Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I
(Se mantiene la ortografía de la época)
Juanes de Vitemherg, aleman, promete grandes esperanzas de lo que se sacará, andado el tiempo, destas minas; porque aun dice que en los terreros hay alguna plata; pero hasta ahora no ha hecho novedad ni cosa que se pueda contar mas que mostrarse muy esperto y liberal ensayador: en lo otro creo que irá por sus pasos contados; tengo sospecha que es codicioso, y querría topar alguna cosa llena y nueva donde tuviese parte; porque habrá siete ó ocho dias que vinieron aquí ciertos mercaderes alemanes de Sevilla, que están concertados para desaguar la mina de Hornachos en que tienen parte, y luego se fue con ellos y estuvo allá hace dos días teniendo acá tanto que hacer, y á un día vino malo, y lo esta; y se agravian mucho del poco salario, y si tienen tan poca gente como agora, no terná razon; porque ni tiene caballo ni mas que dos pages, pero espántale ver valer una libra de pan medio real, y una gallina cuatro reales: yo le hice un buen aposento con sala y cámara, é recámara é chimenea comprósele una muy buena cama con sus paramentos, y otra para sus criados, y sillas, y mesas, y todo el ajuar nescesario, y todo no basta para contentarle ni consolarle sobre esto de poco salario; porque dice que pensó que le hablan de dar de comer á él y á su gente, y si tuviera muchas cabalgaduras fuera algo crescido el partido; porque valiendo trece reales la hanega de la cebada, y no hallándose paja por ningun dinero, gasta cada bestia cerca de tres reales cada dia. Desde que se sonó por estas partes la venida de este aleman, ha crescido un daño en estas minas que se va haciendo irremediable, y es que don Francisco de Mendoza á instancia suya, despidió un dia en estas minas veinte é cinco ó treinta alemanes que servian de mineros y de tirar los tornos, hallándose que los mineros no tenían industria, y los unos y los otros llevaban escesivos salarios, y aun ansi se fueron; y con algunos buenos mineros que quedaron, que serian hasta ocho ó diez, y en todos los fundidores y los ademadores, carpinteros y en los moledores é lavadores que es todo un oficio, don Francisco por su parte é yo por la mia nos dimos tal maña, que se concertaron por sueldo señalado con obligacion de servir un año, paresclendo que teniendo prendados estos oficiales, que son los que yo digo y he dicho siempre que son menester de Alemania, con haber algunos pocos mineros que industrien á los nuestros, no hemos menester aquella canalla, que no hacen tanto y llevan mucho mas que los nuestros; y ansi nos hemos valido hasta agora sin ellos; despues hase ido divulgando la venida de este aleman, añadiendo que estas minas se han de gobernar y tratar por los alemanes y ser el administrador el aleman, con cuya fima no ha quedado en Sevilla flamenco ni aleman, ni en Cádiz ni en Gibraltar, y aun desde Portugal, que no acuda aquí, como quier que es verdad, y confiesa el aleman que en todos ellos no hay hombre que sea buen minero; pero no obstante esto, y que unos son marineros y otros bohoneros, y otros que venden coplas y agujas, y otros de los romeros que pasan cantando á Santiago, que en llegando aqui, al que dice que sabe algo de minas, le dan estos dos capitanes Adam y Claudio al que entra en el pozo cuatro reales, y al que tira el torno tres y tres y medio, y todos ellos trabajan por duas,
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