Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I
(Se mantiene la ortografía de la época)
...los buitrones fuese gratificado, y así por mandado del dicho señor Veinticuatro se hizo todo lo que dicho tiene este testigo, viendo que era cosa útil y provechosa al servicio de S. M. y de su hacienda como hombre que lo entendía; y dijo este testigo que para el juramento que tiene hecho que ha de sesenta años poco mas ó menos, y que de rnas de los cuarenta años á esta parte ha que usa el oficio en Almodovar del Campo y en Puerto-Llano y Abenoja, y la Serena, y en Hornachos, y en la provincia de Méjico, y en estas minas; y por el uso y edad á do quiera que este testigo se ha hallado en el dicho oficio, no ha habido hombre, ni este testigo lo ha hallado que en beneficio de minas y metales y orden de fundillas y afanallas que le haya llevado ventaja, sino es el dicho señor Diego Lopez, administrador suso dicho, el cual dijo este testigo que tiene tan vivo ingenio y solicitud de lo que conviene al beneficio de minas y metales, que este testigo está espantado dello, y le paresce que él no sabe nada en su presencia, y que esta es la verdad para el juramento dice tiene hecho, y firmólo de su nombre Diego de Pedroche.E despues de lo suso dicho viernes á veinte y dos del dicho mes y año, yo el dicho escribano tomé y recibí juramento en forma de Juan Martin, afinador en las dichas minas, el cual, habiendo jurado, dijo, que despues que el señor Diego Lopez, Veinticuatro de Sevilla, vino por administrador á las dichas minas de S. M., y luego como vino otro ella fue á visitar los buitrones á donde se afinaba la plata, y vió como la orden que se tenia en afinarla era de mucha costa para la haciencia; y visto esto mandó que de allí adelante no afinase este testigo y los demas afinadores de aquel arte, sino que cubriesen los buitrones con losas de piedra y tejas, y quitarse hia el gasto del hierro que era grande; y ansímismo mandó que tapasen las bocas de los buitrones con tejas y ladrillos, y evitarían el gasto de la leña que asímísmo era grande; y dijo este testigo que todo lo que el dicho señor administrador mandó, era á efecto de evitar la gran costa que hasta allí se tenia y se gastaba en el afinar la plata en los dichos buitrones, porque dijo este testigo que en dos buitrones que él tiene á su cargo se gastaban cada mes poco mas ó menos seis quintales de hierro en verguejones que se ponian encima de las bocas de las cendradas, los cuales dijo este testigo que costaba cada quintal del dicho hierro, puesto en las dichas minas, á veinte y seis reales, de manera que suma cada mes el gasto de dos buitrones ciento cincuenta y seis reales, y al respecto sumado el costo que hacen ocho buitrones que ansí andan en las dichas minas, se gastaban cada mes veinte y cuatro quintales, que suma seiscientos veinte y cuatro reales; y ansímisma dijo este testigo que él gastaba cada dia en su buitron doce cargas de lena afinando, las cuales cuestan á dos reales, y después acá que el dicho señor administrador dió la dicha orden del afinar, dijo este testigo que no gastaba la mitad, de manera que cada dia se ahorra la mitad de la dicha leña en cada uno de los dichos buitrones que antes se gastaba; y dijo este testigo que tiene por cierto que cada dia se ahorran de solo su buitron diez reales poco mas ó menos, lo cual todo se gastaba segun dicho es, y se gastára de aquí adelante si el dicho señor Diego Lopez no diera la dicha orden que dió en el afinar la dicha plata, lo cual todo dijo este testigo que es á gran provecho de la dicha hacienda de S. M. Preguntado este testigo diga y declare qué era la causa que afinaban antes la plata en los dichos buitrones cubiertas las cendradas con los verguejones de hierro, y ...