Técnico redactor: Alfredo Linares Agüera
4. EL MEDIO URBANO.
4.1.
EL LUGAR DEL NÚCLEO URBANO.
4.1.1.
ORIGEN Y EVOLUCIÓN HISTÓRICA
A) ORÍGEN DEL NÚCLEO URBANO.
Los primeros indicios de la presencia humana en
Guadalcanal, nos remontan al Neolítico. Se trata de asentamientos en cuevas,
como las de San Francisco y Santiago donde se han encontrado numerosos útiles
de sílex y restos de cerámica.
Se cree que los orígenes del actual núcleo
datan de los primeros poblados íberos, los cuales le dieron el nombre de
Tereses. Posteriormente, los romanos aprovecharían este asentamiento íbero para
refundarlo con el nombre de Sisapo y es posible que ya en época romana
recibiera el nombre de Canania o Canalia.
Los restos de esta etapa son mucho más
abundantes en el término, como demuestra la existencia de un pequeño poblado de
ladrillo tegulae situado al noreste del núcleo urbano en el que se han
encontrado restos de vasijas. También han aparecido en otros puntos, capiteles
con decoración de trépano y un sarcófago de piedra. Este último se encontró en
un cerro al oeste del núcleo (en la finca Santa Marina) junto con un gran
número de enterramientos cubiertos por losas.
Finalmente, hay que destacar también dentro de
la época romana la existencia de restos de construcciones hidráulicas en las
inmediaciones del núcleo y los restos de una calzada romana junto al arroyo del
Arco. Hay que decir que por estas tierras transcurría la vía romana entre
Híspalis y Emérita Augusta.
Es posible que los romanos conocieran la riqueza
minera de estas zonas, lo cual unido a la posición estratégico con respecto a
las vías de comunicación entre la
Bética y la
Lusitania , pudieron darle una importancia mayor a Guadalcanal
y toda la Sierra Norte
de la que actualmente se cree.
B) ETAPA MEDIAVAL.
Los rasgos del medio en el que se ubica
Guadalcanal han dado como resultado la aparición de una economía
tradicionalmente basada en los aprovechamientos del bosque mediterráneo, así
como en el cultivo del olivar y el trigo. Si a esto le sumamos la existencia de
numerosas minas de plata y otros minerales y su posición clave en las
comunicaciones entre Sevilla y Mérida; y entre Sierra Morena y el Valle del
Guadalquivir, nos da como resultado la aparición de un sistema defensivo entre
los siglos XI y XIII. Durante estos siglos de ocupación musulmana se implantó
un sistema de pequeños baluartes defensivos que se completaría con la creación
del recinto amurallado en torno al núcleo, el cual supondría el hecho
definitivo de consolidación del núcleo urbano de Guadalcanal.
El recinto defensivo contaba con un foso o
"cava" y con cuatro accesos (puerta de Llerena, de Sevilla, la del
Jurado y la de los Molinos). Actualmente, aunque escasos, aún quedan vestigios
del castillo y la muralla, quizás los mejores conservados son los que aparecen
en el muro norte de la iglesia de Santa Moría de la Asunción. La escasa
presencia de estos restos se debe principalmente a la participación de este
municipio en las sublevaciones que dieron lugar a las llamados guerras de lo
Comunidades, tras las cuales como castigo se le impuso el derribo del recinto
defensivo
A su vez dentro de ese sistema de pequeños
baluartes defensivos existieron castillos como, el de Valjondo, la Torrecilla , de la Atalaya de Monforte o el
de la Ventosilla ,
único del que todavía existen restos.
La reconquista cristiano se produce en
Guadalcanal en el año 1241 de manos de caballeros de la Orden de Santiago al mando
de los cuales estaba don Rodrigo Iñiguez.
El dominio de la
orden sobre el municipio se extenderá hasta el siglo XIX. En un primer momento tras la reconquista, el
municipio queda adscrito a la
Vicaría de Tentudía, dependiente del Priorato de San Marcos de
león; pero en 1935, tras el crecimiento económico y demográfico experimentado
se le concede su propia Vicaría conservando las tres collaciones ya
establecidas (Santa María, Santa Ana y San Sebastián).
El castillo de la orden se situaba en el actual
ayuntamiento y formaba parte del sistema amurallado.
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