Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I
(Se mantiene la ortografía de la época)
Probanza que el muy magnífico señor Diego López, Veinticuatro de Sevilla, mandó hacer sobre el averiguar que tanta cantidad de maravedís se ahorrarían de leña cada dia y de hierro cada mes, afinando la plata en los buitrones, conforme á la orden que su merced dió y ha dado despues que es administrador en estas minas de S. M. á como antes que su merced viniese se solia gastar.
Secretaría de Hacienda.- Minas, número 31
16 de enero de 1557.
En el asiento de las minas del Molinillo, que son de S. M. y término de la villa de Guadalcanal, sábado á diez y seis dias del mes de enero año del Señor de mil é quinientos é cincuenta é siete años, en presencia de mí Andres Sanchez, escribano de S. M. en la fábrica de las dichas minas é de los testigos de yuso escritos, el muy magnífico señor Diego Lopez, Veinticuatro de Sevilla, administrador por S. M. en las dichas minas, fue á visitar las casas á donde estan los buitrones donde se afina la plata de los metales que proceden de los metales que salen destas dichas minas, y andando visitando vió como los afinadores que en ellos afinaban no tenian la orden en el afinar que convenia al servicio de S. M. y al provecho y utilidad de la dicha hacienda, y visto esto mandó á Diego Megía, y á Juan Gallego, y á Juan Martín, y á Juan Francisco y á Pedroche, afinadores, que de allí adelante no tuviesen abiertas las bocas de los dichos buitrones como hasta allí las tenian, porque gastarian demasiada leña de la que gastáran teniéndolas cerradas, y caldearian antes y despacharian con mas brevedad, y cada uno achicase la boca de la cendrada, para que desde allí adelante las cubriesen con las losas, y no gastarian tanta cantidad de hierro como hasta allí gastaban; lo cual los dichos afinadores dijeron que luego, pornian por obra como su merced lo mandaba, y algunos de los dichos afinadores dijeron que era estilo de la Nueva España, y que era cosa muy buena y provechosa afinarse del arte que su merced mandaba, lo cual el dicho señor administrador mandó á mí el dicho escribano hiciese cierta informacion sobre lo susodicho, rescibiendo juramento á los dichos afinadores y de cada uno de ellos, para que contestase el provecho y utilidad que en hacerse como su merced mandaba la dicha afinacion se seguía, y mandó á mí el dicho escribano se lo diese todo por testimonio en manerá que haga fe, para lo cual sometió á mí el dicho escribano la recepcion del dicho juramento; testigos Pedro de Aguilar, veedor en las dichas minas, y Juan de Olivares, y Alonso Maldonado estantes en las dichas minas y fábrica dellas: y después de lo susodicho, en las dichas minas, en cumplimiento de lo por el dicho señor administrador mandado, yo el dicho escribano, tomé el juramento en forma debida de derecho, por Dios y por santa María, y por las palabras de los santos cuatro Evangelios, de Diego de Pedroche, afinador y persona que fundó los dichos buitrones donde se afina la dicha plata; y habiendo jurado dijo que es verdad que, despues que el dicho señor administrador vino á esta dicha hacienda por S. M., visitó los buitrones, y mandó á este testigo como afinador y á los dichos sus compañeros que quitasen las barras de hierro con que se cubria la cendrada de cada uno de los dichos buitrones, y mandase hacer este testigo una forma de afinar de Indias que no fuese menester barras de hierro, porque era gran costa para la dicha hacienda, y este testigo la hizo luego otro dia siguiente como hombre que sabia el dicho ...
Secretaría de Hacienda.- Minas, número 31
16 de enero de 1557.
En el asiento de las minas del Molinillo, que son de S. M. y término de la villa de Guadalcanal, sábado á diez y seis dias del mes de enero año del Señor de mil é quinientos é cincuenta é siete años, en presencia de mí Andres Sanchez, escribano de S. M. en la fábrica de las dichas minas é de los testigos de yuso escritos, el muy magnífico señor Diego Lopez, Veinticuatro de Sevilla, administrador por S. M. en las dichas minas, fue á visitar las casas á donde estan los buitrones donde se afina la plata de los metales que proceden de los metales que salen destas dichas minas, y andando visitando vió como los afinadores que en ellos afinaban no tenian la orden en el afinar que convenia al servicio de S. M. y al provecho y utilidad de la dicha hacienda, y visto esto mandó á Diego Megía, y á Juan Gallego, y á Juan Martín, y á Juan Francisco y á Pedroche, afinadores, que de allí adelante no tuviesen abiertas las bocas de los dichos buitrones como hasta allí las tenian, porque gastarian demasiada leña de la que gastáran teniéndolas cerradas, y caldearian antes y despacharian con mas brevedad, y cada uno achicase la boca de la cendrada, para que desde allí adelante las cubriesen con las losas, y no gastarian tanta cantidad de hierro como hasta allí gastaban; lo cual los dichos afinadores dijeron que luego, pornian por obra como su merced lo mandaba, y algunos de los dichos afinadores dijeron que era estilo de la Nueva España, y que era cosa muy buena y provechosa afinarse del arte que su merced mandaba, lo cual el dicho señor administrador mandó á mí el dicho escribano hiciese cierta informacion sobre lo susodicho, rescibiendo juramento á los dichos afinadores y de cada uno de ellos, para que contestase el provecho y utilidad que en hacerse como su merced mandaba la dicha afinacion se seguía, y mandó á mí el dicho escribano se lo diese todo por testimonio en manerá que haga fe, para lo cual sometió á mí el dicho escribano la recepcion del dicho juramento; testigos Pedro de Aguilar, veedor en las dichas minas, y Juan de Olivares, y Alonso Maldonado estantes en las dichas minas y fábrica dellas: y después de lo susodicho, en las dichas minas, en cumplimiento de lo por el dicho señor administrador mandado, yo el dicho escribano, tomé el juramento en forma debida de derecho, por Dios y por santa María, y por las palabras de los santos cuatro Evangelios, de Diego de Pedroche, afinador y persona que fundó los dichos buitrones donde se afina la dicha plata; y habiendo jurado dijo que es verdad que, despues que el dicho señor administrador vino á esta dicha hacienda por S. M., visitó los buitrones, y mandó á este testigo como afinador y á los dichos sus compañeros que quitasen las barras de hierro con que se cubria la cendrada de cada uno de los dichos buitrones, y mandase hacer este testigo una forma de afinar de Indias que no fuese menester barras de hierro, porque era gran costa para la dicha hacienda, y este testigo la hizo luego otro dia siguiente como hombre que sabia el dicho ...
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