Por último, en 1515 se repite “que esta en la plaça de la dicha villa” y que “es alto e baxo todo vn cuerpo de casa”. En esta ocasión, estando allí los visitadores apareció también Andrés de León, “veedor de las obras de Vuestra Alteza en esta provinçia de León” porque, según declaró, el bastimento necesitaba ciertos reparos “en la casa y escalera del pan”. Por ello, ordenó que informasen al respecto los pertinentes maestros y que le remitieran el resultado para enviárselo a Su Alteza y al Consejo de Órdenes que, a su vista, mandarían hacer lo que consideraran procedente. Dichos maestros fueron Lorenzo Gutiérrez y Alonso Sánchez Barrero, vecinos de la villa, “albanyres e ofiçiales”, quienes, entre otros aspectos (maderas, cabrios, ladrillos, ripios, cal, clavos, mano de obra… necesarios, que costarían 3.935 maravedís), apuntaron también los reparos que necesitaba “la escalera que sube a la dicha camara del pan”:
“Primeramente se ha de començar el escalera para que de buelta porque no sea trabajosa como otras para el subir de las bestias. Con el se ha de començar desde el esquina del adarve de la casa de la encomyenda hasta el esquyna cabeça de la dicha escalera, y esta buelta a de ser de alto al cabo de çinco palmos, y ansy ha de yr subiendo y a de llevar de ancho ocho pies, de manera que se ha de hazer que este lo demas para subir de las bestias que ser puedan, y de ally ha de yr sacado por horden hasta la puerta de arriba. Asede solar toda esta escalera y henchilla de tierra apisonada secada, y despues tornalla a solar de ladrillo de esquyna y con sus troços que vaya de tres en tres pies.
Hanse de deshazer los pretiles que estan fechos y mal rreparados y tornallos a hazer de su manpuesto y de piedra, cal y ladrillo, de manera que queden muy bien fechos, y lo alto dello que quede rredondo.
A de yr el pretil de vn cabo e de otro toda la escalera. Han de llevar estos pretiles tres palmos de alto y ladrillo y medyo de ancho” (33).
Para ello eran menester piedra, cal, tierra, arena, “troncos”, cuatro mil ladrillos y mano de obra. Todo saldría por 12.280 maravedís más. Los mismos albañiles informantes estaban dispuestos a hacer las referidas obras.
En definitiva, los documentos aludidos nos hablan de una casa de dos plantas, independiente del llamado palacio de la encomienda, que estaba en la plaza y a cuya planta alta se subía por una rampa. El edificio, además, necesitaba constantes reparos, lo que viene a indicar que debía de estar hecho desde un tiempo atrás.
Pasemos a plantear cuándo se pudo construir, dado que hay cierta confusión al respecto. De hecho, algunas fuentes datan
A la derecha del arco apuntado que da acceso a la planta alta, bajo el porche, se encuentra, en efecto, una pequeña lápida con una inscripción de difícil lectura (láms. 12 y 13), que hemos transcrito gracias a la inestimable ayuda de nuestra compañera de Universidad
Allí se lee lo que sigue:
[...]RA : D[...] : MIL [...]
CC : LXX : E : Q[...]
TRO : ANNOS : FUE [...]
CABADA : ESTA : C[...]
SA : E : MANDOLA : F[...]
ZER : EL : ME : DON : UO : RZ
[...]FONSO : MN : MO (37) : ME : FEZ[...]
CC : LXX : E : Q[UA]
TRO : ANNOS : FUE [A]
CABADA : ESTA : C[A]
SA : E : MANDOLA : F[A]
ZER : EL : M(aestr)E : DON : U(asc)O : R(odrígue)Z
[AL]FONSO : M(ele)N(dez) : M(aestr)O : ME FEZ(it)
Cabe añadir que la última línea igualmente podría completarse como sigue:
33 R. G. PEINADO SANTAELLA,
34 Véase Antonio GORDÓN BERNABÉ, “
35 Véase, por ejemplo, Rafael RODRÍGUEZ MÁRQUEZ, Guadalcanal, un pueblo en la memoria, Diputación de Sevilla, 2006, p. 135.
36 Sobre Lorenzo Suárez de Figueroa tratan: Esteban RODRÍGUEZ AMAYA, “Don Lorenzo Suárez de Figueroa. Maestre de Santiago”, Revista de Estudios Extremeños, núms. 1-2 (1950), pp. 241-302; y Fernando MAZO ROMERO, El Condado de Feria (1394-1505). Contribución al estudio del proceso señorializador en Extremadura durante
37 El estado de conservación de la inscripción impide ver con claridad si la letra volada que se utiliza como abreviatura encima de
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