jueves, 13 de febrero de 2014

ANTONIO MUÑOZ TORRADO – NOVENA NTRA. SRA. DE GUADITOCA - 4

DÍA QUINTO

CONSAGRACIÓN DEL CORAZÓN A NUESTRA
PATRONA

I.- Nada más hermoso que el corazón de María formado por la mano del Omnipotente para trono de Dios, no tiene imperfección alguna, está adornado de toda gracia y belleza y dotado de ternura suma y de la más exquisita sensibilidad: solo late para el amor divino, solo vive para Dios; en él puso el Altísimo el más rico vergel de virtudes. Si meditáramos bien en esto, pondríamos en este corazón todos nuestros afectos y él sería el imán dulcísimo de los nuestros. No hay corazón más semejante al de Cristo que el inmaculado de María. Tan grande, tan dichoso es tan digno de nuestro más vivo amor.
ll.- EI corazón de la Santísima Virgen es espejo de la bondad y misericordia divina; sus más tiernos afectos son para nosotros sus hijos. Nuestras culpas y pecados llenan de amargura y dolor corazón tan puro; así como nuestra vida santa le proporciona alegría y júbilo ¡Cuánto debemos aborrecer y detestar el pecado que nos separa del corazón de María, mata la vida sobrenatural de nuestra alma y atrae sobre nosotros la ira del Señor! Por tanto, sea el deseo más vivo de nuestro pobre corazón, vivir consagrado al de nuestra Patrona la Virgen de Guaditoca; aborreciendo y detestando con todas las energías de nuestra alma el pecado, apartándonos de toda ocasión y motivo de cometerlo; y amando de  todo corazón la gracia, único adorno conveniente del alma.
III.- Para ello contamos con el Patronato de la Santísima Virgen de Guaditoca. En el primer instante de su ser quebrantó esta Señora la cabeza de la serpiente infernal y domeñó el pecado. Un triunfo semejante se va repitiendo y renovando en cada uno de nosotros cuando hacemos frente y vencemos a Satanás y la gracia que nos ayuda en esa obra no es otra que la que brota a raudales del corazón de Jesús, como de purísima fuente y llega hasta nosotros por el acueducto, que es María. Confiemos en ella y muy de veras que nos alcance el triunfo sobre el pecado y la gracia de vivir santamente. Nuestra devoción rendida y filial a Madre tan amantísima, será medio seguro de vivir y morir en la gracia del Señor.

Oración


¡Virgen santísima de.6uaditoca! Tú que quebrantaste la cabeza de la serpiente infernal en el primer instante de tu purísimo ser, ten piedad de tus hijos que confiados acuden a tu patrocinio. Alcánzanos la gracia de vivir apartados del pecado y gran aborrecimiento a la culpa; protégenos con tu gracia para que vivamos consagrado nuestro corazón a tí, a fin de ser gratos y aceptos al de tu benditísimo hijo Jesús. Virgen toda hermosa y llena de gracia, alcánzanos del Señor esta gracia a fin de que sirviendo a Dios con todas las veras de nuestra alma podamos después de nuestra muerte gozar de la eterna felicidad. Amén


DÍA SEXTO

SUMISIÓN A LA SANTA IGLESIA

I.- Es la Iglesia santa la obra predilecta de Jesucristo, nacida de su costado, estando pendiente de la Cruz nuestro Redentor; es continuadora de la misión del Verbo humanado cerca de nosotros, y por tanto ligan a la Iglesia  vínculos especiales con María. Para corresponder pues al Patronato de la Virgen bajo el título de Guaditoca, hemos de tener muy en cuenta que la  voz del Hijo de María llega a nosotros por la Iglesia santa. ¡Que amor debemos tener a esta Iglesia bendita, regada y santificada con la sangre de Cristo! Si amamos a Jesús  y a María. Hemos de amar a la Santa Iglesia. ¿Cuál es nuestra conducta acerca de esto?
II.- Al amor a la Esposa de Cristo hemos de unir la obediencia y sumisión a sus leyes y mandamientos. En este respeto acatamiento se conocerá nuestro carácter de hijos de María de Guaditoca. La autoridad de la Iglesia es de Dios; quien a, vosotros oye, decía Jesucristo a sus Apóstoles, a mí me oye y esta autoridad nos enseña y nos manda; su Magisterio, por tanto, es divino ¡Cuantos cristianos preciándose de  tales, no son obedientes a la Santa Iglesia!  ¡Cuán desgraciados son! Desechan las leyes de Dios para gobernarse por su capricho y por apetitos desordenados: llevan la señal del Bautismo en sus frentes y viven como si la Iglesia no ejerciera sobre ellos el derecho de enseñar y mandar. Sea la obediencia a la Iglesia nuestra regla de conducta.
III.- Junto al amor y respeto a la Iglesia católica; debe poner el cristiano el amor y veneración al Vicario de Cristo, cabeza visible de esta Iglesia. Él es el Pastor de toda la grey cristiana; a él entregó Cristo en la persona de San Pedro las llaves del reino de los cielos y le adornó y enalteció con las más sublimes prerrogativas: su oficio, y ministerio le colocan cerca de cada uno de nosotros una protección especial tiene María para con la Iglesia y su piedra fundamental. Un amor especialísimo hemos de poner en nuestro corazón, junto con la reverencia y sumisión, al Vicario de Jesucristo, como medio único y seguro de obedecer al Señor. Esa Iglesia es la nave misteriosa cuyo timón lleva el Pontífice para conducirnos a través del tiempo y llevarnos a las puertas de la celestial Sión.

Oración


iVirgen santísima de Guaditoca! Obra predilecta de tu corazón es la Iglesia Santa, cerca de la cual ejerces el ministerio de Madre y Protectora. Te pedimos nos concedas el vivir y morir dentro de la Iglesia católica: protégela y defiéndela contra todos sus enemigos, extiende y dilata su reino, ampara al Vicario de Jesucristo y alcánzanos amor a la Iglesia y respeto y sumisión a sus leyes y preceptos, para que, viviendo en el seno de esa Madre bendita, unidos en fe y caridad a Jesús, nos veamos libres del naufragio y después de la vida merezcamos vivir en la Iglesia triunfante en el cielo.  Amén.



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