Antonio Gordón Bernabé - Revista Guadalcanal año 1995Hallaron por Mayordomo de la dicha ermita a Alonso García Carranco, vecino de la villa.
Plata y ornamentos de la ermita que dicho mayordomo tenía en su casa: una arra grande nueva, dos bulas en pergamino, una de diez sellos y otra de tres sellos, un cáliz de plata con su patena, otro cáliz de estaño, dos vestimentas para decir misa con sus albas y amitos y aderezo, una capa de decir misa, dos cortinajas viejas, seis frontales viejos y raídos, quince pares de manteles, cinco de lino y diez de estopa, dos pares de tonajas romanistas labradas con hilo mediano y tres pares más otros dos pares de tonajas labradas, un paño de lino labrado de bastones, un cielo de estopa pintado, un amito por bendecir y unos corporales y una hijuela, cinco alfondillas, dos acetres de cobre, una caldera, un azadón viejo, una cajeta, seis manojos de lino bayal y un bellosino de lana y un anillo, ocho fanegas de trigo, ocho libras de cirro, una mesa y dos bancos de sentar.
Cuentas del Mayordomo: Dijo que había recibido de limosnas y de unas perdonanzas de una bula 578 maravedíes y había gastado en pro de la ermita un millar de ladrillos que esta en ella para labrar, 678 maravedíes, en tal manera que alcanza dicho mayordomo a la ermita 100 maravedíes. Y dio por relación que la dicha ermita de los alcaldes pasados estaban recogidos 500 maravedíes y que el Consejo de esta villa los había tomado prestado por necesidad que tenía de lo que se labra y edifica en la Iglesia de San Sebastián, con seguridad de restituir a la dicha ermita dichos 500 maravedíes.
En 1548 fue mayordomo Hernán García de Flores. En 1549 Hernán Mexia que había recibido 1873 maravedíes pero no se le pide cuenta por no llevar un año. En este mismo año recibió una nueva visita de la Orden.
Tenía dos capellanías, una servida por Perianes Pedro Yanes, clérigo, que tenía que decir una misa a la semana con los bienes siguientes: tres viñas en la Laguna, Molinillo y Calera, un parral, tres zumacales, en huerta del Gordo, Cuesta de la Horca y Castillejo, y tierras al Encimal de Valverde, Majada, Mata de la Orden y Donadío.
La otra capellanía la servía el clérigo Pedro de Ortega, que tenía de carga cien misas en diez años y con los bienes siguientes: Una casa en la calle del Rico, una bodega al lado con 16 vasos, tres pedazos de castañal al valle de Setenil, un pedazo de tierra con cuatro o cinco olivas al monasterio de San Francisco y dos mil maravedíes de renta de unas viñas a la Calera.
En el año 1712, Manuel de Acuña era ermitaño de Nuestra Señora de Consolación de Señor San Benito, conocido como el anacoreta Manuel de la Cruz, fundó una cofradía de ambos sexos, con el título de Ntra. Sra. de la Consolación y San Benito Abad, según un breve dado en Roma el 5 de Marzo de 1722, por el Papa Inocencio XIII.
El 24 de marzo de 1886, se funda una Cofradía con el título de la “Divina Sangre de Nuestro Señor Jesucristo”, de la que formaba parte la actual imagen del Cristo de la Humildad (Señor sentado en la Peña)
En 1920 se encontraba en muy mal estado y una chispa electrónica la perforó por varias partes, dejándola en estado ruinoso. Tiene cuatro altares, el mayor con las imágenes de la Asunción del tamaño mayor del natural, Santa Eusebia y Santa Máxima, el de San Pedro con la imagen, el del Señor de la Humildad y Paciencia y el de la Virgen de los Dolores. A los lados Santa Águeda y Santa Lucía. Por debajo del altar del Señor de la Humildad, hay un nicho formado en el arco donde se encuentra una colosal imagen de extraordinarias proporciones de San Antonio Abad, con un hermoso cochino y una pequeña imagen de la Virgen del Rosario
Hasta los años veinte se venía de romería a esta ermita. Se recogía el 21 de marzo al Señor Sentado en la Peña y a la Virgen de los Dolores y se llevaba a la iglesia de Santa María y regresaban el Domingo de Resurrección.
El 11 de Abril de 1977 fue vendida a Antonio Fontán Pérez.