Por Ramona Yanes
Fuiste la cuna de la sabiduría,
y seguirá siéndolo en tu legado.
El silencio te acompañará ahora,
y tu energía se reciclará en las rosas,
en otras nuevas cosas que nacerán.
Volverá tu Mayo, con sus días de ensueño,
y al ponerse el sol en la rivera tosca,
en San Benito, mirará la higuera,
por si vuelves a casa a ver tus cosas.
El silencio se hizo esa mañana,
y el letargo amagó la madroñera,
Pero el sol volvió a lucir entre tus rosas.
Descansa eternamente compañero,
que nada ha de perturbar tu sueño ahora,
quedó tu figura entre nosotros,
siempre, Guadalcanal será tu cuna.
Fuiste la cuna de la sabiduría,
y seguirá siéndolo en tu legado.
El silencio te acompañará ahora,
y tu energía se reciclará en las rosas,
en otras nuevas cosas que nacerán.
Volverá tu Mayo, con sus días de ensueño,
y al ponerse el sol en la rivera tosca,
en San Benito, mirará la higuera,
por si vuelves a casa a ver tus cosas.
El silencio se hizo esa mañana,
y el letargo amagó la madroñera,
Pero el sol volvió a lucir entre tus rosas.
Descansa eternamente compañero,
que nada ha de perturbar tu sueño ahora,
quedó tu figura entre nosotros,
siempre, Guadalcanal será tu cuna.
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