Por Javier Ortiz de
Actas de las I Jornadas de Andalucía y América. Huelva 1981
Si la continuidad de salidas de individuos de una misma familia con iguales destinos no fuera suficiente para demostrar el hecho que queremos resaltar, en cuanto a la emigración familiar y la colonización en cadena, puede añadirse que todos estos Bonillas, salidos hacia
El caso de los Bonilla es el más representativo de una familia con éxito, concretamente en el virreinato peruano y en Quito, Allí, junto a ellos, aparecerán parientes y paisanos.
El primero en pasar a América fue Francisco de Guadalcanal (1517), saliendo tras él su sobrino Rodrigo Nuñez de Bonilla (1520) quien destacará en
Rodrigo Núñez de Bonilla fue durante muchos años tesorero de
Realista destacado, fue desterrado a Chile por Gonzalo Pizarro, logrando escapar en el viaje para dirigirse a
De nuevo en Quito reharía su fortuna y posición, siendo nombrado Gobernador de los Quijos, donde realizaría distintas entradas. Su hijo Rodrigo Núñez de Bonilla reedificaría la ciudad de Archidona, llamándola Santiago de Guadalcanal, en memoria de la patria chica. Su nieto, Cristóbal Núñez de Bonilla, capitán, encomendero y alguacil mayor de Corte, incrementaría los méritos familiares destacando en la defensa de Guayaquil y acumulando a los suyos los méritos de la familia de su mujer, doña Clara de Larrea Peralta, arequipeña, descendiente de primeros conquistadores del Perú y sobrina del obispo don Salvador de Rivera. Muerto sin descendencia don Cristóbal en 1634, con él terminaba esta línea de los Bonilla en Quito.
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