Posiblemente sean setenta años, los que separan a estas dos fotografías. Naturalmente no existían las cámaras digitales, en el momento de coger esta instantánea. Todavía debía ser inusual –por la expectación que se ve en los presentes- ver un fotógrafo con aquéllos trípodes de madera y la cámara con cortinillas.
Viendo las imágenes que observamos en la fotografía, era Jueves Santo. Seguramente ya Pilatos ha tenido que elegir liberar a Barrabás en la cárcel de la calle Milagros, si en estas fechas ya existía en las traseras del Hospital del mismo nombre.
Quizás podíamos destacar –aparte de la bonita túnica que lleva Jesús- el aspecto de buenas personas de los sayones o soldados que le acompañan. Igualmente el pequeño tamaño de los pasos y la seriedad de todos los presentes.
Viendo las imágenes que observamos en la fotografía, era Jueves Santo. Seguramente ya Pilatos ha tenido que elegir liberar a Barrabás en la cárcel de la calle Milagros, si en estas fechas ya existía en las traseras del Hospital del mismo nombre.
Quizás podíamos destacar –aparte de la bonita túnica que lleva Jesús- el aspecto de buenas personas de los sayones o soldados que le acompañan. Igualmente el pequeño tamaño de los pasos y la seriedad de todos los presentes.
En esta otra fotografía, de hace muy pocos años, vemos a Longinos –también con cara de buena persona- mirando incrédulo a Jesús y presintiendo que no habrá forma de salvarlo de la Cruz. De gran valor es la columna de plata donde va amarrado el Cristo y la túnica que lleva en su mano izquierda el centurión y que no vemos.
Ahora que ya los cofrades se aprestan a iniciar la Cuaresma, pensamos que puede ser interesante comparar los cambios que en estos años han tenido nuestras cofradías, que no deja de ser un reflejo de los que se han producido en las personas que en Guadalcanal vivimos.
Ahora que ya los cofrades se aprestan a iniciar la Cuaresma, pensamos que puede ser interesante comparar los cambios que en estos años han tenido nuestras cofradías, que no deja de ser un reflejo de los que se han producido en las personas que en Guadalcanal vivimos.
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