domingo, 25 de diciembre de 2011

Un cuento de Navidad

Por Ramona Yanes

La Navidad es una época muy peculiar para Neas. Su madre poco a poco va sacando del desván las figuritas del Belén. Neas, está jubiloso, le encanta ir adornándolo y, así se pasa varios días.

-Mamá, ¿ponemos el puente aquí? Creo que quedará pre­cioso.

Su madre que gusta de hacer feliz a su hijo no tiene por menos que asentir.

-Sí, hijo, este año para variar, pondremos el puente a este otro lado. Mira, estos pastorcillos, que trajo la abuela, quedarán preciosos. A ver, ve poniendo al Niño Jesús, yo colocaré a María y José.

-Mami, (a mula y el buey detrás. -Sí, así quedará muy bonito.

-Mamá, ¿vendrá la abuela en Navidad? Cuando vino el otro día dijo; que no sabía si podría porque le recordaba al abuelo, creo que quiso decir que al no estar con no­sotros se sentiría triste.

-Hijo, el abuelo no está físicamente, pero su bondad siempre seguirá con nosotros, es decir, que, a pesar de su ausencia, en nuestros corazones por siempre estará. Ya verás que la abuela vendrá.

-Mamá, ¿por qué el Niño Jesús tuvo que nacer en un portal?

-Neas, el Niño Jesús, nació en el portal de Belén porque nadie le abrió la puerta de su casa, se sintieron solos. María y José, sus padres, no tuvieron más remedio que ir a aquél establo, es por eso que la mula y el buey se encontraban allí.

-¿Quieres decir mami que la gente era mala?

-Niño, no todas las personas son malas, pero las hay que no ayudan a nadie, eso forma parte del ser humano. Hay bondad como hay maldad, ya irás hijo mío comprendiendo cuando te vayas haciendo mayor.

-Yo rezo cada noche como me has enseñado, mamá, ¿crees que soy bueno?

-Claro que eres bueno, pero no sólo por rezar, hay quién reza y sólo se queda en eso. Además de las oraciones hay que ser útil al prójimo, darle afecto, comprensión y ayudarle siempre que se pueda.

-Mamá, ya llega papá, seguro que trae a casa la estrella que falta.

-Sí, la pondremos arriba de todo, ella nos iluminará para que seamos conscientes de que tenemos que ayudar a quién más lo necesite.

Así es como Neas, sus padres y abuela sentían la Navidad. Además de conmemorar tan hermoso día, siempre se dedicaron a hacer el bien y eso les llevó a tener una vida hermosa.

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