lunes, 22 de agosto de 2011

ADELARDO LÓPEZ DE AYALA - 28


El teatro reflejó el eco de estas contiendas políticas que precedieron; la Gloriosa, o la sucedieron; unas veces, para exaltar principios fundamentales de la revolución; otras, para ponerlos en solfa, cuando ya se había logrado. Algunas obras, al parecer distantes de toda ideología política, tenía dentro de la intriga cierta significado, o por lo me. nos se le pretendió dárselo; así El Dominó azul, zarzuela de Camprodón y música de Arrieta, estrenada en el Teatro Circo en Febrero de 1853; La almoneda del diablo, de Rafael M. Liern, música de Leandro Ruiz, una de las comedias de magia más aplaudidas en su tiempo, estrenada en el mismo teatro el 10 de enero de 1864; algunas tan íntimamente ligadas con el teatro de Ayala como El argumento de un drama, de Antonio Hurtado, estrenada en el Teatro del Príncipe en noviembre de 1867; La gran Duquesa de Gorolstein, adaptada por Julio Monreal, en el Circo, 7 de noviembre de 1868; Una historia en un mesón, de Narciso Serra y música de Gaztambide, en la Zarzuela el 5 de junio de 1861; pero las más alusivas al momento: Pascual Bailón, de Ricardo Apuente y música de G. Cereceda, en el Circo el 15 de octubre de 1868; La político-manía, de Leopoldo Bremón y música del maestro Leandro Sunyer, también en el mismo teatro el 16 de mayo de 1867. Y, por fin, un apropósito satírico de la política: Septiembre del 68 y abril del 69, de Rafael María de Liern, música de José Vicente Arche, en el Circo de Paul el 5 de julio de 1869. En esta última, aunque no es la política el centro sino más bien un reflejo del ambiente teatral que se respiraba, hay chistes alusivos a los personajes de su tiempo. Dice Mercurio:

«Y veréis, voto a mi abuela,

que en restoranes y hoteles

a lo Prim habrá pasteles,

riñones a lo Silvela,

chalecos a lo Zorrilla

y a lo Romero habrá pasta,

bigotes a lo Sagasta

y a lo Topete patilla;

peinado a lo Montemar,

y botas a lo Quintero

y bastón a lo Rivero

y lengua a lo Castelar;

y envolverá un ruin sarcasmo

cuanto hoy se abrillante y luce,

que esos efectos produce

la plétora de entusiasmo.

…………………………….

EUTERPE :

¡Iríais a ver a Ayala!

MERCURIO:

Por supuesto.

EUTERPE :

Cuenta, ven.

MERCURIO:

No nos recibió muy bien.

Nos hizo hacer antesala.

¡y no es que el hombre se suba!

La entrevista fue concisa,

porque le metía prisa

no sé qué cosas de Cuba.

Y expedientes, circulares

y los mulatos (Euterpe se ríe). ¿Te alegras?

Chica, se ponen más negras

las letras peninsulares.

Del negro berenjenal

se ha cansado el buen señor,

y ha pospuesto a la de autor

la pluma ministerial,

tiros le asesta la crítica

por causas que no penetra...

mas van a ganar las letras

lo que pierda la política.

EUTERPE:

¿Y don Juan Eugenio?

MERCURIO:

Vive.

García Gutiérrez...

EUTERPE:

¿Qué?

MERCURIO:

Le hallé ausente.

EUTERPE:

Ya lo sé.

MERCURIO:

Politiquea, no escribe.

EUTERPE:

¿Y Bretón?

MERCURIO:

A lo que infiero,

tanta perversión le hastía.

EUTERPE:

¿Y Cazurro?

MERCURIO:

Juraría que ha hecho añicos el tintero.

EUTERPE :

Tamayo...

MERCURIO:

Ni letra y media

lo que valen allá abajo,

no se toman el trabajo

de pensar una comedia.

Que el teatro se muere en suma

¡con una historia tan clara!

Otro gallo nos cantar

si ellos tomaran la pluma.»

Acto II, escena III.

La obra terminaba con un número de can-can.

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