martes, 5 de julio de 2011

ENTREVISTA A VICENTE AMIGO EN EL MUNDO


MARTA CABALLERO / EL MUNDO / Publicado el 05/07/2011

El guitarrista, uno de los más consolidados del flamenco actual, inaugura esta noche el Festival de Guitarra de Córdoba

sentado en su casa de Córdoba y soportando los muchos grados que caen sobre su tierra, Vicente Amigo ensaya con ahínco para una triple vuelta: a un escenario, a la propia Córdoba y al Festival de Guitarra de la ciudad, que él inaugura esta noche con un recital en el que se acompaña del maestro Amargós para interpretar temas de sus discos Poeta y Paseo de Gracia. Sereno, como su toque, aparta la guitarra y coge el teléfono para atender esta entrevista. Como 20 años no son nada, siente todavía el músico el mismo desasosiego de los comienzos, el de querer dar sobre el tablao lo mejor de él, tal es el respeto que siente por el público. "Sobre el escenario vives un momento de verdad y, una vez que subes, sabes que el público pide honestamente lo mejor de ti". Pero sienta lo que sienta allá arriba, la historia es que a él estas dos décadas le han convertido en uno de los guitarristas más serios y potentes del flamenco actual. Cabalgando a lomos de los clásicos, hoy sigue buscando decir cosas diferentes con la guitarra, "o decirlas de otra manera", mientras bajo ese calor van tomando forma los temas de un disco nuevo que, adelanta, se editará el año próximo.


Pregunta.- Inaugura el Festival de Guitarra Córdoba. ¿Por el marco y la ciudad le parece un recital especial?
Respuesta.- Para mí es un reto muy grande Córdoba. Tengo 44 años y llevo muchos subiendo a un escenario, pero parece que nunca aprende uno... siempre sales intentando ganarte la aprobación de la gente. En Córdoba, además, son tus amigos los que están y quieres hacerlo con más ahínco. Llevo seis años sin tocar aquí y es emotivo volver, más para inaugurar el festival y de la mano de Amargós. Es un reto y es un lujo, aunque el público, que también es artista, merece el mismo respeto en cualquier lugar. En todos los lugares adonde voy tengo esa inquietud y ese desasosiego de querer hacerlo lo mejor posible, porque una vez que subes compruebas que el público pide honestamente lo mejor de ti.

P.- Ha elegido el repertorio de su disco Poeta, de 1997, ¿Por qué ese?
R.- El de hoy es un concierto que ya se estrenó en el Festival de Guitarra de Córdoba y que es difícil de llevar a cabo. Esta era una oportunidad para revivir ese momento. También incluiremos cosas de otros discos, como Paseo de Gracia.

P.- ¿El poder tocar hoy canciones de hace casi 15 años significa que la suya es música clásica?
R.- Respeto la moda pero mucho más la música, así que nunca he hecho música que estuviera de moda. El flamenco, la clásica, el jazz... siempre tendrán en nuestro sentir un sitio, y no caducarán.

P.- En aquel disco homenajeaba a Alberti, ¿Se parecen su música y su poesía?
R.- Fue precisamente el Festival de Guitarra el que me encargó aquel trabajo, pero más allá de que la obra esté dedicada a Alberti, siempre he pensado que la música y la poesía tienen mucha relación. Ordenar las notas y ordenar los versos son cosas que no se diferencian mucho. Y yo me siento muy identificado con los poetas, con todos los artistas que busquen la belleza.

P.- ¿Es la búsqueda de la belleza su motor como compositor?
R.- Sí, y es encontrar también esa composición acorde contigo, que se parezca a lo que sueñas. Busco música que me haga mejor persona, y cada vez que subo a un escenario siento que vivo un momento de verdad, de mucha verdad, y trato de estar en paz. Es algo muy grande, y es la música la que te conduce a eso.

P.- Por sus palabras, se deduce que disfruta mucho de los conciertos. ¿Es más amigo del directo que del estudio?
R.- No tengo más remedio que ser amigo de los dos, aunque muchas veces te dan ganas de retirarte. La vida de un músico en ambos terrenos acarrea mucho sufrimiento, tiene bastantes espinas, pero todas ellas te hacen crecer como persona. No me queda otra que llevarme bien con mi profesión.

P.- La tan cacareada vuelta al directo a causa de la crisis de la industria no parece ir con usted, que se prodiga relativamente poco en los escenarios.
R.- Yo no creo en esa nueva vuelta el directo, la música había que tocarla ya antes de la crisis. Lo que ocurre es que con todo lo que ha pasado el remanente de las ventas que teníamos los músicos que vendíamos algunos discos se ha ido.Ahora no vende nadie. Los que vendíamos una mijita ya no vemos la seguridad que teníamos. Es un poco desastre.

P.- Y, aunque ya no venda nadie, usted está preparando nuevo disco. ¿Qué puede contarnos? ¿Qué Vicente Amigo encontrarán sus seguidores? ¿Flamenco clásico, nuevos giros...?
R.- Saldrá para el año que viene. Tengo muchas ideas aún por desarrollar. Para mí lo novedoso puede estar en un pequeño detalle con la guitarra, en eso puede estar el universo que buscaba. Mi línea es seguir rebuscando para sacar algo que no haya dicho ya o para poder decirlo de otra manera. No sé si será más o menos primitivo.

P.- Se estila mucho hoy una vuelta a la tradición en los artistas flamencos. R.- Sí, existe esa tendencia y creo que es fruto de la necesidad del mismo músico. En mi caso, yo siempre he estado en contacto con las raíces, no quiero faltar a nadie, pero creo que lo estoy. Sin embargo, siempre quiero curiosear un poco por ese espacio que está en la mente, que no tiene etiqueta y que al final se plasma en mi música. Pero, claro, si digo que estoy haciendo una soleá me gusta que el resultado sea una soleá.

P.- De Mi Corazón al Aire, su primer disco, han pasado 20 años. ¿Se nota muy cambiado?
R.- He cambiado muy poco, va uno intentando aprender como persona y músico y muchas veces compruebas que el crecimiento estaba en otro sitio del que tú creías y, cuando te das cuenta, han pasado 10 años. El balance es positivo, porque como dije antes la vida de un músico no es sólo color de rosa. Hay momentos p'arriba,p'abajo. Lo que espero seguir dando lo mejor de mí, que es lo que se merece el público.

P.- ¿Y el toque? ¿Ha mutado mucho en todo este tiempo?
R.- Cuando alguien llega a decir algo como piensa las cosas se ha abierto un camino. Yo puedo decir las cosas así, a mi manera, porque otros las han dicho de otra. Aquí nos alimentamos unos de otros, esa la verdad. Somos dependientes yyo no hubiera sido lo mismo sin las fuentes de mis maestros, no existiría.

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