miércoles, 20 de mayo de 2009

MINAS DE GUADALCANAL 28


Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I

(Se mantiene la ortografía de la época)

La cédula de que se hace mecion en esta sobre los que revendian la almártaga, dice así:

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Cédula á las justicias de Almodóvar, Consuegra, Madridejos y otros pueblos en que se labraban minas de plata, para que informen del precio á que se vendia la almártaga antes de descubrirse las minas de Guadalcanal, y qué personas la han comprado para revenderla.

Contadurías generales, núm. 3072.

11 de marzo de 1556

EL REY.- Mi gobernador del campo de Calatrava y Consuegra, y Madridejos y otras villas y lugares donde se fabrian algunas minas de plata: Yo he sido informado que después que se descubrieron las minas de Guadalcanal, que se benefician por mi mandado, algunas personas particulares y desas dichas villas y lugares, sabiendo la necesidad que hay para ellas del almártaga que en esa tierra se saca de las fundiciones que se hacen, han comprado toda la almártaga que han podido para tornar á revender, de cuya causa se ha encarescido, y no se puede hallar para fabricar y labrar el metal que se saca de las dichas minas de Guadalcanal, de que se sigue mucho daño y perjuicio a la labor dellas; por ende Yo vos mando que cada uno de vos en vuestra jurisdiccion os informeis y sepais á que precio valia la dicha almártaga en esas villas y lugares antes que se descubriesen las dichas minas de Guadalcanal, y quién ha comprado después acá la dicha almártaga para revender, y á qué prescio; y proveais que con una moderada ganancia la vendan á Agustin de Zárate mi criado que tiene cargo de la fábrica de las dichas minas, ó á quien su poder hoviere, de maneera que por falta della no se dejen de labrar y fabricar, lo cual haced y cumplid sin poner á ello escusa ni dilacion alguna, porque así convienee á mi servicio. Fecha en Valladolid á once dias del mes de marzo de mil é quinientos y cincuenta y seis años.- La Princesa.- Por mandado de su Magestad.- Su Alteza en su nombre.- Joan Vazquez.- Señalada de los del consejo de la hacienda de su Magestad.
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Por otra cédula de igual fecha se mandó a Juan Xuren envie todos los alemanes que tiene en las minas de Rejalgar, á disposicion de Agustin de Zárate, encargado de la labor y beneficio de las de Guadalcanal, y que al mismo tiempo avisade la orden que debería tenerse para traer mas alemanes expertos en cosas de minas.

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Por otra real cédula de la misma fecha se mandó al tesorero y oficiales de la casa de la monesa de la ciudad de Sevilla reciban toda la plata que les remitiese Agustin de Zárate, encargado de las minas de Guadalcanal, y labrasen de ella reales de á dos y de á cuatro, sin llevar por ello mas derechos que los que se acostumbran de la moneda que se labra de la real hacienda.

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Aunque la correspondencia ordinaria y principal de Agustin Zárateera con la señora Princedsa gobernadora, cuidaba tambien alguna vez de avisar directamente á la corte que á la sazon se hallaba en Flandes; y en efecto con fecha de 25 de marzo escribió al señor don Felipe Segundo la siguiente carta, en que ya hace mencion de los Fúcares que beneficiaban minas de plata, y de la extraordinaria riqueza de las de Guadalcanal. Dice asi:

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Carta de Agustin de Zárate al Señor Rey Don Felipe Segundo, dándole cuenta del estado de las minas de Guadalcanal.

Correspondencia de la corona de Castilla. Secretaría de Estado. Núm. 120

25 de marzo de 1556.


S.C.R.M.- Ya creo V.M. estará informado por el secretario Juan Vazquez y por los de su consejo de la hacienda como dentro de un mes después que llegué á Valladolid de vuelta de la jornada de Inglaterra, se tuvo noticia que en esta villa se habian hallado ciertas minas de plata que por su ensayo parecian ser de mucha riqueza, por lo cual les pareció que convenia enciar persona que las administrase é hiciese beneficiar, y nombráronme á mí para ello; y aunque traía harta necesidad de descansar en mi casa y oficio, viendo que tanto importaba al servicio de V.M., y que no se hallaría tan á la mano persona que tanta experiencia tuviese desta materia, acepté la jornada, y ansi vine por la posta, y comencé á meter en órden el negocio, de manera que mediante mi trabajo y diligencia se ha sacado dél el fruto que escribieron los del consejo de la hacienda, que es cosa que en Potosí se ternia por monstruosa: y espero en Dios que agora con el calor del verano y bonanza del tiempo, se podrán cumplir todas las libranzas que en mí estan hechas, que son muchas y muy crescidas, y que si Dios no deparára esta hacienda tan miraglosamente, yo no sé dónde se podian proveer. El trabajo que aquí se pasa en proveer tantas cosas, y tractar con tantas gentes, y tener cuenta con tantas menudencias, sería incomportable si no fuese en virtud de hacer á V.M.tan señalado servicio, pues como tras ceces tengo dicho, harto premio y gratificación es ofrecerme ocasión como gastar mi vida y mi hacienda en servicio de V.M., y quedaría del todo satisfecho si pudiese cada noche ofrecer en su Real presencia tantas y tan hermosas planchas de plata como se sacan en los dias. Espero en Dios poderlo hacer algun tiempo. Desde que yo vine aquí, hice experiencia de la ventaja que hacian ciertos alemanes que aqui habian traido los Fúcares á nuestros naturales en el beneficio de la plata, ansi entienden los extrangeros hasta donde alcanza el número dellos. En esta labor y en lo demas ayudan los naturales; habrá aquí setenta alemanes, pero importaria mucho que se trajesen todos los mas que fuese posible hasta trescientos dellos, ó á lo menos doscientos que sean muy hábiles, en especial de buscar minas y fundir y lavar; hallarse ha abundancia dellos en todo el ducado de Lorena y en Sajonia; puédense salarear por semanas, como estos que trajeron los Fúcares, y embarcarlos en hurcas que vengan a Cadiz ó á Lisboa desde Armua en Zelanda. V.M. sea servido mandar que se ponga diligencia en ello, porque es cierto quen esta villa y en todas las comarcas hay mas abundancia de plata que en el Perú ni en la Nueva España, y doy grandes gracias á Dios que en el primer año del bienaventurado reinado de V.M. se descubra tan extraordinariamente y sin pensar con qué pueda ejecutar su Real magnificencia y grandeza de ánimo, y estimo en singular merced que Dios me hace en que esto se cumpla por mi mano, y ansi espero en él que mediante mi voluntad acertaré á servir en algo de lo mucho que deseo. Ya V.M. terná memoria de la merced que me hizo por tantas veces en Inglaterra de escribir á la Magestad Cesárea intercediendo para que se diese el hábito de Santiago á Polo Hondegardo mi sobrino, y cuñado de Santoyo, en remuneración de tantos y tan señalados servicios como ha hecho á S.M. en el Perú con gasto de mas de cincuenta mil ducados de su hacienda; y tambien que á mi se me diese un asiento de Contino de casa en gratificación de lo que serví en aquella jornada; y aunque V.M. me hizo merced de escribir de su Real mano á S.M. sobre estas dos cosas encarecidamente, la indisposición de S.M. no dio lugar que se pudiese despachar. A V.M. suplico que la merced que por su intercesión se me habia de hacer entonces, se efectúe agora por su Real mano, pues Dios nos ha hecho merced en que la podamos recibir, y tengo entre manos negocio donde espero que V.M. se terná de mí por servido, cuya Real Persona Nuestro Señor guarde con acrecentamiento de mas reinos y señorios. De Guadalcanal veinte y cinco de marzo de mil quinientos cincuenta y seis.- S.C.R.M.- Humil criado de V.M. que sus Reales manos y pies beso.- Agustin de Zárate.

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