domingo, 21 de junio de 2009

LAS MINAS DE PLATA DE GUADALCANAL - 37

Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I

(Se mantiene la ortografía de la época)

En cartas de 16, 20 y 28 de abril, y 4 de mayo, participó Zárate a la señora Princesa y al contador Francisco de Almaguer todas las ocurrencias de dicha época; y de la Real carta de respuesta á todas ellas, resulta que habia enviado á la corte un pedazo de cochizo, que su Alteza mando ensayar, y correspondió cada quinta á ochenta y cuatro libras de plomo plata, de las cuales las ochenta y dos era de plata. ¡Producto asombroso!
Resulta tambien, que las minas de Cazalla daban á quince y á veinte marcos por quintal.
Y habiendo avisado Zárate que ñas peñas que atravesaban las minas eras muy duras, se le dice que poniéndoles fuego encima se hunden y ablandan, según habia informado á su Alteza.
Todo esto y otras particularidades consta á la larga del siguiente Real despacho.

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Respuesta á las cartas de Agustín de Zárate de 16, 20 y 28 de abril, y 4 de mayo de 1556, sobre el estado de las minas y negocios tocantes á ellas.

Contadurías generales, núm. 3072.

26 de mayo de 1556.

EL REY.- Agustin de Zárate, mí criado: Ví vuestras cartas de deciseis , y veinte, y veinte y ocho del pasado, y cuatro de éste; y el contador Almaguerme hizo relacion de lo que le habeis escrito, y haceis muy bien en avisarme con todos del suceso desas minas, y de la riqueza dellas, porque hueglo mucho de saberlo: Dios la lleve adelante. El pedazo que eviastes del cochizo mandé acá ensayar, y salieron dél á respeto de un quintal de metal ochenta y cuatro libras de plomo plata, y destas fueron las ochenta y dos libras de plata, que es cosa de admiración, como escrebis; y ansi será bien que para memoria de una cosa semejante me envieis la arroba de este cochizo que decís, para que lo mande guardar en mi cámara.
Tambien holgué de saber la relacion que me enviastes de las minas de Cazalla, y de que sean tan ricas que salgan las unas á veinte marcos por quintal, y la otra á quince, y como decís, aunque las de veinte marcos son delgadas, debese esperar que por estar cerca unas de otras, vendrán á juntar y hacer cuerpo en ahondándolas. A don Francisco de Mendoza escribo que vaya luego á verlas, y me avise de lo que le paresce se debe proveer para la fábrica dellas. Luego que venga su respuetas lo mandaré poner en obra, y asinmismo le envioá mandar que me avise de lo que le parece de las minas de Valverde, que habia de visitar de camino, paraque se comiencela fábrica dellas, y os podais aprovechar de su plomo y almártaga para esa fábrica; que ya veo cuanto conviene que estas fábricas se asienten lo mas presto que ser pueda, para conseguir el fruto dellas sin dilacion, como es menester para socorro de mis necesidades y otras cosas que importan mucho á mi servicio.
Las peñas que atraviesan en las minasen que decís que se pasa mucho trabajo y costa en picarlas, he sabido que poniéndoles fuego encima se hunden y ablandan, y que ansi se quiebran y desbaratan con facilidad. Hareis probar esto para ver si aprovecha, y avisarme heis dello.
La cédula que pedís para que el alcalde Tejada en ausencia, ó por indisposision ó ocupacion del alcalde Salazar, entienda en hacer labrar la moneda de plata que se inviare á Sevilla va con ésta.
Sobre lo de la madera, invío para don Francisco la cédula que vereis, con la cual se podrá proveer toda la que fuere menester. Terneis cuidado que se traya con tiempo para que no haya falta della en esa fábrica.
Como otras veces os he escrito, conviene mucho que se abran todos los pozos de que se puede sacar metal, y que se meta en ellos toda la gente que pudiere trabajar, para que mas presto se saque el metal; debereis tener cuidado que ansi se haga, y mirar que en la parte donde se cavare el metal no anden á la flor dello, sino que toda la tierra en que haya alguna mezcla dello se cave, y saque y aproveche, sin que se desperdicie ninguna cosa, pues es tan rico; y avisarme heis si en los meses del invierno podrán cavar y sacar el dicho metal, ó en qué se ha de ocupar la gente desa fábrica en aquel tiempo, y qué plata se podrá sacar della cada mes poco mas ó menos hasta fin de octubre; y despues en los meses del invierno, porque hay necesidad de saberse para proveer algunas cosas.
Está bien lo que habéis hecho de haber repartido en vestir á Claudio y otros dos alemanes los cincuenta ducados que por otra os mandé que diésedes al dicho Claudio.
Pues decís que esos tudescos son tan necesarios para esa fábrica, debeis tener manera con ellos para que no se vayan, y se ocupen en ella, y apretar á Juan de Xuren para que os dé razon del asiento que con ellos tenia hecho, y la demasía que vos les dais, sabed quién la goza, y si la lleva él, entendereis por qué causa lo hace, y avisarme heis de todo.
Ha sido muy bien traer el fundidor de Almodóvar, pues es tan buen oficial; y pues los tudescos son gente tan trabajosa y variable, debeis procurar que los naturales de acá aprendan todo lo que ellos hacen, porque si se quisiesen ir haya quien supla por ellos.
La casa del campo haréis que se acabe de la manera que tengo mandado, y que se haga en ella donde se recoja el carbon; y pues hay tanta gente en esa fábrica, haréis cerca de la casa una ermita de tapias, tejada, de razonable cuerpo, donde puedan todos oír misa los días de fiesta, con su campana y altar, y una cruz con su crucifijo por retablo; y que el capellan, que por otras tengo mandado que sirva en esa fábrica, les diga misa.
La órden y cuenta que os tengo mandada que se tenga en los pertrechos y materiales, parece que desde luego se puede poner en efeto, dando al mayordomo alguna pieza de la casa, en que los tenga debajo de llave, si el almacén donde han de estar no fuere acabado, sin aguardar á que os paseis vos á ella; y pues, como sabéis, se ha de tener cuenta de lo que procede de cada mina, y se gasta en ella, para con los halladores, haréis que el dicho mayordomo tenga cuenta distinta de lo que diere para la mina ó minas de que tuviéredes cuenta á parte.
Sobre lo que decís cerca de las partidas de Gonzalo y Rodrigo Yañez y Francisco Lopez, y de los cincuenta marcos de los vecinos de Azuaga, guardareis la orden que os está dada, determinándolo como mejor os pareciere conforme á ella, y lo mismo haréis en lo de las tres planchas de plata que decís que pesan cien marcos, y estan embargadas, siendo de los partidos que se daban á los vecinos de Azuaga.
La obligacion que decís que el alcalde Salazar halló en Sévilla en el cofre de Martin Delgado, dársela heis á él ó a quien mostraré poder especial suyo para recibirla.
Al monesterio de los descalzos de Guadalcanal haréis hacer cuatro cálices de plata de obra llana, que pesen hasta diez marcos, y librareis la plata y hechura de ellos en los depositarios, y demás desto libraréis á la persona que nombrare el guardian y frailes del dicho monasterio cien ducados de limosna para sus necesidades.
Ansimismo librareis en los dichos depositarios lo que ha costado la campana que se ha hecho para la iglesia de santa Ana de Guadalcanal, pues es justo que se hagan todas estas cosas en esa villa; en algun reconocimiento de lo que Dios da en los términos della.
Lo que toca á los halladores desas minas, he mandado que se entienda bien para que se sepa los que son partes ciertas, y se vea lo que se ha de hacer con ellos, y tambien con los arrendadores de los mineros.
Lo que decís se debe dar al licenciado Francisco Rodríguez, médico y cirujano de Guadalcanal, para que cure á los heridos y enfermos desa fábrica, y los tenga en su casa y les dé camas y servicio, es muy bien que se haga, y ansi le debeis asentar por ello los veinte y cuatro mil maravedis que escrebís que basta se le den por todo esto en un año, para que los lleve todo el tiempo que fuere necesario desde el dia de la fecha de ésta; y librárselos heis por tercios del año, como los hoviere servido, en los dichos depositarios.
En lo que escrebís sobre la parte que Bustamante pide de los alimentos que se dan á Martln Delgado, responderle héis que siga su justicia.
A ese pobre hombre de Gonzalo Delgado le haréis dar hasta docientos ducados en cuenta de lo que hubiese de haber, dándoselos poco á poco para que se empleen de manera que él y su muger y hijos estén bien vestidos y mantenidos, conforme á la calidad de sus personas, para que no los gasten en otras cosas.
A la persona que han puesto los que pretenden tener derecho á la parte del dicho Gonzalo Delgado, proveedor de lo que toca á sus minas, haréis dar los tres reales que ha de haber cada dia en el tiempo que en ello se ocupare, poniéndolos á cuenta del dicho Gonzalo Delgado y sus consortes.
El relox que habeis comprado para esa fábrica, y lo que habéis proveido que haya en ella obligado para la carne y pastelero, está todo muy bien.
Las libranzas últimas que vos he mandado que hagais pagar, son una del Príncipe Andrea Doria, de cien mil ducados, de que se le han de pagar en fin de este mes los veinte mil dellos; y otra á Hernando Ochoa, de veinte y dos mil ducados; y, segun lo que habéis escrito, éstas se podrán cumplir de lo deste mes, y aun sobrarán dineros. Avisarme heis de la cantidad que sobrare.
A don Francisco de Mendoza escribo que, pareciéndole se deben asentar las fábricas en Cazalla y Valverde, provea que luego se comiencen á hacer las casas que son menester para ellas; y que Ramoin vaya á hacer las casas para las de Aracena: vos hareis dar á las personas que don Francisco nombrare hasta mil ducados para las obras de las dichas casas de Cazalla y Valverde; porque Ramoin gastará lo que fuere menester para lo de Aracena de los dineros que vos mandé que le librásedes; y esta carta mostraréis á don Francisco, de la cual mando que tome la razon Francisco de Almaguer, mi contador hecha en Valladolid á veinte y seis dias del mes de mayo de mil quinientos cincuenta y seis años.
Avisarme heis cuantos marcos se sacan agora por quintal poco mas o menos, y mirad que os habeis descuidado de enviar la relacion de la plata que se saca de quince en quince dias; como escrebistes que lo arriadse, por tanto enviadla luego de todo lo pasado, y despues de quince en quince dias, porque con esto se sabrá acá lo que se podrá librar.- La Princesa.- Por mandado de S. M.; su Alteza en su nombre - Juan Vázquez.- Señalada de Gutierre Lopez de Padilla, y el contador AImaguer, y el licenciado Valderrama, del consejo de la hacienda de su Magestad.

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