INFLUENCIA
DEL PATRONATO DE MARÍA EN LA
FAMILIA
I.-
Fundamento firmísimo de la familia es la
piedad religiosa, que es el aroma purísimo que embalsama el hogar doméstico. Nada importa como conservar
la fe cristiana en la familia, que debe ser escuela de toda virtud y espejo de
santidad para la buena formación de las generaciones futuras. María de
Guaditoca quiere ejercer su patronato de un modo especial sobre las familias; y
en justa correspondencia estas deben respirar el ambiente de la piedad. ¡Cuán
triste es ver cómo en las familias van desapareciendo las practicas piadosas, y
cómo los padres apenas se preocupan de la educación de sus hijos y de
estimularlos con el buen ejemplo al cumplimiento de los deberes relígiosos!
II.-
También quiere la santísima Virgen de Guaditoca que la caridad sea lazo de
unión en la familia que ligue sus miembros entre si y a todos con Dios Modelo
de la familia es la de Jesús, María y José en Nazaret, y a su semejanza deben
vivir las familias cristianas. La caridad pide que la familia ponga fija su
mirada en los intereses supremos de Dios y en los de las almas; y que vayan
unidos el respeto a tos mayores y el auxilio mutuo entre todos. Este amor
obliga a los padres a velar por la salvación eterna de sus hijos, de los que
han de dar cuenta a Dios, y a los hijos a vivir
con respeto y amor hacia sus padres dejándose conducir por ellos hacia
su último fin.
III.-
Por último, laboriosidad y el trabajo son fuentes de paz y de felicidad para la
familia, porque apartan a sus miembros de la ociosidad, raíz de innumerables
males. De la casa de Nazaret debe aprender la familia la vida de trabajo. Como
sean las familias serán los pueblos y los individuos; por eso Satanás pone
especial empeño en descristianizar la familia. Procuremos que nuestra dulcísima
Madre de Guaditoca reine en las familias y que la piedad más sincera, la caridad
más ardiente y el trabajo asiduo y constante
sean
notas características de las familias, para que el hogar sea escuela de virtud
y de santidad.
Oración
iVirgen
santísima de Guaditoca! Modelo de virtud y de santidad, esperanza de los
mortales, luz del cielo, protege a las familias de este pueblo, que se
consagran a tí: ten piedad de ellas y haz, celestial Señora que en ellas reine
Cristo Jesús; que la piedad y la práctica de las virtudes no se aparten de
ellas; que los padres y madres sean espejo de buenas obras para sus hijos y que
éstos, dóciles y obedientes a aquellos, protegidos por ti, aprendan y formen
sus corazones en las practicas de la Santa Religión , para gloria de tu nombre y
felicidad eterna de todos en el cielo. Amén.
DÍA OCTAVO
PÚBLICA
PROFESlÓN DE FE CRISTIANA
I.- Hemos de servir a Dios
con alma y cuerpo; en lo recóndito del hogar y en público; con palabras y con
obras En toda ocasión y momentos estamos obligados a mostrarnos como católicos
prácticos. Mal gravísimo es de estos tiempos la cobardía en dar testimonio
público de fe cristiana. Así hemos de decidirnos a mostrarnos siempre como
verdaderos hijos de Dios, porque a más de cumplir con un imperioso deber, agradaremos
a la Santísima Virgen ,
nuestra Patrona. Sea, pues, nuestra conversación, nuestra lectura, nuestras
relaciones con los demás, nuestra vida social, una pública confesión de fe
cristiana; pues así merecemos que Cristo nos confiese ante su Padre celestial.
II.-
La cobardía de los cristianos en estos tiempos se manifiesta, entre otras
cosas, en la falta de asistencia a los actos públicos del culto: Sale
el Señor a visitar los enfermos y apenas se encuentra quien le acompañe;
desiertas están las Iglesias; se omite el cumplimiento del precepto de oír la Misa , y en general, se
quebranta a diario y públicamente la ley Santa del Señor, ¡Cuánta tristeza
produce esto en el alma! ¡Cuán opuesto a lo que nos pide nuestra Patrona!
Vedla en el gran momento de la aflicción
del corazón de Cristo cuando fue levantada en alto la Cruz ; allí al pie del Santo
Madero, está ella, Reina de fortaleza, dando ejemplo al mundo y siendo nuestro
modelo para que confesemos públicamente a Cristo.
III.-
Otra necesidad se experimenta y es el abandono en que viven muchos católicos
sin acercarse a los Santos Sacramentos en la vida, muriendo muchos privados de
ellos. La Santísima Virgen nos
muestra esos Sacramentos como manantiales de vida sobrenatural, y parece decirnos:
la gracia que tan grande es y que tan grande me hizo, en ellos está; venid y
seréis saciados. En ellos ¡oh cristianos! está la salud del alma y el remedio
de sus necesidades. En la
Sagrada Eucaristía se
nos da el mismo Cristo, el hijo de María, tal y como está en los cielos,
para ser nuestro alimento y vida. Acerquémonos a la Sagrada Penitencia
para vestir el alma de la gracia y dispongamos nuestro corazón para recibir a
Cristo
Sacramentado. Así fortaleceremos el corazón para practicar la fe.
Oración
¡Virgen
Santísima de Guaditoca! Nosotros tus hijos a ti acudimos ¡oh reina y Madre de
la fortaleza! para que nos alcances la gracia de confesar siempre a Cristo
Jesús, y dar público testimonio de
nuestra fe. Te pedimos por los tibios para que se enfervoricen; por los que viven
indiferentes para las prácticas cristianas, a fin de que se esfuercen en su
cumplimiento; por los pecadores para que se conviertan; por los que están en peligro
próximo de muerte para que mueran reconciliados con Cristo. Danos la gracia de
ser cristiano prácticos; para que después de los días de la vida seamos
moradores de la eterna Sión Amén
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