(Se mantiene la ortografía de la época)
Cédula á don Francisco de Mendoza, para que haga experiencia de un ingenio que había demostrado el le hermitaño Fray Gabriel de Garay para desaguar las minas, y moler el metal.
Contadurías generales, núm. 3072.
1º de junio de 1556.
EL REY.-Don Francisco de Mendoza, sabed: Que Fray Gabriel de Garay, hermitaño, que ésta os dará, ha hecho demostracion de cierto ingenio para desaguar las minas y moler el metal que se saque dellas, y le he mandado dar privilegio que otro alguno no pueda usar dél, y que vaya á experimentarlo en esas mínas de Guadalcanal, y en las otras que se fabricaren. Por ende Yo vos mando que veais el dicho ingenio, y proveais que se haga la experiencia dél, y siendo provechoso para los dichos efectos, hagais que se use dél y mireis lo que se debe dar por razon dello al dicho Fray Gabriel de Garay, y me aviseis dello, y si el dicho ingenio es útil, y provechoso para lo susodicho, ó no, que en ello me servireis. De Valladolid á prímero dia del mes de junio de mil quinientos cincuenta y seis años.- La Princesa.-Por mandado de S. M., su Alteza en su nombre, Juan Vazquez, Señalada de Gutierre Lopez de Padilla, y el contador Almaguer, y el licenciado Valderrama, del consejo de la hacienda de S. M.
Y por lo que aqui se ha detenido hasta llegar ahí, se le han librado doce ducados. (No llegó á las minas hasta 2 de julio de este año.)
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Todas las demas ocurrencias y disposiciones relativas á la labor y beneficio de las minas hasta el 9 de agosto de este año, constan muy especificadamente en los siguientes Reales Despachos.
Contadurías generales, núm. 3072.
1º de junio de 1556.
EL REY.-Don Francisco de Mendoza, sabed: Que Fray Gabriel de Garay, hermitaño, que ésta os dará, ha hecho demostracion de cierto ingenio para desaguar las minas y moler el metal que se saque dellas, y le he mandado dar privilegio que otro alguno no pueda usar dél, y que vaya á experimentarlo en esas mínas de Guadalcanal, y en las otras que se fabricaren. Por ende Yo vos mando que veais el dicho ingenio, y proveais que se haga la experiencia dél, y siendo provechoso para los dichos efectos, hagais que se use dél y mireis lo que se debe dar por razon dello al dicho Fray Gabriel de Garay, y me aviseis dello, y si el dicho ingenio es útil, y provechoso para lo susodicho, ó no, que en ello me servireis. De Valladolid á prímero dia del mes de junio de mil quinientos cincuenta y seis años.- La Princesa.-Por mandado de S. M., su Alteza en su nombre, Juan Vazquez, Señalada de Gutierre Lopez de Padilla, y el contador Almaguer, y el licenciado Valderrama, del consejo de la hacienda de S. M.
Y por lo que aqui se ha detenido hasta llegar ahí, se le han librado doce ducados. (No llegó á las minas hasta 2 de julio de este año.)
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Todas las demas ocurrencias y disposiciones relativas á la labor y beneficio de las minas hasta el 9 de agosto de este año, constan muy especificadamente en los siguientes Reales Despachos.
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Carta de don Francisco de Mendoza, avisando el estado de las minas, y sobre si convenia lavar los metales para su mejor beneficio.
Secretaría de Estado. Correspondencia de Castilla, núm. 113.
8 de junio de 1556.
C. R. M.- Escribí á V. M. á veinte y cinco de mayo, y hice relacion de lo que hasta entonces habia ordenado, y aunque en muchas cosas acerca del beneficiar los metales entendí que convenia poner nueva orden, y que como al presente se hacia, se desperdiciaba mucho, así en metal como en plata, y tampoco no quise mudar ninguna cosa hasta que hobiesen llegado las personas que habia enviado á llamar, de quien tenia toda satisfaccion para lo que habia de tratar, y haber comunicado con ellos cerca de la órden que se ha de tener; y asi lo he hecho, y vinieron para este efecto muchas personas, y les parece que debe de haber mudanza en no lavar ni fundir lavado, ni que tampoco se debe fundir el metal rico que llaman cochizos, y en otras cosas. Las razones que para ello dan, verá V. M. por su parecer y dichos que van con esta, y por la noticia que yo tengo de las minas que he visto, así en la Nueva España, como en el Perú; y vistas estas, me parece quo tienen razon, y que si fuera. la hacienda mia, se pusiera luego por obra, y cesara la manera como agora se beneficia: mas porque no haya falta en el cumplir libranzas y sacar plata, se va por la orden que hasta aqui, y hago hacer ensayes de todas las cosas, para que visto muy á la clara, y convencidos los que agora lo tienen á cargo, se ponga en ejecucíon lo mejor, y será menester que vaya muy claro, y sea grande la diferencia en la mejoría, para que Agustin de Zárate se persuada á que es bien que haya mudanza y nueva órden, porque está tan casado con la que tiene, que no se puede persuadir á que puede haber otra mejor, y asi ninguna cosa ha ayudado á los que vienen á hacer espiriencias, y como no ha visto minas ni órden de cómo se benefician ni tratan, tiene creido que si no el Aleman, ninguno otro puede saber nada, y para que esto se efectúe con brevedad, y no haya quien lo estorbe, me he pasado á estar algunos días en las minas en una tienda que he hecho traer de Sevilla para esto, por no embarazar la casa, ni estorbar la gente en ninguna cosa.
Como los alemanes han fundido y funden hasta ahora, es lavando los metales; y segun me han dicho Zárate y los que tienen cargo de dar á los fundidores el metal, les parece y afirman que de ciento y cincuenta arrobas de metal de lo de Gonzalo Delgado, asi como sale de la mina, sacan treinta arrobas de metal lavado, aunque hasta agora no han pesado metal para dallo á lavar visto el mucho metal que se gasta, y los relaves y relaves que dejan, que son en mucha cantidad, de que ha de haber forzosamente otras fundiciones, y mayor costa de la que agora se hace, y la mucha plata que por ser el metal muy rico, se pierde, y que no es este metal de los que conviene que se laven, me pareció hacer ensayes de fundicion por lavar, como se hace en la Nueva España, y hizose contra la voluntad de los alemanes y de Zárate, diciendo que era imposible que se fundiese, ello se fundió muy bien, y aunque se hicieron dos ensayes por mayor, no he querido que se mude la órden de su fundicion, hasta haber hecho otros ensayes, y cotejarlos con las fundiciones de los alemanes, y tantear muy particularmente la plata que mas se saca ó menos, y el almártaga y cendrada que mas ó ménos se pierde, y el tiempo y las otras costas que tuvieren dos cosas de importancia hay en esto, que son que de la primera fundición se saca toda la plata que el metal tiene como sale de la mina, sin que el agua lleve ninguna cosa, y la otra que no queda ningun relave ni tierra que se haya de tornar á fundir, y lo que se puede tener por principal es que se quitan las mas de las ocasiones del hurtar del metal, y en esta averigacion se entiende con la brevedad que conviene: hecha daré noticia á V. M.
Como V. M. habrá visto entre lo que ordené para el buen recaudo de las minas, fue qué al que cometiese hurto de metal incurriese en pena de cien azotes, y ocho años de galeras; movióme á esto por los ecesos que todos me decian que habia habido, y por lo que á mí me consta; y encargué á Zárare que pues conforme a su comision, podria castigar estos hurtos, que Io hiciese con todo rigor, que asi convenía, y por intentarse como se intentan hurtos Ios mas dias, es menester persona que asista de ordinario al hacer castigo, y que el administrador no se ocupe en ello.
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