Nuestro amigo José Miguel García, nos envía esta fotografía, donde un orondo fotógrafo –en este caso yo- saca una instantánea, de algo que está en la casa frente al antiguo Hospital de los Milagros. No sólo el fotógrafo, el resto de personas que acompañan a la Custodia, fijan su mirada en la fachada de la Casa Rectoral.
En la segunda fotografía, podemos ver el objeto de las miradas, que no es otro, que uno de los Calicantos de Andrés Mirón, que el Ayuntamiento ha puesto, por diferentes lugares de Guadalcanal.
Terminada la procesión, cuando seleccionaba las fotografías para el reportaje que apareció en este blog el domingo pasado, me fijé detenidamente en el Calicanto que había fotografiado, y quedé sorprendido, cuando veo que corresponde al Hospital de la Caridad.
El titulado El Coso, en la pared de un pozo en la calle Coso Alto. Por nuestra parte, pensamos que el lugar más adecuado hubiera sido a la entrada del paseo de El Coso
El correspondiente a Tres Picos en la calle del mismo nombre. En este caso, Andrés Mirón lo nombra Tres Picos por el nuevo barrio, ya que ahí vivió en la primera casa piloto que se hizo y en aquél erial en donde ponían el poleo a secar en aquella época.
El de la Morería, está puesto en la calle del mismo nombre, pero si hubieran leído el Calicanto, seguro que lo hubieran puesto en la misma calle, pero junto a la calle Moro.
Sin duda, los que mejor han quedado, han sido los del Convento del Espíritu Santo y el Callejón del Convento. Además de que están puestos donde tenían que estar, le han hecho un bonito marco que resalta el Calicanto.
En el ambulatorio, como dijimos, se encuentra el Calicanto de la Sepultura de Santa María, cuando en realidad el edificio actual está construido sobre lo que fue el Hospital de la Caridad.
Adosado a la fachada del Ayuntamiento nos encontramos el correspondiente a la Torre de Santa María, que naturalmente tendría que haber estado puesto en cualquier parte de la fachada de la iglesia, que está junto a la torre.
También en la fachada del Ayuntamiento podemos ver el dedicado a Plaza Mayor. Nos parece el sitio correcto para este Calicanto.
Correcto también nos parece el lugar escogido para poner el de la Almona
No así el correspondiente a Casa de los Ortega, que el albañil ha colocado en una fachada ruinosa de la calle Ortega Valencia, cuando de ninguna forma se refería Andrés Mirón a este Ortega, en su Calicanto.
En la segunda fotografía, podemos ver el objeto de las miradas, que no es otro, que uno de los Calicantos de Andrés Mirón, que el Ayuntamiento ha puesto, por diferentes lugares de Guadalcanal.
Terminada la procesión, cuando seleccionaba las fotografías para el reportaje que apareció en este blog el domingo pasado, me fijé detenidamente en el Calicanto que había fotografiado, y quedé sorprendido, cuando veo que corresponde al Hospital de la Caridad.
Trasladado al lugar donde estuvo este antiguo hospital (actual ambulatorio médico) veo que aquí existe otro Calicanto, en este caso, dedicado a una antigua sepultura de la iglesia de Santa María.
Nos hemos dado una vuelta por Guadalcanal para ver todos los Calicantos, y esto es lo que nos hemos encontrado:
El titulado Inicial, aparece puesto en una casa de Coso Bajo.
Nos hemos dado una vuelta por Guadalcanal para ver todos los Calicantos, y esto es lo que nos hemos encontrado:
El titulado Inicial, aparece puesto en una casa de Coso Bajo.
El titulado El Coso, en la pared de un pozo en la calle Coso Alto. Por nuestra parte, pensamos que el lugar más adecuado hubiera sido a la entrada del paseo de El Coso
El correspondiente a Tres Picos en la calle del mismo nombre. En este caso, Andrés Mirón lo nombra Tres Picos por el nuevo barrio, ya que ahí vivió en la primera casa piloto que se hizo y en aquél erial en donde ponían el poleo a secar en aquella época.
El de la Morería, está puesto en la calle del mismo nombre, pero si hubieran leído el Calicanto, seguro que lo hubieran puesto en la misma calle, pero junto a la calle Moro.
En la iglesia de Santa Ana, han puesto dos juntos, en los soportales. El titulado Santa Ana, estamos de acuerdo con el lugar escogido, sin embargo el de la Sepultura de Santa Ana, tendría que haber estado en la puerta contraria, ya que la sepultura de referencia, estaba a la entrada en el suelo.
Sin duda, los que mejor han quedado, han sido los del Convento del Espíritu Santo y el Callejón del Convento. Además de que están puestos donde tenían que estar, le han hecho un bonito marco que resalta el Calicanto.
. . ............... Subiendo por el camino del Cristo, hemos encontrado dos Calicantos puestos en el mismo depósito del agua. Uno corresponde al del Cristo, que sólo subiendo cien metros se podría haber puesto junto a la Ermita. El otro, corresponde al Monforte. Ignoramos que relación tiene este camino con el famoso cerro.
En el callejón de la Cava, nos encontramos el dedicado a la Cava, que leyéndolo, parece que fue escrito ayer, cuando habla de las cocheras, que prácticamente ocupan toda la calle.
Bajando, nos encontramos el ya indicado al principio del Hospital de la Caridad, adosado a la Casa Rectoral, antiguo palacio del Marqués de San Antonio. Si el objetivo era realizar un recorrido cultural para turistas, mal lo va a tener el guía, cuando tenga que explicar que aunque pone Hospital de la Caridad, realmente es el antiguo palacio del marqués de San Antonio.
En el ambulatorio, como dijimos, se encuentra el Calicanto de la Sepultura de Santa María, cuando en realidad el edificio actual está construido sobre lo que fue el Hospital de la Caridad.
Adosado a la fachada del Ayuntamiento nos encontramos el correspondiente a la Torre de Santa María, que naturalmente tendría que haber estado puesto en cualquier parte de la fachada de la iglesia, que está junto a la torre.
También en la fachada del Ayuntamiento podemos ver el dedicado a Plaza Mayor. Nos parece el sitio correcto para este Calicanto.
Correcto también nos parece el lugar escogido para poner el de la Almona
Igualmente, el correspondiente a la iglesia de San Sebastián.
De acuerdo también con el instalado en el antiguo Convento de la Concepción.
En la fachada de la Casa de la Cultura, han instalado el de Final, que nos parece un buen lugar.
En la fachada de la Casa de la Cultura, han instalado el de Final, que nos parece un buen lugar.
No así el correspondiente a Casa de los Ortega, que el albañil ha colocado en una fachada ruinosa de la calle Ortega Valencia, cuando de ninguna forma se refería Andrés Mirón a este Ortega, en su Calicanto.
La casa de los Ortega es la que aparece en esta otra fotografía, donde aun se conserva el escudo nobiliario, que también podemos ver en la ermita de Guaditoca y en la capilla de los Ortega de la iglesia de Santa María, ahora ocupada por la Hermandad de la Veracruz y Soledad y Santo Entierro.
Por último nos queda el de el paseo de El Palacio. Si desde el principio que vimos el lugar elegido no nos gustó, ahora parece de juzgado de guardia. Resulta que fue instalado en el kiosco de bebidas que existe en la parte baja del paseo, en un lugar que presumíamos de difícil acceso, ya que durante el verano era el lugar de almacenar las mesas, sillas y cajas vacías. Resulta que la realidad ha superado con mucho a lo que imaginábamos, ahora para poder verlos, habrá que subirse sobre las sillas y mirad por los dos huecos que han dejado en la parte superior, como podemos ver en la fotografía.
Es una pena, que aquella idea lanzada en su día por Pedro Porras, de poner los Calicantos por las calles de Guadalcanal, recordada en varias ocasiones por Pepe Álvarez y plasmadas en estos azulejos por Fernando Díaz Mirón, quede deslucida por estos errores de ubicación.
4 comentarios:
Suscribo todas y cada una de tus afirmaciones Ignacio. Lástima que estas cosas no se hagan con la implicación y asesoramiento de gente informada y sabedora de nuestra historia. Si Andrés lo está viendo desde el cielo se estará llevando las manos a la cabeza con la ubicación de algunos azulejos de sus Calicantos.
Ignacio, bueno yo pienso que el hecho es grave, o como mínimo de irresponsabilidad por parte de la persona que se ha encargado del tema, esto no es un fallo, creo que es un cumulo de despropositos, siempre hay tiempo para corregir, ¿ tú crees que lo haran?, yo no.
Rafa
Los errores son evidentes. Poniéndome en plan positivo e intentando aplicar el dicho “rectificar es de sabios” se me ocurre la siguiente propuesta. Que el Ayuntamiento de la villa pida un presupuesto sobre el coste de desmontar cuidadosamente cada Calicanto mal colocado, restaurar el hueco y colocarlo en el sitio correcto, solicitando para determinar el lugar adecuado el asesoramiento de los que saben de qué va el asunto. Como sospecho que, en estos tiempos de penurias en las arcas públicas, puede ser problemática a corto plazo la subsanación de estos errores, propongo que una vez sabido el coste se abra una cuenta en una entidad bancaria de la villa titulada: “Por la ubicación correcta de los Calicantos erróneamente colocados” y que con aportaciones mínimas de 5 euros (menos que una ronda de cañas), se cubra el coste. Si la idea prospera tan pronto sepa el número de cuenta enviaré mi aportación. Espero de mis paisanos que estén al quite. Me atrevo a pensar que Andrés Mirón y Pedro Porras estarían de acuerdo con mi propuesta.
El problema ya está solucionado, los que lo iban a arreglar todo losh an dejado caer, estando estos rotos, olvidados e inclusive desaparecidos.
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