MEDITACIONES PARA CADA DÍA
DÍA PRIMERO
DIGNIDAD
Y GRANDEZA DE NUESTRA PATRONA
1.-
Consideremos la grandeza y excelsa dignidad
de nuestra Patrona, la Virgen
de Guaditoca, y en primer lugar la gracia y santidad de que está adornada. Una
sola frase nos lo dice todo; Llena de gracia: como la llamó el Arcángel S.
Gabriel al anunciarle el inefable misterio de la Encarnación. Tal
plenitud de gracia excede a toda ponderación, y apenas nos podemos dar cuenta
de lo que es: la gracia inundó el alma de María y la embelleció en el primer
instante de su ser, para disponerla a
ser Madre de Dios, y desde aquel momento todo es armonía en su alma y
belleza sobrenatural. Excede a todos los ángeles y santos en gracia, como el
mar a los ríos que en él vacían sus aguas; la caridad es el más precioso adorno
de corazón. Esa es nuestra Patrona,
criatura formada con singular esmero por la mano del Omnipotente; el mejor
ornato y encanto de la
Creación.
II.-
Consideremos también su cualidad de Madre de Dios, dignidad eximia a la que la
sublimó el Verbo haciéndose Hijo suyo, constituyéndola en el orden sobre
natural en una jerarquía especial. El Creador, a quien están sometidos los
cielos y la tierra, colma de dones a María y le obedece y llama con el
dulcísimo nombre de Madre, porque en su seno vistió la humana naturaleza y así
como no hay dignidad comparable a la de Cristo, porque solo Él es Unigénito del
Padre, así ninguna criatura puede acercarse a la excelencia de María, porque
solo a ella ha escogido por Madre el Altísimo ¡Oh celestial Princesa! Tú eres
la elegida entre mil; tú sola has merecido llevar en tu seno virginal al
Creador del mundo.
III -
Como consecuencia de esta Maternidad, María Santísima de Guaditoca es exaltada
sobre todas las criaturas y es Reina de los cielos y la tierra. Todos los seres
están sometidos a su imperio y realeza, y sus sienes son ceñidas con triple
corona ¡Qué grande es María! ¡Qué dicha la nuestra, si sabemos aprovechar el
que tan poderosa Señora se digne acogernos bajo los pliegues de su manto para
ser Abogada nuestra ante el Trono del Señor! ¡Cuán obligados estamos a corresponder
con todo nuestro ser a estas finezas de la más pura de las Vírgenes. Madre de
Dios y Reina de la Creación !
Oración
¡Virgen
Santísima de Guaditoca! Espejo de Santidad. Hija predilecta del Padre Madre del
Hijo, Esposa del Espíritu Santo. Reina de cielos y tierra; tú eres el honor de
nuestro pueblo, derrama sobre nosotros el rocío benéfico de la gracia del Señor
para que sepamos corresponder a las finezas de su amor; y por tu mediación
queremos llegue hasta Él nuestra gratitud y la alegría de nuestros corazones;
porque te sublimó sobre todas las criaturas alcánzanos la gracia de amarle y de
servirle, como medio de corresponder a lo que Dios pide de nosotros; para que
después de esta vida gocemos de la eterna.
Amén.
DÍA SEGUNDO
LO
QUE SIGNIFICA EL PATRONATO DE MARÍA
I.- Consideremos que el
Patronato de la
Santísima Virgen de Guaditoca significa y es manifestación de
su gran amor a nosotros Somos sus hijos, y a más del amor que como Madre nos
tiene, ha querido unirnos a el con un vínculo especial, como Patrona de este
pueblo, para ser su alivio en las necesidades. ¡Misericordia singular de su
tiernísimo corazón, todo dulzura y caridad! Ella se aparece a un humilde pastor
a orillas del río Guaditoca y escoge aquel lugar para ser refugio y amparo de
sus devotos. iOh celestial Reina! ¿Cómo correspondemos, a estas finezas del
corazón de María?
II.-
En sus manos están los tesoros de la sabiduría, del poder y de la bondad de
Dios; y todo lo pone a nuestro servicio. No sólo nos ama, sino que tiene a su
disposición los medios necesarios para librarnos del mal, y ser nuestro amparo
y protección. ¡Qué dicha la nuestra, teniendo tan cerca de nosotros a la que es
fuente purísima de las cristalinas aguas de la gracia! Ello debe engendrar en
nosotros sentimientos de confianza a fin de que siempre esperemos en su
valimiento. ¿Lo hemos hecho así? Avivemos nuestra fe; despertemos nuestra
esperanza y tengamos seguridad de que la Madre de nuestro Redentor es nuestra Madre y
Patrona, la que con singular afecto espera nuestros ruegos para inundarnos de
las gracias celestiales.
III.-
Este Patronato de María de Guaditoca, es para nosotros garantía de su
protección. Quiere tan tierna Madre ser nuestra abogada e intercesora; y de
ello tenemos continuas muestras en la constante misericordia que tiene de este
pueblo y de sus hijos. Sus ojos misericordiosos nos miran dulcemente; su
corazón bondadoso, nos atrae con la abundancia de sus consuelos celestiales; en
cada momento, experimentamos su asistencia. ¡Qué gracias debemos dar a tan tierna
y amabilísima Señora por tanta fineza! ¡Cuán obligados estamos a corresponder con
nuestras buenas obras a las mercedes que de ella recibimos! No olvidemos lo que
significa el que sea nuestra Patrona la Santísima Virgen
de Guaditoca.
Oración
¡Virgen
Santísima de Guaditoca! Nuestros labios no encuentran palabras con que
agradecer al Altísimo el beneficio inenarrable de que Madre tan tierna, en la
que es la piedad como la alteza, sea nuestra Protectora y Patrona. Por tu
mediación hacemos llegar al cielo nuestra gratitud. Tú eres todo bondad. ¡oh
dulcísima Señora!; ampáranos, defiéndenos
y protégenos, para que, asistidos de la gracia del Señor durante los días de
nuestra vida, nos hagamos dignos de las eternas promesas, a fin de que, viendo
al Señor en la celestial Jerusalén, cantemos por siempre alabanzas al que por
tu mediación derramó sobre nosotros la
abundancia de sus dones Amén.
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