viernes, 6 de mayo de 2011

EMIGRACIÓN A INDIAS Y FUNDACIONES DE CAPELLANÍAS EN GUADALCANAL - 13

Por Javier Ortiz de la Tabla Ducasse – Revista Guadalcanal 2003

Actas de las I Jornadas de Andalucía y América. Huelva 1981

Puede verse como en distintas décadas del XVI se realizan viajes de ida y vuelta entre Guadalcanal y América.

Estos datos que proporcionan los catálogos de pasajeros se enriquecen con los que ofrece la documentación de capellanías. Así en los interrogatorios de testigos en distintos autos, es frecuente la aparición de indianos residentes en Guadalcanal, y constantes las noticias de este trasiego humano, de mandas y legados.

Ya avanzado el XVII el licenciado Francisco de Monsalve, presbítero de Guadalcanal, pariente de los Bonilla, Bastidas, Funes y otros colonizadores, beneficiario de varias capellanías indianas (entre ellas las fundadas por Alonso de Bonilla estante en Quito, en 1551, y la de Antonio de Bastida, primo hermano de Monsalve, declara en los autos concernientes a los bienes de Luis de Funes:

«lo a oydo a muchas personas que an venido del dicho Reyno (Perú)”.

Otro declarante en este mismo auto, Luis de Bastida, residente en Guadalcanal, había conocido y tratado a Funes en Arica.

De dos indianos más conocemos su intención de regresar al pueblo: Juan Bonilla Mejía, residente en Lima, se reservaba el nombramiento de patrono de la capellanía que fundaba en Guadalcanal hasta su regreso, y Jerónimo Ortega de la Fuente testaba en Panamá en 1600, preparándose para hacer el viaje de regreso a España.

En 1613, en el pleito concerniente a la fundación de un hospital que ordenara el indiano Alvaro de Castilla, de familia «poderosa y de tanto dinero» aparecen los siguientes indianos, residentes ya en el pueblo:

Luis de Bastidas, «perulero». Pedro Sánchez Holgado y Diego Gutiérrez, sastre, que estuvieron en Guanajuato con el fundador del hospital. Rodrigo de Ortega, que había salido en 1588 para Nueva España -donde residió unos 20 años- y trató varias veces al mencionado Castilla en México.

Y aún más: Pedro de Ledesma, mozo de unos 15 años, criado de Alvaro de Castilla, había residido en Guadalcanal con la familia de éste durante unos ocho años hasta que le ordenó regresar a Indias su amo.

Agustín de Sotomayor hacía unos 40 años que había regresado de la Nueva España, comentando la prosperidad de Alvaro de Castilla y su posterior ruina tras distintas fianzas que había otorgado a varios mineros. Debió ser conocida en el pueblo la suerte de Castilla, ya que otro declarante en el pleito, el clérigo Francisco Matías de Araquez, recordaba esta versión, trasmitida por su madre (ya que al regreso de Sotomayor él era de corta edad) y confirmada posteriormente por distintos indianos a su regreso. Además, por ser capellán de la iglesia de Santa María, sabía las distintas limosnas enviadas por Castilla para dicha iglesia.

Hay además abundantes noticias sobre remisión de caudales, de encargos y noticias realizados a través de parientes, paisanos u otros indianos.

Al poco tiempo de morir los fundadores de capellanías y otros emigrados, sus familias reclamaban en la Casa de la Contratación sus bienes y pertenencias.

Las relaciones recíprocas entre Guadalcanal y América parecen constantes en el XVI y XVII.

No hay comentarios: