miércoles, 16 de marzo de 2011

CAMINOS ANTIGUOS

Uno de los caminos cuya memoria nos ha conservado el Itinerario de Antonino, es el de Híspalis a Emérita, que ésta importantísima fuente describe con el número X.

El primer tramo de dicha calzada coincide con la Vía Augusta desde Híspalis a Astigi (Écija), separándose de ella a partir de esta ciudad para internarse, después de cruzar el Guadalquivir por Celti (Peñaflor), en la región accidentada por Sierra Morena, atravesándola diagonalmente de sureste a noroeste, para salir a la llanura extremeña por Regiana (Casas de Reina), uniéndose en Perceiana (Villafranca de los Barros) a la otra calzada, que desde la desembocadura del río Anas (Guadiana) iba a Emérita, descrita en el mismo itinerario con el número XXII, continuando por ella hasta llegar a la capital de la Lusitania.

Los evidentes errores que se han deslizado en el cómputo de las distancias entre las mansiones y la sospechada supresión de algunas de éstas en la copia del texto del Itinerario que han llegado hasta nosotros, dan lugar a complicados problemas para la ubicación de dichas mansiones y para el trazado correcto de la calzada, pero, dada la situación conocida de Celti y de Regiana, se hace preciso admitir que el camino hubo de atravesar el término de Guadalcanal, siguiendo en líneas generales el trazado del ferrocarril de Sevilla a Mérida, que casi coincide con los caminos que desde antiguo unieron a Guadalcanal con Constantina y Llerena. Precisamente a poco más de un kilómetro de la citada línea férrea y en la margen derecha del arroyo del Arco, que sirve de límite al término por el noroeste, se hallan los restos de un terraplén o macizo de derretido cuya cara superior es horizontal y que poco a poco va elevándose sobre el terreno, conforme baja el nivel del suelo, hasta alcanzar en la parte más cercana al arroyo, dos metros de altura; su dirección está orientada de sur a norte, siendo la anchura del macizo de 2,83 metros. Posiblemente se trata del tramo de acceso de una calzada a un puente para salvar el arroyo del Arco, de la que sólo se ha conservado el núcleo de derretido, habiendo desaparecido los paramentos exteriores de mampostería o de cantería que debió tener. La situación y dirección de estos restos convienen perfectamente con las que hubo de seguir el tramo de la calzada a que aludimos anteriormente en el trayecto entre Celti y Regiana, de la que no lejos de allí queda visible un largo tramo entre Llerena y Reina. El nombre de Fuente del Arco que lleva la localidad limítrofe con Guadalcanal por esta parte, y el del arroyo del Arco que las separa, pueden hacer alusión a un monumento de este tipo, frecuente en las calzadas romanas, para indicar los límites de circunscripciones y que aquí pudo ser el de los conventus hispalense y cordubense.

1 comentario:

Unknown dijo...

Ignacio, habrá que ir preparando las botas de paseo, para darse una vuelta...