La Hermandad del Cristo de las Aguas y Nuestra Señora de los Dolores, me ha permitido este año colaborar en el Boletín que realiza cada Semana Santa para todos sus Hermanos.
Para los que no reciban este Boletín, aquí reproduzco el artículo de este año.
Ignacio Gómez Galván
El
recuerdo más antiguo que tengo sobre la Semana
Santa , es en el que me veo en la iglesia de la Concepción un Viernes
Santos por la mañana, toda llena de nazarenos, alabarderos, músicos y mucha
gente. Fuera llueve torrencialmente y veo dos nazarenos muy altos –vistos desde
mis pocos años- asomados a la puerta.
Estos
dos nazarenos eran Manuel López Blandez y Rafael Torrado Aguión. Este recuerdo
que me ha seguido desde aquella fecha, me hizo inmortalizarlos en mi libro
“Cervantes en Guadalcanal”. En la primera de las menciones que hago del Cristo
de las Aguas digo lo siguiente: En la
ovalada explanada de tierra, circundada por cantos rodados de distintas
medidas, se ve cruzar a dos ancianos que discuten mientras caminan hacia la
iglesia de Santa María. Con su encorvada espalda por los años, el más alto de
ellos se adelantó a su compañero, que apoyado en su bastón le seguía, sin que
su ligera cojera fuera impedimento para su
persecución. El propósito que llevan es hablar con el párroco para
fundar una nueva cofradía, para la que van a solicitar la imagen del Cristo de
las Aguas que existe en la parroquia.
Con
esta mención quise rendir mi pequeño homenaje a dos personas, que en mis
recuerdos de niño, representaban para mí la Hermandad del Cristo de
las Aguas: Rafael Torrado Aguión y Manuel López Blandez. No vivían en la época
que se desarrolla la historia en mi libro en el año 1592, como tampoco viven ya
en la actualidad, que han pasado a formar parte de nuestra historia.
Más
adelante en el mismo libro, de nuevo hago aparecer al Cristo de las Aguas, en
esta ocasión, en una conversación entre Miguel de Cervantes y Francisco Muñoz
de la Rica : Pues verá Vuesa
Merced, mi abuelo Diego se marchó a las Indias en 1527. Mi padre que estaba
con él, en uno de los viajes que hizo, trajo un regalo para mis tías que le
había hecho su padre. Este regalo era un Cristo crucificado de tamaño natural.
La imagen estuvo unos días en casa de mis tías, hasta que éstas hablaron con el
párroco de Santa María, ya que ellas querían que se pusiera en el altar mayor en el lado del Evangelio y además pretendían
que se sacara en procesión el Jueves Santo, por todos los familiares que
estuviéramos residiendo en Guadalcanal. Cuando a el Cristo lo expusieron en la
iglesia, las personas que lo vieron observaron que en la espalda había como un
compartimiento cuadrado pegado y retocado. Eso fue motivo de levantar caramillos
en el viento, diciendo que por ahí habíamos sacado el oro que la imagen traía.
Nuestro temor era que le pudieran llamar el Cristo del Oro, pero no fue así
porque al final le llamaron el Cristo de las Aguas.
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Misterio de la Hermandad de las Tres Horas tal como desfilaba antes de 1936 |
Dejando
la ficción y pasando a la realidad, en mi viaje por la historia de esta
Hermandad, el documento más antiguo que he visto es uno fechado el 21 de
febrero de 1886, firmado por Rafael Arcos Romero y treinta y una firmas más. Es
un escrito que se dirigió al Ilmo. Sr. Ecco. del Arzobispado de Sevilla, en los
términos que resumo: “…Que tienen vivos deseos de formar una cofradía canónica compuesta de
personas de ambos sexos, con el título de la Divina Sangre de Ntro. Sr.
Jesucristo, para dar culto a la
Imagen del Señor de la Humildad y Paciencia que se venera en la ermita
de San Benito, extramuros de esta villa, a la cual se le profesa especial
devoción en este pueblo. Como preparación y para promover el fervor de los
fieles, los que suscriben ven muy conveniente principiar a poner en práctica su
deseo haciendo en la noche del Jueves Santo una procesión pública con la imagen
del divino Señor, trayéndola al efecto con la veneración debida a la Parroquial de Santa
María la Mayor …”
Este escrito fue avalado por el párroco de Santa
María, Juan Clímaco Roda y el día 24 del mes siguiente el
Arzobispado envió la licencia para que la imagen del Cristo de la Humildad y Paciencia, pudiera procesional en la noche del Jueves
al Viernes de la Semana Mayor.
La imagen actual del Cristo de las
Aguas, fue contratada con el escultor Juan Blanco Pajares (Don Benito
1898-Castilleja de la Cuesta
1984) por un total de seis mil pesetas. El documento fue firmado por parte de la Hermandad , por Enrique
Gómez-Álvarez Alejandre, José Arcos Bernabé y Pedro Porras Ibáñez. Según nota
manuscrita que aparece en el documento con fecha 12 de marzo de 1962, al
parecer el costo final subió en tres mil pesetas.
Cristo de las Aguas y San Juan, en la puerta de la iglesia de la Concepción |
El año 1953 se estrenó la Cruz de Guía con dos faroles,
así como los tres Sayones que acompañaban al Cristo de la Humildad y Paciencia.
Centuria romana por la calle Milagros |
El 23 de abril de 1961 en el Cabildo General Extraordinario,
se acordó suprimir una de las dos procesiones, por lo que en 1962 salió el
Cristo de las Aguas el Viernes Santo a las once de la mañana, y al siguiente
año, el de la Humildad
y Paciencia a las once de la noche del Jueves Santo, y así sucesivamente los
siguientes años.
La antigüedad de la imagen actual de
la Virgen de
los Dolores la sabemos por el acta de un Cabildo Ordinario de 1962, entre otras
cosas se acordaron: …hacer constar en
este acta el agradecimiento de esta Cofradía al hermano ya fallecido, Miguel
Durán Rius; la donación que hizo de la imagen de la Virgen de los Dolores, en
el año mil novecientos cuarenta y tres, que fue tallada por el escultor Antonio
Quilet de Sevilla, así como también por este mismo hermano, la corona para la Virgen y las potencias del
Cristo Sentado en la Peña. Asimismo
se hace constar el agradecimiento a los señores hermanos Enrique Gómez-Álvarez
Alejandre, Pedro Porras Ibáñez y José Arcos Bernabé, la donación de la
escultura del Santísimo Cristo de las Aguas, que talló el escultor de
Castilleja de la Cuesta ,
Juan Blanco Pajares, en el año 1952. También agradecer al hermano José Arcos
Bernabé de la donación que hizo a esta Cofradía de una imagen de San Juan,
también tallada por Antonio Quilet en el año mil novecientos cincuenta y tres.
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La Virgen de los Dolores por la calle Guaditoca |
En el Cabildo Ordinario de 1965, se aprobó lo siguiente: Hacer en la ermita de San Benito las reparaciones
imprescindibles que requiera la autoridad eclesiástica, para bendecir de nuevo
el templo profanado, para hecho esto, trasladar a dicha ermita, como siempre
fue costumbre, a la imagen de Nuestro Señor Sentado en la Peña solamente, en tanto
pueda hacerse con la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, cuyo traslado se
harán los domingo de Ramos y Resurrección, en la forma que siempre se hiciera.
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Traslado de la Virgen de los Dolores desde la ermita de San Benito |
El año 1966 se realizó el Domingo de
Ramos el traslado desde la ermita de San Benito del Cristo de la Humildad y Paciencia e
igualmente existe constancia de que se hizo en 1967.
Imagen actual de la Virgen de los Dolores que aparece en la contraportada |
1 comentario:
Me encanta Ignacio, muchas gracias por la información de la hermandas y sobre todo por las fotos, la primera del cristo con san Juan y las dos María es impresionante. Me encantaría ver otra vez el paso del cristo desfilar así por Guadalcanal.
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