quedarán nuestros cafés en la Puntilla, con los jeringos de Trini o los que tomábamos en Llerena en la Casineta, con las tostadas con aceite. Las horas de charla en el Palacio o nuestras comidas para celebrar sus libros o los míos, o después de haber oído alguna de sus conferencias, tan didácticas, que todo el mundo las entendía.



Si me ha causado dolor enterarme de la muerte de Manuel Maldonado, más todavía por no haberme enterado cuando falleció, que fue el 14 de agosto pasado. A su esposa María José, con la que estuvo casada 42 años y a sus hijos, quiero trasladarle mi más sentido pésame por esta irreparable pérdida y siento de corazón no haberles podido acompañar en ese día.

Descanse en paz mi gran amigo MANUEL MALDONADO FERNÁNDEZ.




sábado, 22 de julio de 2017

SE PRESENTÓ EL LIBRO DE MUÑOZ TORRADO "ÚLTIMOS DÍAS DE LA FERIA DE GUADITOCA"

Moisés Bernabé, concejal de Cultura en el momento de iniciar el acto (Fot. Ramón Corpas)

Dentro de los actos que se han celebrado en la Velá de Santa Ana de este año, se ha realizado en la mañana del sábado, la presentación de la nueva edición que Ignacio Gómez, ha hecho del libro que Antonio Muñoz Torrado publicó en el año 1922, "Últimos días de la feria de Guaditoca".
El acto, que estuvo presidido por el Concejal de Cultura, Moisés Bernabé, contó con la asistencia de numeroso público.
Público asistente al acto. (Fot. Ramón Corpas)

  En primer lugar tomó la palabra Moisés Bernabé, que resaltó la labor que viene realizando Ignacio Gómez, para la conservación del patrimonio histórico de Guadalcanal, tanto como editor, como es el caso de hoy, o como escritor, como ocurrió el año pasado.
Agradeció a Ignacio Gómez, la colaboración que desde que asumió la Delegación de Cultura, le ha prestado y le pidió que siga trabajando, como lo ha hecho hasta ahora.
Moisés Bernabé en un momento del acto (Fot. Úrsula Gómez)

A continuación tomó la palabra Ignacio Gómez, agradeciendo la asistencia de los presentes al acto y a Moisés Bernabé, por las palabras que había dicho sobre él.
Seguidamente inició la presentación del libro, hablando en primer lugar del autor y posteriormente desglosó la historia de la famosa feria de Guaditoca y los hechos que ocurrieron para que ésta se trasladara a Guadalcanal.
Ignacio Gómez al inicio de su disertación (Foto. Úrsula Gómez)

Resumimos sus palabras a continuación:

Muchas veces, paseando por nuestro pueblo, nos hemos preguntado quién fue la persona cuyo nombre aparece en la calle por donde pasamos. Así tenemos, Pedro Vallina, Andrés Mirón, López de Ayala, Castelló Rodríguez, Muñoz Torrado, Ortega Valencia, Antonio Porras, Juan Campos, Juan Pérez, Luis Chamizo, Antonio Machado, Cervantes, Pemán, Pérez Galdós. etc. Todos ellos tuvieron su lugar en la historia, unos en la de Guadalcanal y otros a nivel nacional o mundial, como es el caso de Cervantes.

El nombre de quien hoy nos ocupa es Antonio Muñoz Torrado. Este paisano nuestro nació en Guadalcanal el 11 de abril de 1879 -curiosamente el mismo año que nació Pedro Vallina (29 junio 1879) y murió López de Ayala (30 diciembre 1879), ya ven, tres personajes unidos por un año-. De familia humilde, estudió la carrera sacerdotal en el Seminario Pontificio de Sevilla, en el que cursó Humanidades, Filosofía, Derecho Canónico y Teología, en la que se doctoró. Fue ordenado sacerdote en 1902, cuando contaba sólo 23 años. Posteriormente simultaneó la enseñanza de Latín y Gramática en el Seminario con la dirección del Boletín Oficial del Arzobispado, quedándole tiempo para colaborar en varias revistas y periódicos andaluces, entre otros: Bética, Revista Católica, El Correo de Andalucía, etc. También trabajó como auxiliar en el Archivo del Palacio Arzobispal  y dedicó muchas horas –como ahora veremos- a Guadalcanal. Posteriormente ganó por oposición una plaza de beneficiado en la Catedral de Sevilla.
  Fue comendador con placa de la Real Orden de Isabel la Católica, presidente de la Junta Diocesana de Arte y académico de la Real Academia de Buenas Letras, de Sevilla.

Numeroso público asistió al acto (Fot. Úrsula Gómez)

 A lo largo de su vida, escribió gran cantidad de libros, discursos y otros escritos, que podrán ver en el prólogo del libro que hoy les presentamos.
         Los relacionados con Guadalcanal, fueron:
·        Novena a Nuestra Señora de Guaditoca, (1916).
·        El Santuario de Nuestra Señora de Guaditoca, (1918).
·        Últimos días de la Feria de Guaditoca, (1922).
·        El poeta López de Ayala. 1828-1879, (1930).

Pero hizo más cosas Muñoz Torrado por Guadalcanal.

En el año 1913 fue el principal promotor de la restauración del Santuario de Ntra. Sra. de Guaditoca -había sido construido en el año 1647-, visitando despachos y animando a los vecinos de Guadalcanal y de otros pueblos de la comarca para que la ermita pudiera seguir siendo la casa de nuestra Patrona.

En los años 1922-1923, acompañado por el fotógrafo Luis Jiménez Placer, fotografió la mayoría de los monumentos de Guadalcanal, así como una amplia muestra de los tesoros eclesiásticos que se conservaban en las iglesias, quedando como testigo la magnífica colección que conserva la FOTOTECA de la Universidad de Sevilla.
Ignacio Gómez durante la lectura de su presentación (Fot. Ramón Corpas)

En el año 1923 realizó otro gesto como defensor de los monumentos de Guadalcanal. Hubo un intento de venta de la iglesia de San Vicente, iniciado por el párroco Pedro Carballo Corrales. Gracias a la intervención de Antonio Muñoz Torrado, que preparó un amplio informe histórico de la citada iglesia y movió a los pocos hermanos que quedaban de la Hermandad del Rosario de la Aurora, no fue autorizada la venta. El expediente ocupó más de setenta páginas, veintidós de ellas dedicadas al informe de Muñoz Torrado.
Este mismo expediente sirvió para que se abortara un segundo intento de venta del citado edificio el 29 de julio de 1935, ya que ante el interés de Rafael Cárdenas de comprarlo (para tirarlo y ampliar su casa que está anexa al mismo), el Arzobispado no autorizó la venta, refiriéndose al expediente que realizó Muñoz Torrado en 1923 y dando esta contestación: “Sevilla 3 de Agosto de 1935. Vistos los antecedentes de este asunto y especialmente lo actuado en el año 1923 como motivo de una solicitud del Sr. Párroco de Guadalcanal, decretamos que no ha lugar a lo solicitado en la instancia que nos ha dirigido D. Rafael Cárdenas Ordóñez.
Algunas componentes del Club de Lectura, con el editor Ignacio Gómez (fot. Úrsula Gómez)

Lástima que en el año 1977 no existiera un defensor de los monumentos de Guadalcanal como Muñoz Torrado que hubiera evitado la venta por el Arzobispado de Sevilla de esta iglesia de San Vicente, la de la Concepción y de las ermitas de San Benito, de El Cristo y parte de la Casa Rectoral. -Andrés Mirón lo intentó a posteriori pero ya no hubo marcha atrás en la venta, pero sí se salvó de la piqueta la iglesia de la Concepción-.

También el 20 de septiembre de 1926 realizó el discurso en el homenaje que se le tributó a López de Ayala, siendo asimismo uno de los impulsores del monumento que existe en la Plaza de España y que se inauguró el mismo día.

Igualmente –según reconoce Andrés Mirón en la introducción de su libro- tuvo que ver en la posterior publicación de la Historia de Guadalcanal por nuestro poeta, ya que la base de los documentos usados, aunque desordenados cuando los recibió Mirón, los había preparado Muñoz Torrado para una posterior publicación, cosa que preparó Andrés Mirón y que yo tuve la satisfacción de editar en el año 2006.

Todo esto tenemos que agradecerle al autor del libro que hoy les estoy presentando y que seguro es sólo parte del iceberg de lo que realizó durante su vida por Guadalcanal.

En 1925 fue nombrado –muy merecidamente- Hijo Predilecto de la Villa y se rotuló con su nombre la calle donde había nacido.

Finalmente, murió en Sevilla el día 24 de abril de 1937.
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El año 2002 tuve el gusto de volver a editar –gracias a la financiación del Ayuntamiento de Guadalcanal- el libro de “El Santuario de Ntra. Sra. de Guaditoca”, que Muñoz Torrado había publicado en 1918, ya que no existían prácticamente ejemplares de esa primera edición y pensé que debía ser conocido por las generaciones actuales.
         Lo mismo ocurre con el presente libro, que de nuevo hemos editado y que fue publicado por Muñoz Torrado en el año 1922. Gracias a la copia que me ha facilitado mi amigo Plácido Cote Rivero, hoy van a tener en sus manos este nuevo ejemplar, al que he unido otro pequeño libreto que Muñoz Torrado publicó en 1916, “Novena en Honor de Ntra. Sra. de Guaditoca”.
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¿Qué nos cuenta Muñoz Torrado de estos Últimos días de la feria de Guaditoca?
        
El libro que pudiéramos decir que es una continuación de El Santuario, nos cuenta cómo llegó a perderse una feria que desde tiempo inmemorial se celebraba durante tres días de la Pascua de Pentecostés y que, si queremos comparar con las que existen actualmente, era más importante que la actual de Zafra.
         Para que nos hagamos una idea, en el cuaderno formado en 1786 para el ajuste de la cuenta de maravedises que cobró en aquel año la Justicia de la Villa, nos da testimonio fehaciente de que allí se vendían –como nos cuenta Muñoz Torrado- desde las vituallas más necesarias para la vida, hasta los objetos más lujosos y superfluos, que podía desear el más refinado gusto. En los Portales, que formaban una gran plaza delante del Santuario, estaban las tiendas de lienzos y sedas, cintas y encajes, sombreros y zapatos, cueros y cordeles de cáñamo, estambres y paños, baratijas y alhajas de oro y plata. En los puestos de las esquinas, y en otros, ya adosados a los muros del Santuario, ya esparcidos por el valle, se vendían vinos, desde los afamados de las bodegas de la Marquesa de la Vega, hasta el mosto de la última vendimia, aguardientes y refrescos, tabacos y turrones, chacinas y abadejo, aceite y vinagre. En mesas y tablas, que arrendaba el Santuario, tenían sus vendejas los jergueros de Sevilla, de Carmona, de Tocina, de Medina de las Torres y de Fuente de Cantos; los de Montemolín vendían costales, los granadinos pitos, los de Berlanga bayetas, los de Martos cordonería; botones los de Écija y Cabra, frutas los de Palma; sin que faltaran campanillos y cencerros, suelas y horquillas, palas y aperos de labor; herrajes y ferretería, hormas para zapatos, y calzados, paños y estemeñas, espartos, sedas y lienzos; no siendo corto el número de vendedores de garbanzos tostados y alfajores, avellanas y turrones, frutas del tiempo y quesos… Y mil y mil cosas más, en que pudieran gastar dinero los peregrinos, ya para proveerse de cera y exvotos que ofrecer al Santuario, ya para llevar a los suyos algún recuerdo de aquellos días que pasaron alegres y contentos en las vegas de Guaditoca. En una relación existente de 1789, aparecen casi 250 puestos registrados .
Amigos de Ignacio Gómez al finalizar el acto (fot. Úrsula Gómez)

              Pero la parte más importante del ferial era el mercado de ganados.
         El sitio reunía para ellos las mejores condiciones, no siendo la menos principal el que por allí pasa la vereda real de carnes y que los pastos son abundantes en las dehesas próximas y excelente el abrevadero del río, que besa los muros del templo por el lado sur. No faltaría ni el ganado de cerda, ni el vacuno; y concurrían rebaños de ovejas y cabras. De estos ganados no hablan los cuadernos de registros, dedicados solamente a la compraventa de caballerías, donde aparece relación de 124 pueblos que habían traído animales. Hierros de las más acreditadas cuadras de Andalucía y Extremadura ostentaban caballos, potros y yeguas, mulos y asnos, siendo numerosas las transacciones y viniendo los compradores y vendedores de muy lejanas tierras. Allí se daban cita el modesto labriego y el rico labrador; aquél en busca de la yunta de poco precio que le ayudase a labrar su pegujal, y éste en demanda de brioso corcel; el tratante en ganados de la campiña andaluza y el proveedor de caballos de los regimientos del Ejército; el venido de las márgenes del Tormes y el que comercia con Gibraltar desde el vecino campo de San Roque; el de la Sierra de Aracena, y el de las vegas del Guadiana; los labradores de Carmona y de Écija y Jerez y sus comarcas y los labradores extremeños… hasta de Valencia venían en busca de potros para recriarlos. Dan esos pueblos importancia al ferial y llevan de un extremo a otro el nombre de la feria de Guaditoca.
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¿Y qué pasó con todo esto?

         Pues sencillamente, que llegó un nuevo Corregidor, D. Antonio Donoso de Iranzos y observó la gran cantidad de limosnas que recibía la Virgen por todos los puestos que llenaban la explanada del Santuario y, precisamente, presenció una discusión entre el Patrono Juan Pedro de Ortega (descendiente del Marqués de San Antonio) y el colector de la iglesia de Santa María de Guadalcanal, por unos desacuerdos en el pago a los clérigos que asistían y decían misa a la Patrona durante todos los días de la feria.
         El Sr. Donoso de Iranzos a la vista de la falta de control por la autoridades de Guadalcanal de los ingresos que se producían y poniendo como excusa la falta de comodidad de los asistentes y otros temas que leerán, inició un expediente para trasladar la Feria a Guadalcanal.
         Después de varios años de litigio entre la familia de los Ortega y el Consistorio, el traslado se realizó el año  1792 y fue el principio del fin de esta famosa feria.

Ya en Guadalcanal, la feria se empezó a celebrar en la Plaza de España, pero aparte de que a los vendedores les costaba más caro poner sus puestos, era imposible poner los más de doscientos que se colocaban en el Santuario de Guaditoca. Lo mismo ocurría con los animales que, aunque los pusieron por detrás de la antigua casa del Comendador, en ningún caso se podía comparar con las condiciones existentes en la Vega del Encinar.
        
Poco a poco la asistencia fue disminuyendo y, con ello, la importancia de la feria, que finalmente se trasladó al ejido de El Coso en el año 1900, donde los más mayores todavía recordamos El Rodeo que se celebraba por las mañanas en los terrenos que ahora ocupa la piscina y el cuartel de la Guardia Civil y la procesión que el tercer día de la feria se le sigue realizando a la Virgen de Guaditoca, en recuerdo de la que se le hacía en su Santuario.

¿Qué hubiera pasado si el traslado no se hubiera realizado?
¿Habría evolucionado y hoy tendríamos uno de los eventos más famosos de la comarca?
                                                                             
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Con esta publicación, cierro el ciclo que inicié el año 2002 dedicado a Muñoz Torrado con la publicación de “El Santuario de Ntra. Sra. de Guaditoca” y que termino con la edición de este libro que, como ya he comentado, contiene “Últimos días de la feria de Guaditoca” y “Novena en Honor de Ntra. Sra. de Guaditoca”, con la ilusión de que su nombre y sus historias sobre nuestra Patrona sean recordados por muchos años.

Por último, no quiero despedirme sin antes agradecer a nuestro concejal de Cultura, Moisés Bernabé Vergara, la cubierta del libro que ha diseñado expresamente para esta edición y que recoge el aspecto que pudo tener en esas fechas el Santuario de nuestra Patrona.

Muchas gracias por su asistencia.
Momento en el que Ignacio Gómez entrega el cuadro al concejal de Cultura (fot. Úrsula Gómez)

             Después de recibir unos calurosos aplausos del público asistente, tomó de nuevo la palabra Ignacio Gómez y agradeció al concejal de Cultura la cubierta que ha preparado para la nueva edición de este libro y le ofreció el cuadro que había preparado para la presentación con una ampliación del trabajo que había realizado, para que lo conserve como recuerdo del primer trabajo de estas características.

          Numeroso público pasó por el lugar de venta del libro y muchos de ellos pidieron a Ignacio Gómez su firma en el libro, advirtiendo éste, que lo hacía como editor, ya que el autor fue en su día, Antonio Muñoz Torrado.




             Los interesados en adquirir el libro, pueden comprarlo en los lugares habituales y en casa del editor, calle San Sebastián, 22 - Guadalcanal.



viernes, 14 de julio de 2017

NUEVO LIBRO DE ANTONIO MUÑOZ TORRADO



Ignacio Gómez Galván, Presidente de la Asociación Cultural Benalixa tiene el honor de invitarle a la presentación de la nueva edición del libro “Últimos días de la Feria de Guaditoca” del escritor Antonio Muñoz Torrado.


El acto tendrá lugar el día 22 de julio de 2017 en la iglesia de Santa Ana  a las 12:30 horas de la mañana.

jueves, 27 de abril de 2017

PRESENTACIÓN LIBRO DE CERVANTES A LOS ALUMNOS DE ALANÍS

Ignacio Gómez durante la presentación del libro

En el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Alanís, ha tenido lugar en la mañana del día 26 de abril, la presentación del libro "Cervantes y su ameno coloquio en la Sierra Morena de Sevilla".

Al acto han acudido unos cien alumnos, que acompañados de sus profesores, llegaron a las doce de la mañana al edificio del Ayuntamiento.

Eva Ruiz, alcaldesa de Alanís junto a Ignacio Gómez, al inicio del acto
Tras una breve  presentación por la alcaldesa de Alanís, Eva Cristina Ruiz, tomó la palabra el autor del libro Ignacio Gómez. Agradeció en primer lugar a la alcaldesa de Alanís sus palabras y dio las gracias a todos los asistentes, por su presencia en el acto, entre los que se encontraban el alcalde de Guadalcanal, Manuel Casaus, acompañados por los concejales, Manoli Cortés, Moisés Bernabé, Cristina Diaz Omenat y Maribel Chaves. También la concejal de cultura de Alanís, Dolores López Lora y otros concejales del Ayuntamiento, así como los maestros del colegio de Alanís.
Un momento de la recreación que hicieron los alumnos, de algunos personajes del libro

Seguidamente inició la presentación del libro, que resumimos a continuación:

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...Desde que Cervantes escribiera El Quijote, nos enseñó a todos los escritores, ya sean profesionales o aficionados, como es mi caso, que en los libros pueden suceder muchas cosas, aunque nos parezcan inverosímiles.

Si Miguel de Cervantes dice que se encontró los manuscritos de El Quijote en Alcanal, ¿por qué no me podía encontrar yo en el archivo de Guadalcanal unos papeles que hablan de la visita de Cervantes a Alanís y Guadalcanal?

Dice mi prologuista que no deja de ser sorprendente que una tierra, en donde el maléfico vicio de la lectura es minoritario, tenga un notable aliento literario que se plasma tanto en escritores nacidos en Alanís y Guadalcanal, como en obras que lo mencionan…

Así ocurre efectivamente en Alanís y Guadalcanal, la prueba la tiene que el pasado sábado se celebraron aquí unos actos para conmemorar los 400 años del fallecimiento de Cervantes y los Premios Literarios “Juan de Castellanos” y en Guadalcanal se está celebrando esta semana también actos del día del Libro.
Los jóvenes personajes, en ameno coloquio

Sigue el prologuista del libro diciendo que …se entiende por cultura, fundamentalmente la lectura que, no lo olvidemos, reduce la ignorancia, atenúa nuestra vanidad, potencia la imaginación, recupera en nosotros la capacidad de sorpresa que perdimos a medida que nos hacíamos mayores, nos desinstala de peligrosas seguridades y nos permite comprender cada vez más a los que no piensan como nosotros, haciéndonos a la vez que más humanos más ciudadanos. Habrá quien arguya que el Quijote es demasiado como lectura iniciática, pero son tantos los tesoros escondidos en este monumental tratado de ironía, que será provechoso leerlo más de una vez a lo largo de la vida.  Este improvisado prologuista espera y desea que se cumplan los fines de esta edición, y que los beneficios que se derivan del cultivo de la mente prendan en los adolescentes guadalcanalenses y alanisenses…
 
Ignacio Gómez con los jóvenes actores al final de la representación
Así que después de leer El Quijote no debemos sorprendernos de que el pasado año coincidiendo con la conmemoración del cuarto centenario del fallecimiento de D. Miguel de Cervantes haya encontrado en el archivo de Guadalcanal un manuscrito anónimo sobre una estancia de Cervantes en Guadalcanal, que junto con otros personajes de la época: Juan de Castellanos de Alanís, Diego de Funes, Jerónimo de Ortega Valencia y Francisco Muñoz de la Rica, de Guadalcanal, celebraron una larga comida en el mesón de El Toro.

Repito que no debe sorprendernos, ya que en investigaciones posteriores, encontré que efectivamente en esas fechas existía en Guadalcanal ese Mesón de El Toro y que todos los personajes que aparecen, tenemos datos históricos que confirman vivieron en las mismas fechas.
Asistentes al acto en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Alanís


Qué se van a encontrar nuestros jóvenes lectores de Alanís, en este libro sobre Cervantes?.

Como bien dice mi amigo Pepe Álvarez, la historia se desarrolla en un antiguo Mesón de El Toro, situado en la calle del mismo nombre, hoy denominada Jurado, junto al Pilar de la Cava.
En este local vais a encontrar a una serie de personajes de Alanís y Guadalcanal, que en amena charla, van a pasar varias horas.
Este tipo de reuniones me supongo que las habréis visto algunas veces, cuando vuestros padres y sus amigos quedan un día en el campo y entre copas de vino y tapas de jamón, tortillas, chorizos y otras viandas, pasan varias horas de charla en buena compañía.
Pues así lo van a hacer Cervantes y Juan de Castellano, Jerónimo de Ortega Valencia, Diego Funes y Francisco Muñoz de la Rica. Durante la reunión en el Mesón, que me atrevo a asegurar que duró por lo menos desde media mañana hasta altas horas de la noche, Cervantes nos va a ir contando su vida hasta este año 1592, sus alegrías y sus tristezas, que muy atentos escuchan nuestros personajes más cercanos, como Juan de Castellanos que marchó a América muy joven, o como Jerónimo de Ortega Valencia, hijo de Pedro Ortega Valencia, descubridor de una isla en el Pacífico a la que puso Guadalcanal, y con ese nombre se la sigue conociendo. Diego Funes y Francisco Muñoz de la Rica, dos guadalcanalenses que también viajarán a América.
Todos ellos nos van a ir comentando historias y cosas de nuestros respectivos pueblos, a la vez que suceden unos hechos en este Mesón, que luego Cervantes usó para su libro del Ilustre Hidalgo Don Quijote de la Macha.

También tendrá tiempo Cervantes de hacer una parada en la mesa que ocupan Andrés de Mironés, José Alba, Jesús de Toledo, Guzmán de Alanís y Louis de Niza, todos poetas y escritores de Alanís y Guadalcanal,

Espero que este libro no solo lo leáis vosotros, quiero que pidáis a vuestros padres que también lo hagan y que después podáis hablar sobre el mismo y las historias que se cuentan...

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Terminada la presentación, el autor se llevó una sorpresa no esperada, porque lo que él se pensó que era un decorado para el acto, resultó ser un decorado donde aparecieron jóvenes actores y los personajes de su libro se hicieron realidad sobre el escenario y comenzaron a hablar. Así que durante unos minutos estuvimos disfrutando de la interpretación de algunos pasajes del libro por los alumnos del colegio de Alanís.

A continuación pueden ver un video que nos ha enviado Mª Dolores López Lora, concejal de Cultura de Alanís, con un resumen de la interpretación de los jóvenes actores.





De nuevo Ignacio Gómez subió al estrado y dio las gracias a estos actores que han dado vida a los personajes de su libro, e informó a todos los asistentes que a continuación se entregaría el libro sobre Cervantes, que ha sido patrocinado por la Diputación de Sevilla, gracias a la gestión realizada por Manuel Casaus, alcalde de Guadalcanal.
Al final del acto posaron junto al autor algunos de los asistentes al acto