Los metalúrgicos Españoles en América
http://www.ateneodemadrid.net/biblioteca_digital/folletos/Folletos-0068.pdf
GUADALCANAL
Según unas Noticias históricas que escribió Antonio Muñoz Torrado, y que recoge en un artículo el investigador Salvador Hernández González, en 8 de octubre de 1691 el Prior del convento de Santo Domingo de Llerena, a cuya jurisdicción pertenecía la villa, aprobó las primitivas Reglas de la Cofradía, aunque ya en las primeras décadas se detecta decadencia. Es entonces cuando surge la figura carismática del venerable Simón el Ermitaño, que reactiva la devoción del Rosario y su corporación, fruto de lo cual fue la edificación de una capilla dedicada a San Vicente Ferrer, que se acabó de construir en 1739. Todo parece indicar que ya entonces se organizaría una congregación o hermandad dedicada al uso del rosario de la aurora por las calles, distinta de la cofradía dominica, aunque se considerara continuación de aquella. Esta congregación aprobó nuevos estatutos con su carácter formal ya de hermandad diocesana en 1792.
La capilla fue abandonada y hoy en día es sede de una peña deportiva.
http://www.rosarioensevilla.org/hermand_rosario/provincia.htm
El 20 de diciembre de 1646 Zurbarán hizo público reconocimiento de haber recibido el importe de la pintura y dorado del retablo9 y el siguiente día veintitrés lo dieron por definitivamente puesto «en su lugar y honestamente dorado» el Provisor de la Provincia de León D. Diego de Baños Salgado y Don Pedro de la Fuente Moreno, cura también de la iglesia10. El Mayordomo de la Fábrica de la Virgen lo era Francisco de Castro y, en aquella fecha, Prior de la provincia de León Toribio Posada y Valdés.
A Zurbarán se le pagaron 17.050 reales «por el dorado y pintura del retablo». De ellos se le habían entregado 550 al contratar el retablo en 1639. El resto se le pagó después en dinero y con la entrega de una lámpara de plata11.
Junto con los dineros entregados a Zurbarán, por el retablo también se pagó a Juan Rodríguez, albañil «de sacudir la Yglesia, traer la cal y blanquear la capilla maior para asentar el retablo nuevo de la dicha Yglesia»; al pintor Manuel Rodríguez (A Tejada Vizuete se deben las escasas noticias que se tienen de este pintor Manuel Rodríguez. Discípulo de Diego de Duelas y autor del retablo mayor del convento del Espíritu Santo, de Guadalcanal (Sevilla), Manuel Rodríguez, además de haber tomado parte corno pintor en el retablo del altar mayor de la Granada, colaboró con Velázquez para obras de pintura análogas a las que habían sido ejecutadas en Llerena.)
«por dorar dos atriles y las varandillas del altar maior» así como por ayudar asentar el retablo como tal pintor»13.
El importe económico del retablo fue costeado por los vecinos de la ciudad -se recaudaron dos mil trescientos sesenta y un reales de vellón y ochenta y cuatro reales de plata-, por la propia parroquia de la Granada, que para ello vendió una lámpara de plata, de dieciocho marcos y medio menos media onza -valorada en mil sesenta y cinco reales-, por el Consejo -donada por el indiano Miguel Nuñez Santiago, que a tal fin había mandado desde América un barretón de oro, valorado en tres mil cincuenta y nueve reales y un cuartillo de vellón.
http://www.dip-badajoz.es/publicaciones/reex/rcex_1_2004/estudios_03_rcex_1_2004.pdf
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