Un Episodio Guadalcanalense
por Jesús Rubio
V
como una flor se engendrava
con las jornadas crecia
qual si por la mar regada,
decidierasse sin buelta
por Alvaro Davendaña
navegar aun lado y al otro
pues Lima era ya lejana;
se mire de cualquier modo
no fue savia la ordenaça
pues ansi ni al continente
ni a otras yslas se llegara
pues se errava la derrota,
Sarmiento desesperava
y la reclutada jente
entre si se murmurava:
que Mendaña nos arruina
pues solo a aquel [1]
escuchara,
y yo mismo rogue y dije
que con Sarmiento contara
que ansi ordeno su tio
cuando partio la jornada;
seria el comun sentido
o la divina palabra
el caso es que a fin se avino
a lo ordenado Mendaña
y mando que los dos naos
un nuevo runbo tomaran:
subir a los quince grados
y seguir siempre essa marcha;
mas tenia razon Sarmiento
pues tan solo eran passadas
desde quel runbo mudado
apenas
quatro jornadas
quen el pleno horizonte
es por todos divisada
algo que bien podira ser
la costa de Castigara,
mas una vez cerca della
viosse de forma mui clara
ser ysla y non continente
pues pronto fue rodeada
y al haber estado todos
a bordo toda la pascua
decidiosse por el mando
que Jesus [2] se
la nonbrara.
Entre Sarmiento y Gallego
huvo discussion sonada
si de esplorar esta ysla
o seguir con la jornada
y como lo acostunbrado
tamen terciara Mendaña
y ordeno que se siguiera
delante sin mas palabra.
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