Un nuevo Episodio Guadalcanalense por Jesús Rubio
X
Por la noche, tras la cena. Y ya en
la quietud de su habitación, Bowles continuó con sus anotaciones:
“En
el Pozo Rico abundan tanto las aguas de materia vitriólica, que las maderas
están hechas de hermosos cristales de vitriolo marcial, o verde; y al lado del
pozo de San Antonio hay una mina o banco de vitriolo nativo en la piedra”.
Llamaron a la puerta.
Era Juan.
-Me ha llamado señor…
Bowles sonrió.
-Sí chico. Tengo algo para ti. Un
regalo. Toma.
Le extendió una de las piedras
recogidas.
Juan se quedó extrañado.
-La he recogido en la mina. Es plata.
Juan abrió aún más los ojos. No
entendía nada.
-Y es posible que sea plata muy
especial.
Bowles frunció el ceño.
-¿No te gusta?
Juan no sabía qué decir. Se quedó
callado. Cuando ya pudo reaccionar, sólo dijo:
-Sí… ¿Pero por qué me regala esta
piedra señor?
-Es un recuerdo mío.
Juan sonrió.
-Gracias, señor.
Y salió corriendo.
Bowles se quedó mirando a la puerta
durante un buen rato. No paraba de sonreír. Le agradaba aquel chico. Veía en él
al hombre que tiene todavía un mundo por descubrir. Veía en él a todo el género
humano, que apenas comenzaba a descubrir cuantas cosas encierra la reacción.
Volvió a sus papeles.
XI
Jardín
du Roy. París, Francia. 1806
Monsieur Louis Nicolás Vauquelin
había descubierto el cromo de un lingote que le habían mandado desde Siberia.
No era todavía el director del Jardín du Roy pero sí su científico más
eminente. Un año después, consiguió extraer el berilio de una esmeralda. Nada
más hacerlo, tuvo que huir de París. La Revolución no era el ambiente más recomendable
para un científico real. Mejor poner tierra de por medio. Cuando las aguas se
calmaron, volvió al laboratorio. Publicó cientos de artículos sobre sus
experimentos y su trabajo en la publicación Annales
de Chimiè (Anales de Química) le
había concedido una reputación extraordinaria. Todos querían trabajar a sus
órdenes. Todos querían aprender de él.
Vauquelin siguió con el proceso de
extracción del platino. Había que ser paciente. Si había ese metal en la
piedra, sería en una cantidad mínima. Un error y habría que empezar de nuevo.
Había que ser cauto.
XII
Afueras
de Guadalcanal, Extremadura. 54 años antes.
Bowles y Solano ya habían dejado muy
atrás el pueblo. Marchaban por el camino de Sevilla. Tenían previsto parar en
el vecino pueblo de Alanís, donde había de examinar la mina del lugar.
De repente, Solano abordó a Bowles:
-¿Qué es lo que cree que hay en esas
minas, señor Bowles?
-¿Sabía, señor Solano, que la mina de
Guadalcanal llegaba a dar sesenta mil ducados a la semana?
-¿No me ha oído, señor Bowles?
-¿Y sabía, señor Solano, que la plata
de Guadalcanal financió en muy buena parte las obras de San Lorenzo del Escorial?
-¡Por favor, señor Bowles!
-Le llaman platino.
Solano estaba dispuesto a dar por
perdida la batalla. Cuando recapacitó. ¿Qué había dicho?
-¿Perdón?
-Le estoy contestando, señor Solano.
Usted me ha preguntado por ese algo más que hay en las minas. Y yo le contesto.
Creo que hay platino en esas minas. Se trata de un metal que mi amigo Juan de
Ulloa ha descubierto en Suramérica hace unos años. Pero debo comprobarlo antes,
señor Solano, y no es fácil hacerlo. Para separarlo de la plata hay que seguir un
proceso. Los hay que opinan que no es sino plata, otro tipo de plata. O una
aleación. Pero yo le digo que el platino es un nuevo metal.
-¿Si tan complicado es comprobar si
es o no platino, por qué cree que lo hay?
-Llámelo intuición, corazonada… El
brillo de esas piedras que recogí es un tanto singular. Pero lo mismo me
equivoco. Lo más seguro es que me equivoque. Es más, estoy caso seguro de que
estoy equivocado.
Bowles guiñó un ojo a Solano. Sonrió.
Pero Solano no se dio por vencido:
-¿Y es muy valioso ese platino?
-Cien veces más que la plata.
XIII
Jardin
Du Roy. París, Francia.
-Voilà.
Vauquelin, que sólo tres años después
conseguiría aislar de una muestra de espárrago la asparagina, el primer
aminoácido conocido, observó los granos brillantes que había quedado tras el
delicado proceso de extracción de platino.
Sonrió.
Tal y como había previsto: en esa
muestra había platino. En un diez por ciento. No era mucho, pero sí que era
significativo. Además, era la primera vez que se extraía de una mina europea.
Llamó a su ayudante.
-Anote, monsieur Robiquet. Diez por
ciento de platino extraído por vez primera de mineral de plata.
Robiquet, obediente, apuntó:
-¿Procedencia de la muestra?
Vauquelin miró la etiqueta de la caja
donde habían estado guardadas las muestras:
-Minas de Pozo Rico. Guadalcanal,
Extremadura. España.
JESÚS RUBIO
Toledo, 26 de febrero de 2014.
BIBLIOGRAFÍA
BOWLES, William. Introducción a la historia natural y a la geografía física de España.
Tercera Edición. Imprenta Real. Madrid, 1789.
ORFILA, M.P. Elementos de Química aplicada a
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