martes, 30 de noviembre de 2010

BLANCO DE GUADALCANAL/Y ALOQUES DE BAEZA/ME CONFORTAN LA CABEZA



Por Quimiófilo

Hace ya algunos años, leyendo un conocido texto del erudito extremeño D. Vicente Barrantes(1), tuve conocimiento de los tres versos que encabezan estás líneas. Si no recuerdo mal, fue casi al mismo tiempo que, hojeando novedades en una librería madrileña descubrí el dicho comarcal en el que las mujeres de Guadalcanal salían muy bien paradas, y que, como tal vez recuerde el lector, decía así:




Cazalla, tierra de Dios
Constantina de galanes
Guadalcanal, buenas mozas
y en El Pedroso, olivares.(2)


En aquel momento tuve la impresión que el dicho anterior, era ese tipo de coplas de autor anónimo que canta el pueblo, que tanto entusiasmaban a Demófilo, padre de los Machado Ruiz, y a su buen amigo nuestro heterodoxo Micrófilo, y que alguien transcribió para que no se perdieran. En cambio, sospeché que los versos que dan nombre a este texto, que relacionan el que fuera famoso vino blanco de nuestro pueblo con los aloques(3) de Baeza, deberían pertenecer a una composición poética de carácter jocoso. Todo era cuestión de paciencia y tener un poco de suerte y hoy traigo a estas páginas digitales el texto completo de la composición que encontré hace más o menos dos años. Los versos formaban parte de un villancico(4) que aparecía en una recopilación de otro gran erudito extremeño, Bartolomé José Gallardo(5), y el poema completo, según la edición de 1863 dice lo siguiente:

1272.- VILLANCICOS: Aquí comienzan unos Villancicos muy graciosos de unas comadres muy amigas del vino. Agora nuevamente impresos.

Papel volante en 4º - l.g. en un pliego con una estampeta con tres figuras, una de ellas empinando una bota, en que bebe.

VILLANCICO


No me vea yo a la mesa
si no siempre el jarro lleno.
Poco bebo, mas quiérolo bueno.
Con tanto cada mañana
como una blanca de agua,
mato y enciendo mi fragua,
y estó alegre y vivo sana.
De vino contino hay gana;
por el pan poco me peno.
Para mi pobre comida
con un azumbre(6) estoy buena,
y entre la comida y cena
bien me basta una medida.
Despues para la comida
basta un pucherito lleno.
Blanco de Guadalcanal
y aloques de Baeza
me confortan la cabeza

con Yepes y Madrigal
Mártos y Ciudad Real
con lo de Torre-Jimeno.
Quien el vino me quitare
quitada tenga la vida;
nunca es pobre la comida
donde el vino no faltare
no hay dolor que se compare
con vello en poder ajeno.
Yo no siento igual dolor
que estar comiendo sin vino;
sólo en pensallo me fino
y lloro al mejor sabor.
Dios bendiga tal licor
qu’el agua hacerse cieno.
En mi fresca mocedad,
con cuya memoria muero,
siempre estaba lleno un cuero
para mi necesidad.
Mas ya por mi pobre edad
poco vale lo que ordeno.
En un jarrillo cualquiera,
boquituerto, desasado,
tengo de ir, por mi pecado,
á casa de la tabernera.
Y ella es tan limosnera
que remedia el mal ajeno.
Toma tocas y gorguera,
coñas(7), cuentas y sortijas,
y de esotras baratijas
madejas, telas, calderas.
De aspas y devanaderas
(8)
un jarayz(9) tiene lleno.

***
El vino y Extremadura, dos constantes en la Historia de nuestro pueblo que aparecen en innumerables escritos, aunque desde 1839 seamos oficialmente andaluces sevillanos. No discuto que la reordenación administrativa, que hizo que L. de Ayala naciera pacense y muriera sevillano, no esté justificada orográficamente, pero el peso de la historia es indudable. Así, como algunos andaluces emigrados se definen cataluces/andalanes, los guadalcanalenses desde el punto de vista regional nos podríamos llamar andameños/extremaluces, o sea híbridos, que no es mala cosa en estos tiempos de delirios identitarios.

Cuando estoy a punto de concluir este texto la prensa del día(10) informa que cuatro jóvenes guadalcanalenses acaban de inventar un programa para ordenador, que facilitará el pedido del condumio, y agilizará la gestión de los restaurantes, desde los omnipresentes teléfonos móviles. La modernidad que se entromete en el pasado. ¡Bienvenidos emprendedores guadalcanalenses! Si la prensa andaluza en general, y la sevillana en particular, diera más noticias como esta, significaría que Andalucía no solo es sinónimo de tradición, sino también del progreso, que trae el bienestar general.

Madrid, 26 de noviembre de 2010

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Notas.-
(1) En la página 237 de Aparato bibliográfico para la Historia de Extremadura, (Madrid: Estab. Tip. de Pedro Núñez, 1875-1877), 3 vol., del erudito extremeño Vicente Barrantes Moreno (Badajoz, 1829 – Pozuelo de Alarcón, 1898).

(2) Mujeres de Guadalcanal, buenas mozas. pp. 133-134. (Guadalcanal, Revista de Feria, 2003).

(3) aloque.(Del ár. hisp. halúqi, y este del ár. clás. halúqi, del color del azafrán diluido).
1. adj. De color rojo claro; 2. adj. Se dice especialmente del vino tinto claro o de la mixtura del tinto y blanco. U. t. c. s. (DRAE, edición en línea).

(4) villancico.(De villano).1. m. Canción popular breve que frecuentemente servía de estribillo; 2. m. Cierto género de composición poética con estribillo; 3. m. Canción popular, principalmente de asunto religioso, que se canta en Navidad y otras festividades. (DRAE, edición en línea). Obviamente el término se usa en esta composición poética, en su primera acepción, y no en la usual de carácter navideño.

(5) En pp. 1229-1230 de Ensayo de una biblioteca española de libros raros y curiosos de Don Bartolomé José Gallardo. Tomo I. Edición de 1863 de la Imprenta y estererotipia de M. Rivadeneyra. B.J. Gallardo Blanco fue un célebre bibliógrafo, erudito y escritor extremeño nacido en Campanario (Badajoz) 1776 y fallecido en Alcoy en 1852.

(6) azumbre. (Del ár. hisp. aṯṯúmn, y este del ár. clás. ṯum[u]n, octava parte). 1. amb. Medida de capacidad para líquidos, que equivale a unos dos litros. U. m. en f. (DRAE edición en línea).

(7) coña. 1. f. vulg. Guasa, burla disimulada. 2. f. vulg. Cosa molesta. (DRAE edición en línea). Este término usado en plural en el texto se refiere claramente a la segunda acepción.

(8) devanadera.1. f. Armazón de cañas o de listones de madera cruzados, que gira alrededor de un eje vertical y fijo en un pie, para que, colocadas en aquél las madejas del hilado, puedan devanarse con facilidad; 2. f. Instrumento sobre el que se mueve un bastidor pintado por los dos lados para hacer mutaciones rápidas en los teatros. (DRAE edición en línea).

(9) El DRAE recoge la versión actual jaraíz que define como sinónima de lagar, que como es sabido es el recipiente donde se pisa la uva para obtener el mosto.

(10).- Véase el suelto “El móvil se convierte en camarero”, diario El País, edición Madrid, 26-11-2010, página 72.

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