sábado, 30 de enero de 2010

LAS MINAS DE PLATA DE GUADALCANAL - 142


Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I

(Se mantiene la ortografía de la época)

...los buitrones fuese gratificado, y así por mandado del dicho señor Veinticuatro se hizo todo lo que dicho tiene este testigo, viendo que era cosa útil y provechosa al servicio de S. M. y de su hacienda como hombre que lo entendía; y dijo este testigo que para el juramento que tiene hecho que ha de sesenta años poco mas ó menos, y que de rnas de los cuarenta años á esta parte ha que usa el oficio en Almodovar del Campo y en Puerto-Llano y Abenoja, y la Serena, y en Hornachos, y en la provincia de Méjico, y en estas minas; y por el uso y edad á do quiera que este testigo se ha hallado en el dicho oficio, no ha habido hombre, ni este testigo lo ha hallado que en beneficio de minas y metales y orden de fundillas y afanallas que le haya llevado ventaja, sino es el dicho señor Diego Lopez, administrador suso dicho, el cual dijo este testigo que tiene tan vivo ingenio y solicitud de lo que conviene al beneficio de minas y metales, que este testigo está espantado dello, y le paresce que él no sabe nada en su presencia, y que esta es la verdad para el juramento dice tiene hecho, y firmólo de su nombre Diego de Pedroche.E despues de lo suso dicho viernes á veinte y dos del dicho mes y año, yo el dicho escribano tomé y recibí juramento en forma de Juan Martin, afinador en las dichas minas, el cual, habiendo jurado, dijo, que despues que el señor Diego Lopez, Veinticuatro de Sevilla, vino por administrador á las dichas minas de S. M., y luego como vino otro ella fue á visitar los buitrones á donde se afinaba la plata, y vió como la orden que se tenia en afinarla era de mucha costa para la haciencia; y visto esto mandó que de allí adelante no afinase este testigo y los demas afinadores de aquel arte, sino que cubriesen los buitrones con losas de piedra y tejas, y quitarse hia el gasto del hierro que era grande; y ansímismo mandó que tapasen las bocas de los buitrones con tejas y ladrillos, y evitarían el gasto de la leña que asímísmo era grande; y dijo este testigo que todo lo que el dicho señor administrador mandó, era á efecto de evitar la gran costa que hasta allí se tenia y se gastaba en el afinar la plata en los dichos buitrones, porque dijo este testigo que en dos buitrones que él tiene á su cargo se gastaban cada mes poco mas ó menos seis quintales de hierro en verguejones que se ponian encima de las bocas de las cendradas, los cuales dijo este testigo que costaba cada quintal del dicho hierro, puesto en las dichas minas, á veinte y seis reales, de manera que suma cada mes el gasto de dos buitrones ciento cincuenta y seis reales, y al respecto sumado el costo que hacen ocho buitrones que ansí andan en las dichas minas, se gastaban cada mes veinte y cuatro quintales, que suma seiscientos veinte y cuatro reales; y ansímisma dijo este testigo que él gastaba cada dia en su buitron doce cargas de lena afinando, las cuales cuestan á dos reales, y después acá que el dicho señor administrador dió la dicha orden del afinar, dijo este testigo que no gastaba la mitad, de manera que cada dia se ahorra la mitad de la dicha leña en cada uno de los dichos buitrones que antes se gastaba; y dijo este testigo que tiene por cierto que cada dia se ahorran de solo su buitron diez reales poco mas ó menos, lo cual todo se gastaba segun dicho es, y se gastára de aquí adelante si el dicho señor Diego Lopez no diera la dicha orden que dió en el afinar la dicha plata, lo cual todo dijo este testigo que es á gran provecho de la dicha hacienda de S. M. Preguntado este testigo diga y declare qué era la causa que afinaban antes la plata en los dichos buitrones cubiertas las cendradas con los verguejones de hierro, y ...

jueves, 28 de enero de 2010

LAS MINAS DE PLATA DE GUADALCANAL - 141


Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I

(Se mantiene la ortografía de la época)

...estilo de afinar plata en Indias; y hecha la dicha forma que el dicho señor Veinticuatro le mandó, dijo este testigo que luego echaron á afinar sin barras de hierro, y tapadas las bocas de los buitrones como el dicho señor administrador mandó, dijo este testigo que se afinaba la dicha plata ansímesmo á menos costa de leña, de manera que la dicha plata salia buena y en mas breve término de los dichos buitrones que hasta allí y á menos costa de leña y hierro. Preguntado á este testigo diga y declare en qué tanta cantidad de hierro se ahorraria cada mes, y de leña cada dia, afinando la dicha plata al modo y segun mandaba el dicho señor administrador, á como antes que su merced viniese se solia afinar, dijo este testigo que él tiene á su cargo dos buitrones en que ha afinado y afina plata en las dichas minas por mandado, del señor don Francisco de Mendoza desde que vino por visitador general á estas dichas minas, los cuales fundó este testigo segun dicho tiene, y que cubria los dichos buitrones, y la cendrada de cada uno dellos con diez y seis barras de hierro que podrian tener y pesar tres quintales de hierro, de manera que en dos buitrones ponía treinta y dos que eran seis quintales: y en término de un mes poco mas ó menos dijo este testigó que todas era menester renovar porque el fuego las gastaba y consumia, de manera que cada mes se echaban de costa los dichos seis quintales de hierro, que vale cada quintal, puesto en las dichas minas, veinte y seis reales, que suma todo lo que ansí se gastaba y consumia del dicho hierro en los dichos dos buitrones ciento cincuenta y seis reales, por manera que en ocho buitrones que estan formados y se afinan en ellos conforme á los de este testigo, se ahorran cada mes al respecto de los dichos dos buitrones que montan seiscientos veinte y cuatro reales; y en lo que toca á la leña dijo este testigo que lo que solía gastar cada día en un buitron serían diez cargas de leña poco mas ó menos, que cuesta cada carga á dos reales, que montan veinte reales cada día en solo un buitron; y dijo este testigo que despues que el dicho señor administrador dió la dicha orden del afinar sin barras y tapadas las bocas de los buitrones, ha afinado este testigo y los dichos sus consortes con la mitad menos de leña de lo que se solía gastar, de manera que en los cuatro buitrones que se afina cada dia plata, se ahorra cada un día la mitad por medio de la dicha leña que antes se solía gastar, de manera que cada día se ahorran cuarenta reales poco mas ó menos de leña lo cual todo, que dicho es, dijo este testigo que se ahorraba despues que el dicho señor administrador vino a entender en la dicha hacienda y dio orden de la dicha afinacion; preguntado á este testigo diga y declare qué ha sido la causa de no haber afinado antes de agora la dicha plata en los dichos buitrones, segun y como el dicho señor administrador Diego Lopez lo ha mandado y mandó, dijo este testigo que lo hacían porque el afinar con las dichas barras de hierro, y abiertas las bocas de los dichos buitrones con la leña puesta en ellas, era y se hacia á menos trabajo de sus personas de los dichos afinadores, y no había ni ha habido administrador que se le alcanzase como al dicho señor Diego Lopez; y dijo este testigo que si él no lo había hecho como á hombre que ir se te entendía era y fue por lo que dicho tiene, y porque no tenia este testigo certidumbre de permanecer en las dichas minas hasta que S. M. y los de su consejo mandaron al dicho señor Diego Lopez, administrador que al presente es en las dichas minas por su provision real, que tuviese cuenta y favoresciese á este testigo en que como afinador de ...

martes, 26 de enero de 2010

LAS MINAS DE PLATA DE GUADALCANAL - 140


Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I

(Se mantiene la ortografía de la época)

Probanza que el muy magnífico señor Diego López, Veinticuatro de Sevilla, mandó hacer sobre el averiguar que tanta cantidad de maravedís se ahorrarían de leña cada dia y de hierro cada mes, afinando la plata en los buitrones, conforme á la orden que su merced dió y ha dado despues que es administrador en estas minas de S. M. á como antes que su merced viniese se solia gastar.
Secretaría de Hacienda.- Minas, número 31
16 de enero de 1557.
En el asiento de las minas del Molinillo, que son de S. M. y término de la villa de Guadalcanal, sábado á diez y seis dias del mes de enero año del Señor de mil é quinientos é cincuenta é siete años, en presencia de mí Andres Sanchez, escribano de S. M. en la fábrica de las dichas minas é de los testigos de yuso escritos, el muy magnífico señor Diego Lopez, Veinticuatro de Sevilla, administrador por S. M. en las dichas minas, fue á visitar las casas á donde estan los buitrones donde se afina la plata de los metales que proceden de los metales que salen destas dichas minas, y andando visitando vió como los afinadores que en ellos afinaban no tenian la orden en el afinar que convenia al servicio de S. M. y al provecho y utilidad de la dicha hacienda, y visto esto mandó á Diego Megía, y á Juan Gallego, y á Juan Martín, y á Juan Francisco y á Pedroche, afinadores, que de allí adelante no tuviesen abiertas las bocas de los dichos buitrones como hasta allí las tenian, porque gastarian demasiada leña de la que gastáran teniéndolas cerradas, y caldearian antes y despacharian con mas brevedad, y cada uno achicase la boca de la cendrada, para que desde allí adelante las cubriesen con las losas, y no gastarian tanta cantidad de hierro como hasta allí gastaban; lo cual los dichos afinadores dijeron que luego, pornian por obra como su merced lo mandaba, y algunos de los dichos afinadores dijeron que era estilo de la Nueva España, y que era cosa muy buena y provechosa afinarse del arte que su merced mandaba, lo cual el dicho señor administrador mandó á mí el dicho escribano hiciese cierta informacion sobre lo susodicho, rescibiendo juramento á los dichos afinadores y de cada uno de ellos, para que contestase el provecho y utilidad que en hacerse como su merced mandaba la dicha afinacion se seguía, y mandó á mí el dicho escribano se lo diese todo por testimonio en manerá que haga fe, para lo cual sometió á mí el dicho escribano la recepcion del dicho juramento; testigos Pedro de Aguilar, veedor en las dichas minas, y Juan de Olivares, y Alonso Maldonado estantes en las dichas minas y fábrica dellas: y después de lo susodicho, en las dichas minas, en cumplimiento de lo por el dicho señor administrador mandado, yo el dicho escribano, tomé el juramento en forma debida de derecho, por Dios y por santa María, y por las palabras de los santos cuatro Evangelios, de Diego de Pedroche, afinador y persona que fundó los dichos buitrones donde se afina la dicha plata; y habiendo jurado dijo que es verdad que, despues que el dicho señor administrador vino á esta dicha hacienda por S. M., visitó los buitrones, y mandó á este testigo como afinador y á los dichos sus compañeros que quitasen las barras de hierro con que se cubria la cendrada de cada uno de los dichos buitrones, y mandase hacer este testigo una forma de afinar de Indias que no fuese menester barras de hierro, porque era gran costa para la dicha hacienda, y este testigo la hizo luego otro dia siguiente como hombre que sabia el dicho ...

domingo, 24 de enero de 2010

A DON ANTONIO FONTÁN (IN MEMORIAM)


Por Ramona Yanes

Fuiste la cuna de la sabiduría,
y seguirá siéndolo en tu legado.
El silencio te acompañará ahora,
y tu energía se reciclará en las rosas,
en otras nuevas cosas que nacerán.
Volverá tu Mayo, con sus días de ensueño,
y al ponerse el sol en la rivera tosca,
en San Benito, mirará la higuera,
por si vuelves a casa a ver tus cosas.

El silencio se hizo esa mañana,
y el letargo amagó la madroñera,
Pero el sol volvió a lucir entre tus rosas.
Descansa eternamente compañero,
que nada ha de perturbar tu sueño ahora,
quedó tu figura entre nosotros,
siempre, Guadalcanal será tu cuna.

LAS MINAS DE PLATA DE GUADALCANAL - 139


Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I

(Se mantiene la ortografía de la época)

Carta del licenciado Murga, alcalde de las minas de Guadalcanal, dando cuenta de su llegada, y de los negocios de su cargo.

Secretaría de hacienda, número 31.

15 de enero de 1557.

C. R. M.- A cinco de diciembre de quinientos cincuenta y seis me fue mandado viniese á estas minas á servir á V. M. sin me detener, en parte alguna lo cumplí aunque el tiempo me fue contrario con mucha agua que hizo, y llegué harto deseado, porque la guarda, dé la hacienda de S. M. entendian los que la beneficiaban consistía en la llegada del juez; paresce que será Dios servido que no se haya engañado, pues con mi venida y diligencias que comencé á hacer ejecutando justicia, los mal vivientes se ausentaron, y los que de noche comarcanos salteaban los metales, no han osado continuar sus malos propósitos, que debia cierto de haber hartos, porque cada cual del mayor al menor, segun se dice, mostraba poderlo hacer como se veía que una noche rompieron el tejado á do estaba el plomo plata fundido; otra adelante horadaron una pared do estaba el metal rico ocho dias antes que yo llegase. Pues los hurtos de los jornaleros, plomeros, fundidores, oficiales malos cristianos no debian de tener número segun fama pública; pero como V. M. me cometió los negocios criminales solamente, paresce que las causas cevíles fuera importante se determináran aquí, porque cada dia hay, diferencias entre las personas que benefician la hacienda, y lo que peor es que de Llerena y Azuaga y de otras partes vienen á sacar personas de sus ocios, que es á muy gran daño del obrage y metales, ó no hay otra persona que poner en su lugar, ó si le hay no lo sabe tan bien: hase ofrescidó tres veces en ocho días, y con medios que dí se sobreseyó por entonces, V. M. lo mande remediar que conviene sumamente: otra cosa veo de que V. M. no es servido, y es que estando como estamos mil hombres en el campo sirviendo á V. M., sería justo se dijese misa todos los dias para los que la quisiesen, y no se dice sino los domingos como en lugar anejo, informándome á cuya culpa fuese, dan á entender que no es de mi oficio tratarlo: á V. M. suplico lo mande remediar, pues nada veré con mal orden de que no dé aviso que no sea en mi mano proveerlo, aunque tengo entendido que en todo habrá mucho concierto, así de parte de los oficiales como de los demas. V, M. me señaló dos ducados para me sustentar por no venir á mas necesidad decir á V. M. lo que pasa, que vale la libra de pan quince y diez y seis maravedís, y del tocino fresco doce, y del carnero quince, y el vino malo á veinte maravedís la azumbre, y la cebada el celemin cuarenta maravedís, el huevo un cuarto, la sardina tres blancas, que es de la que me sustento: á V. M. suplico sobre ello, y todo lo demás mande lo que sea servido, que en mi servicio y lo que debo hacer no tengo de faltar averiguando los hurtos pasados como en oviar los por venir y los demás delitos; cuya muy alta y muy poderosa persona y estado nuestro Señor guarde y prospere con el acrescentamiento de mayores reinos y señorios que, los criados de V. M, deseamos. Destas minas de V. M. quince de enero de mil quinientos cincuenta y siete.- C. R. M, humilde criado de V. M. que sus R. P. y M. B. - Licenciado Murga.

viernes, 22 de enero de 2010

LAS MINAS DE PLATA DE GUADALCANAL - 138


Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I

(Se mantiene la ortografía de la época)

En vista de lo que representó Agustin de Zárate en su carta de 31 de octubre de 1556 acerca de los gastos que se le habian originado durante su permanencia en las minas, cuidando de ellas y de sus agregadas, por real cédula de cinco de enero de mil quinientos cincuenta y siete se mandó á Diego Lopez, Veinticuatro de Sevilla y administrador de las minas de Guadalcanal, le librase doscientos ducados, que montan setenta y cinco mil maravedís por una vez, de lo que procediese de dichas minas.
En 10 del mismo mes de enero el contador Zárate nombró á Cristobal de Cortazar, vecino y regidor de la villa de Guadalcanal, para que, como persona muy honrada y abonada, tuviese cargo de llevar á Sevilla la plata que procediese de las minas, para lo cual dio fianzas en forma, y sirvió dicho oficio hasta 14 de diciembre de 1557.
El referido contador Zárate partió de las minas el miércoles 13 de dicho mes de enero de este año de 1557; en cuyo dia comenzó á ejercer el oficio de administrador Diego Lopez, á quien se libró salario de dos ducados por dia hasta 20 de abril de 1558, y desde 12 de julio basta 15 de noviembre de 1560.
En 25 de este mismo mes de enero de 1557 fue nombrado el licenciado Rodriguez por médico de las minas con salario de 50.000 maravedís al año. Sirvió hasta 31 de octubre de 1561.

miércoles, 20 de enero de 2010

LAS MINAS DE PLATA DE GUADALCANAL - 137


Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I

(Se mantiene la ortografía de la época)

Otros tales libros como los dichos tres terneis de cada suerte de minas.
Otrosí: terneis otro libro en que estén los cargos de la plata é moneda que rescibiere el depositario generalmente de las unas minas é de las otras, y de lo que pagare y gastare.
Otrosí: terneis otro libro en que esté la cuenta y razon general de la plata que enviáredes á Sevilla á hacer moneda de las unas minas y de las otras, y de qué ley es, en que hagais cargo della á las personas que allí la han de rescibir y de su valor, y les pongais por data lo que en ellas Iibráredes por mi mandado y para otras cosas, y lo que de allá trajeren en moneda para los gastos de la fábrica que se han de entregar al depositario della, que ha de ser el que los ha de pagar.
Otrosí: porque converná comprar y tener de respeto muchas cosas por junto para todo el servicio de la fábrica, y que de allí se vaya proveyendo lo que fuere menester para cada suerte de minas, terneis un libro general en que se asienten todas las cosas que fueren compradas por junto, y se haga cargo dellas al mayordomo que las rescibiere; y á él se le ponga por descargo lo que diere para cada suerte de mina, de manera que se pueda saber, lo que se gasta en las minas de cada hallador por sí, para la cuenta dellas que adelante se hobiere de hacer.
Para cada año se deben hacer todos estos libros; é todas las partidas de cargos que en ellas fueren menester firmar, las han de firmar las partes á quien tocare, y si no supieren escribir el escribano de la fábrica ha de dar fe dello; y ansímismo ha de firmar en todas el veedor de la dicha fábrica, y él é vos habéis de firmar las libranzas de todos los géneros de gastos de dineros tocantes á la fábrica que se hicieren en el depositario della, y las libranzas que se hobieren de hacer, por nuestro mandado en Ios depositarios que residieren en Guadalcanal ó en los de Sevilla han de ser firmadas del administrador de las dichas minas, y en ellas habéis de poner vos como tomastes la razon; é á la paga de las libranzas de gastos é salarios de los que trabajaren en las dichas minas se ha de hallar presente el dicho veedor, é dar fe, dellas; con la cual é las dichas libranzas ha de ser rescibido en cuenta al depositario lo que pagare.
Si llegado allá, habiendo visto los libros que estan fechos; os paréciere que sé debe énmendar ó quitar desta orden alguna cosa, avisareis delló para que la mande próveer como convenga, y en el entretanto no habeis de hacer mudanza: é ansímismo tendréis mucho cuidado de ver y entender todo lo que se hace en la labor é fábrica de las dichas minas, é si viéredes que es néscesario proveer ó remediar algunas cosas, avisareis dello para que lo mande proveer como convenga: Y mando que tome la razon desta Sancho de Paz, mi criado. Fecha en Valladolid á cinco dias del mes de enero de mil quinientos cincuenta é siete años.- La Princesa.- Por mandado de S. M., su Alteza en su nombre - Juan Vazquez.- Por los del consejo de la hacienda.
Concertada con la instruccion original que se volvió á la parte, en Valladolid á nueve de enero de mil quinientos cincuenta y siete años.- Rubricado.


martes, 19 de enero de 2010

LAS FUENTES DE GUADALCANAL - 1

Algunos lectores, después de ver la nieve y el agua del arroyo San Pedro, nos han preguntado por las fuentes de Guadalcanal.

Hemos visitado alguna de las fuentes y por falta de energía (en este caso de la máquina fotográfica, no del fotógrafo) mañana intentaremos completar.

La primera sorpresa nos la hemos llevado en la fuente de la Plaza de España, ya que como pueden ver en la fotografía, en estos momentos echan agua los tres caños de la misma, hecho que no ocurría hace muchos años.

La siguiente que hemos visitado, es la del Berrocal Chico. Como pueden observar, sale un importante caudal de la misma, que se mantiene casi todo el año.

Hemos subido un poco más, hasta la fuente del Piojito, que al igual que las anteriores, también sale un buen chorro de agua, que corre hacia la calle Santa Ana.

Por último (aquí se acabó la batería de la cámara) podemos ver una parte del agua que sale del Templete de la ermita del Cristo.















Mañana intentaremos completar nuestro reportaje con el agua que sale por el otro extremo de la ermita, así como las fuentes de Santa Ana, de la Cava y de El Coso.

lunes, 18 de enero de 2010

LAS MINAS DE PLATA DE GUADALCANAL - 136


Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I

(Se mantiene la ortografía de la época)

Concertada con la cédula original que se volvió á la parte, en Valladolid á nueve de enero de mil quinientos cincuenta y siete años.

*****

Sirvió el oficio de contador Gaspar de Avila desde dicho dia 5 de enero de 1557 hasta primero de julio del año 1559, con quinientos ducados de salaria al año.

Instruccion para el contador de las minas de Guadalcanal, del orden que habia de tener en el servicio de dicho cargo.

Contadurías generales, numero 3072.

5 de enero de 1557.

EL REY.- La orden que vos Gaspar de Avila mi contador de la fábrica de las minas de Guadalcanal habeis de tener en el uso y ejercicio de vuestro oficio, es lo siguiente:
Primeramente habeis de tomar en vos todos los libros que se hobiesen fecho sobre la fábrica de las dichas minas é gastos é cosas dependientes della hasta el dia que presentaredes vuestro título ante el administrador de las dichas minas, rescibiéndolos por inventario ante el escribano dellas, numerando las hojas de cada libro y declarando las que tiene, y de qué calidades, y verlos y pasarlos todos muchas veces hasta que los tengais bien entendidos: y porque hasta ahora no está determinado lo que se ha de hacer con las personas que hallaron las dichas minas, Ya las he mandado fabricar á buena cuenta, para que de lo que procediere dellas se haga lo que sea justo, y los principales halladores dellas son Martin Delgado, que es ya difunto, y Gonzalo Delgado, y entre ellos está declarado los pozos de minas que son de cada uno, y ansi se tiene la cuenta de cada suerte dellas por su parte: ireislos continuando por esta vía, y la misma orden terneis en los otros mineros y pozos que fueren de otros halladores, de manera que se pueda saber y entender distintamente lo que prócediere de cada suerte de minas y los gastos dellas para cuando sea nescesario, y para continuar esta orden paresce que debeis tener los libros siguientes.
Que de los pozos y minas que fueren de cada hallador tengais un libro aparte donde esté la razón asentada por buena orden de todos los metales que se sacaren dellos, los cuales se han de entregar por peso para haberlos de fundir y hacerse cargo á los fundidores y descargarlos á los que los dieren, de manera que ande la cuenta de todo ello clara é cierta que no se pueda cometer ningun fraude.
En otro libro terneis la cuenta del plomo plata que se sacare de las fundiciones, y cargarlo heis por peso y con su marca al que los hobiere de tener á cargo, y cuando lo diere para afinar descargarle heis lo due diere y cargarlo heis á los afinadores, y ternéis otra cuenta de la plata que se sacare de las afinaciones y de qué leyes, y cómo se entrega al depositario, y hacerle heis cargo della; y ansímismo habeis de cargar las escorias y cendradas, y escobillas y almártagas, y otras cosas que resultan de las dichas fundiciones y afinaciones á la persona que las hobíere de tener á su cargo. Terneis otro libro de todo lo que se gastare en las dichas minas, así en jornales de oficiales que trabajaren en abrir y cavar y ahondar los pozos dellas, como en sacar los metales y ademallas y desaguallas, y en todas las otras cosas á ellas anexas é concernientes hasta que se venga á sacar la plata, y en este libro estará aparte la razon de las cosas que se gastaren en las dichas minas, de las que se compraren por junto para todas ellas.


sábado, 16 de enero de 2010

LOS FONTÁN DE GUADALCANAL


ANTONIO BURGOS / ABC /
Sábado 16-01-10

Guadalcanal sonaba entonces a batalla del Pacífico en la Guerra Mundial. Y quedaba casi tan lejos como la de la película. Cinco horas tardaba en llegar el tren correo al túnel de Hamapega. Y nada más salir del túnel, la juanramoniana «luz con el tiempo dentro»: el verde de los olivares de la Sierra del Agua enmarcando el blanco de la cal de Villa Susana, la casa de los Fontán, hecha como a la medida de una película de Carlos Saura. Villa Susana te daba la bienvenida cuando llegabas y comenzabas a ver el paisaje de todos los veranos, en el que le ponías un nombre familiar a cada casilla, a cada huerto, a cada era.
Llegué por vez primera a Guadalcanal con siete años. De niño enfermizo que iba de bebeaguas, que es como llama la retranca serrana a los veraneantes. Desde entonces vengo oyendo hablar de la familia de Villa Susana, de los Fontán. Los Fontán eran y son en Guadalcanal como una galaxia, entre la constelación Rivero y el sistema solar Yanes. Eran zamoranos del río Tera que llegaron a Guadalcanal a comienzos del XIX. «Hombres sencillos y de modestos oficios» eran los trasabuelos de los Fontán que conocí: Manolo el boticario, el que estaba casado con Carmen Meana; Eugenio, el dueño de aquella Sociedad Española de Radiodifusión por la que escuchábamos a Boby Deglané en Cabalgata Fin de Semana; Antonio el catedrático, siempre lejos, en una cosa muy misteriosa a la que llamaban El Opus; sus primos los mellizos Fontán, entre la calle Camachos y el Casino Nuevo Círculo.
A hora que se nos ha ido Don Antonio, el gran defensor de las libertades, el que escogió el nombre del pueblo cuando el Rey lo creó marqués y le preguntó qué título quería para la merced, he pensado en los Fontán. Pero no en aquellos Fontán de mi infancia, los de Villa Susana y la botica sevillana de la Plaza de San Francisco, los de la pelliza y el olivar, sino en los muchos Fontanes que Don Antonio Fontán Pérez, primer marqués de Guadalcanal, llevaba dentro. Evoco su granada vida, en la que se santificó por el trabajo, y hay al menos una docena de Fontanes distintos en Don Antonio. Está el Fontán catedrático, el latinista, el profesor de aquella Sevilla universitaria de Florentino, de Don Vicentón, de la Escuela de Estudios Hispanoamericanos, de La Rábida. Está el Fontán fundador, el impulsor de la Facultad de Letras del entonces Estudio General de Navarra. Está el Fontán humanista, el que cada Navidad nos enviaba un precioso y cuidado folleto con un estudio sobre la Antigüedad clásica. Está el Fontán periodista, el creador del Instituto de Periodismo de la Universidad de Navarra, isla de libertades frente a la franquista Escuela Oficial de Periodismo. Está, nutriéndolos a todos, el liberal Fontán, el preceptor del Rey. Que llegó a la dirección del diario «Madrid» de Faces y nos enseñó a ejercer el periodismo en libertad y sin miedo cuando nos nombró su corresponsal en Sevilla. Y está luego el Fontán de la democracia, el del Partido Liberal de Garrigues, el de la UCD, el de las primeras elecciones, aquel junio de 1977 en que recibí su tarjetón manuscrito con la más elegante petición de voto que nunca se hizo: «Como sabes, me presento a senador por Sevilla. Sé que si me falta un voto, no será el tuyo». No te faltó mi voto, querido Don Antonio, para primer presidente del Senado en la democracia que tanto ayudaste a traer, ni te falta ahora en tu muerte mi admiración por cuanto a lo largo de tu fecunda vida hiciste por tu fe cristiana, por España y por la libertad. Tanto, que cuando ahora hoy escribo de los Fontán de Guadalcanal veo los muchos Fontanes que había dentro de Don Antonio, el que restauró San Benito, el que salvó los azulejos del Cristo. Los muchos y diversos perfiles de un hombre-orquesta de las libertades que fue el primer marqués de aquel blanco sueño que cada verano era para nosotros volver a ver el frescor de cal de su Villa Susana a los pies de la Sierra del Agua, entre la rojiza tierra y el verde de los olivares.

LAS MINAS DE PLATA DE GUADALCANAL - 135


Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I

(Se mantiene la ortografía de la época)

El despacho que le dio á Gaspar de Ávila para servir el oficio de contador, es del tenor siguiente:

Título de contador de las minas de Guadalcanal á Gaspar de Avila.
Contadurías generales, número 3072.
5 de enero de 1557.
EL REY.- Por cuanto en las minas de la plata que por mi mandado se labran y benefician en la villa de Guadalcanal ha de haber una persona que tenga los libros, y cuenta y razon de todos los metales que de las dichas minas se sacaren y labraren, y hacer cargo dello á los oficiales y personas á quien se entregaren; y ansimismo tener la razon de las libranzas que por nuestro mandado se hicieren, y de las otras costas y gastos que fueren necesarios hacerse para la labor y fábrica de las dichas minas; y como quiera que hasta agora ha tenido la dicha razon y cuenta Agustin de Zárate que por mi mandado ha administrado la labor y fábrica dellas, ha parescido que de aquí adelante para que el administrador que allí residiere esté mas desocupado y libre para entender en todo lo que fuere nescesario, debemos proveer un contador que tenga los dichos libros, y cuenta y razon por la órden y segun y cómo se declara en una instruccion que se le dará aparte, firmada de la serenísima Princesa mi muy cara y muy amada hermana, y señalada de los del mi consejo de la hacienda: y por la buena relacion que tenemos de la persona é fidelidad de vos Gaspar de Avila, habemos acordado de os nombrar como por la presente vos nombramos y elegimos por contador de la dicha fábrica hasta tanto que otra cosa se mande en contrario. Por ende Yo vos mando que con la mayor brevedad que ser pueda os partáis para las dichas minas, y guardando y cumpliendo la dicha instruccion uséis y ejerzais el dicho oficio de contador con el cuidado y fidelidad que de vos confio. Y mando al que es ó fuere administrador y gobernador de la fábrica de las dichas minas, y al alcalde é otros oficiales dellas que vos admitan al dicho oficio y al uso y ejercicio dél, y le usen con vos en todos los casos y cosas á él anejas y concernientes sin que vos sea puesto embargo ni impedimento alguno, que para le usar y ejercer vos doy poder cumplido con sus incidencias y dependencias, anexidades y conexidades. Y mando á todas las personas en cuyo poder estuvieren los libros, cuenta y razon de la fábrica de las dichas minas, y de lo que dellas ha procedido y de los gastos que se han fecho, que vos los den y entreguen todos sin poner en ello escusa ni dilacion por inventario ante el escribano dellas, con el cual y con los conoscimientos que les diéredes de como los rescebís los doy por libres y quitos dellos. Y es mi merced que hayáis de salario por el tiempo que en ello vos ocupáredes con mas la ida desta corte á las dichas minas, contando á razon de ocho leguas por dia, y de quinientos ducados que montan, ciento é ochenta y siete mil y quinientos maravedís por año, residiendo por vuestra persona en, el dicho oficio, los cuales mando al dicho administrador que vos libre é haga pagar de lo que proscediere de las dichas minas como lo fuéredes sirviendo; que con sus libranzas y vuestras cartas de pago y el traslado sibnado de este titulo, mando que sea rescibido y pasado en cuenta lo que en ello montare á los depositarlos que os los pagaren de su cargo de la plata y moneda de las dichas minas. Y mando que tome la razon desta Sancho de Paz, mi criado. Fecha en Valladolid á cinco dias del mes de enero de mil y quinientos y cincuenta y siete años, - La Princesa.- Por mandado de S. M., su Alteza en su nombre - Juan Vazquez.- Por los del consejo de la hacienda.

jueves, 14 de enero de 2010

MUERE EL PRIMER MARQUÉS DE GUADALCANAL

A las 21:00 horas del día de ayer, ha muerto en Madrid, Antonio Fontán Pérez, primer Marqués de Guadalcanal, título que le fue concedido por el Rey Juan Carlos el 12 de julio de 2008. En el mismo año, recibió además la Medalla de Oro de la Villa de Guadalcanal.

Antonio Fontán Pérez, nacido en Sevilla el 15 de Octubre de 1923, fue el primer presidente del Senado de la democracia, hizo la carrera de Filosofía y Letras, se doctoró en Filología Clásica y obtuvo también el título de periodista en la Escuela Oficial de Madrid. Fue profesor, catedrático y seguidamente decano de la Facultad de Letras de la Universidad de Navarra, en donde también ejerció como director del Instituto de Periodismo. Asimismo, fue miembro del consejo privado de Don Juan de Borbón, conde de Barcelona, hasta la disolución de este organismo en julio de 1969. Por designación de Don Juan, formó parte de la comisión de profesores que dirigió los estudios universitarios del entonces príncipe Juan Carlos. Nombrado en 1967 director del diario Madrid, se mantuvo en el cargo hasta su cierre en 1971, un periodo durante el que fue acusado en 19 ocasiones, multado en diez y el periódico sufrió varios cierres temporales. Fue galardonado con la condecoración al Mérito Constitucional (1988); la Gran Cruz del Comendador (1996), concedida por el gobierno polaco por su contribución a fomentar la amistad entre ese país y España; la medalla de Oro del Senado (1991) y la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, otorgada por el gobierno en 1997. El 27 de junio de 2007 fue galardonado asimismo con el premio de la Asociación de la Prensa de Madrid (2006) por "su compromiso permanente con el ejercicio profesional y la defensa del español" y por su labor al frente del Diario Madrid, desde donde trabajó "en defensa de la libertad de expresión y de crítica". Antonio Fontán figuraba como único español en la lista de los 50 héroes de la libertad de prensa elaborada en 2000 por el International Press Institute con motivo del 50 aniversario de su fundación.

Era presidente de “Nueva Revista de política, cultura y arte”, fundada hace veinte años.

Desde que fue nombrado Marqués de Guadalcanal, se había interesado mucho por las cosas de Guadalcanal, asistiendo a varios actos celebrados en nuestra Villa.

Una de sus últimas visitas fue en el mes de agosto del pasado año, durante la misma, el Teniente Alcalde y concejal de Patrimonio Eduardo Cordobés, le hizo llegar una propuesta que nuestra Asociación Cultural Benalixa le había realizado, en relación con los azulejos del El Cristo, que se encuentran depositados en la ermita de San Benito. A Antonio Fontán le agradó la idea de acercar a los guadalcanalenses los citados azulejos, que serían expuestos en la iglesia de Santa Ana.

Con fecha 14 de octubre, su sobrino dirigió escrito a Eduardo Cordobés, por el que hacía oficial la cesión indefinida por parte del Marqués de Guadalcanal, escrito que reproducimos en esta noticia.

Igualmente ha cedido a la Biblioteca Municipal, parte de su biblioteca particular, habiéndose recibido los primeros 1000 libros, estando próximo a recibirse una nueva entrega, según anunciaba Antonio Fontán Meana, en su escrito citado.






LAS MINAS DE PLATA DE GUADALCANAL - 134


Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I
(Se mantiene la ortografía de la época)

Ansímesmo visité las venas de Cazalla: en algunas mandé que no se gastasen dineros, ni anduviesen por V. M. porque no convenian, en otras mandé que se labrasen por V. M. porque se ganaria en ello.
Por el mes de octubre visité una vena en Cazalla que se dice de Pero Candil, mandé que desde principio de octubre que no cavasen ni entendiesen en ella, porque los días eran pequeños y las aguas crecian, y se gastarian dineros y se haría poca labor; hasta el principio de febrero no se hizo nada. Viniendo de visitar una vena que está en Castillo de las Guardas vine por Cazalla: en esta vena hallé gente que labraban lo que se hacia en ella y se gastaba, mas parecia querer gastar los dineros sin provecho que no aprovecharlos, porque parecia cosa de burla, un día cavaban en una parte, otro dia se pasaban á otra para dar á parecer que hacian algo: en verdad que era cosa perdida: llegué á Guadalcanal, y díjelo que porque se gastaban aquellos dineros allí sin provecho, porque yo no lo dije ansí estando don Francisco en Guadalcanal, dijéronme que les pareció que convenía, y como mi comision ya habia espirado, ni di mi parecer como convenía, hallo muchos maestros, y que se nombran ser conocedores de venas y metales, y no lo son puestos en desamen, como se conoce una vena por qué yerba, por qué tierra, por qué dispusicion de tierra, por qué color, por qué sabor, ansí de noche como por qué olor, por qué sabor, y de qué procede la tal materia de dia, y se convierte en metal, y que pues todos los siete metales que proceden de una sustancia, por qué, cómo, y por qué manera y por qué virtud es cada uno diferente, demandando esto y otras circunstancias tocantes á los minerales no se hallado hombre que sepa dar respuesta, y por eso digo qne hay muchos nombrados y se pueden pocos escoger. Uno hallé en España que vino á la vena de Guadalcanal por mandado de don Francisco de Mendoza, es piloto mayor en Sevilla, es teólogo y astrólogo, éste me dio algunas respuestas buenas y naturales, y otro no digo que en tal caso de venas si se diere oficio que sea hombre de alguna experiencia, y así se puede ser desaminado; tambien lo digo porque en la vena de Guadalcanal he visto y hay mancebos que tratan y tienen allí oficios, y no creo que tienen mucha conciencia, y he visto que se pega mucha de la plata y estan algo llenos, y en tales tratos y oficios conviene estar hombres prudentes y de conciencia, y haber quien los visite y que sean hombres que entiendan el negocio de venas; doy esto de parecer y aviso porque la conciencia me provoca á decillo como leal criado y como persona que lo sentía, y como no tenia mando no lo castigaba, y ansí se consumia mucha plata. Yo he dado parecer en caso de venas, y he hecho ordenanzas para que confirmadas por V. M. tuviese mas provecho y mas plata y sin que costase un real; porque si agora tiene una vena que da provecho con costa, yo he dado parecer, y le tornaré á dar como V. M. tenga trescientas venas sin que le cueste un real. Sobresto V. M. vea y mande lo que conviene, y si no remítase á mí que yo prometo como buen sacerdote de hacer y ordenar que V. M. gane y sin que gaste un real, y quitaré grandes pleitos y apaciguaré las tierras á donde hubiere venas, y no dirán que V. M. les hace agravios á los que descubren venas como lo dicen, y esto es por falta de entendimiento de los que acá lo pueden mandar. No digo mas: yo he servido y serviré hasta que muera, y daré mi parecer en caso de venas como V. M, sea aprovechado, y para que yo pueda mejor que hasta aquí servir pido se me hagan mercedes, porque soy clérigo y no tengo un maravedí de renta, y para que con la merced que se me hiciere yo pueda mejor servir á V. M., máxime que con ello y sin ello yo estoy como leal servidor y vasallo. Fecha en Madrid á dias tres del mes de enero de mil quinientos y cincuenta y siete años. - De V. C. R. M. menor criado y capellan que sus reales pies y manos beso - Diego Delgado.


martes, 12 de enero de 2010

DESPUÉS DE LA NIEVE, EL AGUA




Hay lectores que nos han preguntado por el agua que llevan nuestras riveras.



Nuestro amigo José Miguel García nos ha enviado varias fotografías de la rivera de Benalija y de la de Guaditoca, para que vean el volumen de agua que llevan actualmente.

Por otro lado, hemos visitado el Arroyo San Pedro para que también puedan ver el agua que lleva, a la altura del Puente Sevilla.

Siguiendo el camino que parte de este puente hacia Sevilla, podemos ver como brota el agua de la sierra, en el lugar denominado “Sargento Arenas” y se forma un caudaloso río que se unirá a la rivera de Cazalla.

LAS MINAS DE PLATA DE GUADALCANAL - 133


Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I

(Se mantiene la ortografía de la época)

Para lo que toca á las costas que se hicieren en la labor é fábrica, haréis fundir é beneficiar todos los metales de provecho que hasta agora se han sacado de esas minas, y para este efeto enviareis por un oficial ó dos á las minas de Guadalcanal, que de acá se escribirá al administrador dellas que os lo envié, y tambien se le mandará que provea del almártaga que en Sevilla está comprada para aquella fábrica, y se dé al mismo precio á la persona que inviáredes por ella la que fuere menester; y vos terneis cuidado de no pedir mas de la que faere necesaria para la fundicion desos metales; y las fundiciones y afinaciones haréis que se hagan por ante escribano y testigos, y que dé fe del metal y almártaga é cendradas que se echaren en cada fundicion, y del plomo plata que saliere della, y de lo que se entregare á los afinadores, y de la plata que sacaren, y ésta inviarla heis á Sevilla á los que tienen cargo de recibir la plata que se invia de Guadalcanal para que lo hagan hacer moneda, y la entreguen á la persona que vos le, escribiéredea para que os la traigan haciéndoos cargo de todo, y guardareis las dichas fees para dar vuestra cuenta dello; y si os pareciere que será mejor enviar los metales y álmártaga á Guadalcanal para que allá se fundan y aúnen, pues hay tan buen aparejo para ello, hacerlo heis ansi tornando las dichas fees, y enviareis la plata á Sevilla como arriba está dicho. Y mando que tome la razon desta Sancho de Paz, mi criado. De Valladolid á primero dia del mes de enero de mil é quinientos é cincuenta y siete años.- La Princesa.- Por mandado de S. M., su Alteza en su nombre.- Juan Vazquez.
Concertada con la original en Valladolid á tres de enero de mil quinientos cincuenta y siete.
En el mismo dia 1º de enero de este año el administrador de las minas de Guadalcanal Diego Lopez, dispuso que ademas de los guardas que habia en los pozos y casa de los metales, entrasen á servir otros cuatro; y con fecha 12 del mismo nombró á Alonso Maldonado por guarda y alguacil principal.


Carta de Diego Delgado, dando avisos de algunas minas que habia descubierto, y sobre la labor y administrácion de las de Guadalcanal.

Secretaría de hacienda, número 31.

3 de enero de 1557.

C. R. M. -- Desde la villa de Aracena escribí por otra carta dando relacion de lo que por don Francisco de Mendoza me fue mandado que hiciese en nombre de V. M. que fuése á ahondar un pozo de una vena que descubrí en término de Zalamea, y abriese otros á donde á mí pareciese, y buscase mas venas en los términos comarcanos, y visitase algunas descubiertas, y si fuesen tales y buenas que las señalase y las aplicase á V, M, Cursando los días, que fueron cincuenta, yo hice trabajar y cavar en la vena de Zalamea, y en otras pozos que mandé hacer de nuevo los días que á mí pareció que convenía; ansímesmo busqué en este dicho término y no hallé cosa que conviniese á V. M.; desde allí me fuí á buscar en el término de Aracena, allí descubrí una vena, será buena: fui al término de Galaroza descubrí un cerro de mucho metal, tiene venas, y serán buenas, mas descubrí en este dicho térmíno otra dicha vena, y será buena, todas estas en nombre de V. M.: mandé y puse pena que no osase ninguno entrar ni cavar en estas venas, que por V. M. estaban, hasta que otra cosa fuese proveido; ansímesmo visité otras venas, no hallé al presente cosa que fuese de provecho, y que conviniese entrar en ello V. M., sino son las que visité .estando presente don Francisco y Ramoin, que fue en la de Aracena, y dí mi parecer que conviene que no se desmamparase, si no que se siguiese que el metal daria hondo, y que después sería buena vena y rica.


lunes, 11 de enero de 2010

GUADALCANAL - Por Ramona Yanes


GUADALCANAL

Tan blanca y tan pura,
la nieve te adorna.
Y, un río de algodones,
besa tu belleza.

Tu frente mojada,
por el fino copo,
adorna un suspiro,
que de mis labios fluye.

Igual como ayer,
ha vuelto el invierno.
Me encuentra de nuevo,
solitario y austero.

Y, ¡tan blanco reluces!
Ay… pueblo…
Si guardas en tu alma,
todos los recuerdos.

Aunque los años pasaron,
tú, me sigues queriendo,
yo, también te quiero a ti,
somos novios eternos.

domingo, 10 de enero de 2010

NIEVE EN GUADALCANAL HOY 10 DE ENERO - 3
























































NIEVE EN GUADALCANAL HOY 10 DE ENERO - 2

Situación a las tres de la tarde:



Calle y calleja de San Sebastián y la iglesia de la Concepción.






































Rotonda de Tres Picos y Vista general de Guadalcanal desde la iglesia de Santa Ana

NIEVE EN GUADALCANAL HOY 10 DE ENERO


Para los lectores que no han podido venir este fin de semana, les ofrecemos fotografías de la nevada que en estos momentos cae sobre Guadalcanal.
































Se inició a las diez de la mañana, continuando en este momento (14:00 horas).







Pueden ver diferentes lugares de Guadalcanal: Plaza de España, Paseo de El Palacio, Iglesia de San Sebastián, Iglesia de la Concepción...

En los tejados de las casas, hay ya más de 10 cms.

Seguiremos informado...