Luis Mejias en su tienda de repuestos el último día de trabajo |
Sin decirle nada y engañado, lo llevaron a Llerena, y
allí le tenían preparada una fiesta para celebrar su jubilación.
Después de la sorpresa y la comida, sus hijas le
entregaron dos pergaminos, cuya lectura lo dice todo. Lo escrito por ellas, lo
voy a ir intercalando entre las vivencias que mi amigo Luis me ha contado.
Decían sus hijas Inma y Luisa:
¡¡¡Hola
Papá!!!
¿Creías
que te ibas a jubilar y lo íbamos a dejar
pasar como si nada? Por supuesto que no, esto había que celebrarlo porque han sido muchos años de trabajo y dedicación a tu negocio, toda una vida
trabajando, primero para otros y luego para alegría tuya, con tu repuesto,
Repuestos Luis, ahora llega la hora de relajarse y disfrutar de todo lo que te
gusta.
Mucha gente te va
a echar de menos no sólo por el trato con que los atendías, también porque el
repuesto no tenía horarios, cuantas veces te hemos visto dejar de comer porque
venía alguien para la tienda, tenías dedicación exclusiva. Y esas charlas en la puerta, amigos que
has hecho gracias a tu negocio que estamos seguros que se van a acordar mucho
del repuesto, mucha gente que te aprecia…
Luis Mejias Tome nació en
Guadalcanal el 24 de septiembre de 1949, o sea, que había cumplido los 65 años
hace dos meses, pero tuvo que seguir trabajando sesenta días más, por la famosa
reforma del Gobierno. Es decir, el sábado 22 de noviembre cuando cerró al
mediodía la puerta de su negocio, terminaban 55 años de trabajo, todos
realizados en Guadalcanal.
Su currículo de estudiante es
muy escaso, ya que empezó a trabajar a los diez años. Según recuerda Luis,
estuvo con doña Paquita –quién no ha pasado por su colegio de los “cagones”
como le decían- después por el de Mantrana (Francisco Ortiz Mantrana) y por el de Andrés Mirón, pero que recibió clases complementarias con Antonio “el Cojo”, donde
iba con su silla hasta el Berrocal Chico a recibir las lecciones y, por último, con doña Gracita Rivero.
Seguimos leyendo a sus hijas…
Toda una vida dedicada el trabajo, muchísimas horas,
hasta guardias y días de fiesta cuando trabajabas en la farmacia, ¿ Y todo para
qué?
Todo para que a tu
mujer y a tus hijas no le faltara de nada, y lo conseguiste, nunca nos ha faltado de nada, todo lo
que tienes nadie te ha ayudado a conseguirlo, tu no tenías a nadie que te
ayudara a invertir para tu negocio o para tu casa, tu solito has conseguido lo
que ahora tienes, por eso hay que aplaudirte, y por eso queremos que hoy
disfrutes con tu familia que te quiere…
Sin embargo, la lista de sus
trabajos han sido mucho más larga…
Nos comentaba Luis: Empecé a trabajar a los diez años con López,
repartiendo los periódicos (tres años). Después entré de Botones en el
Cebollino, donde estaba de repostero Antonio Romero Mateos y estuve dos años.
Empecé a ayudar en los trabajos del bar y me quedé con él tres años más.
Después trabajé con Pedro Rivero otros tres años.
Luis ha vivido toda su vida con su madre, a la
que atendió hasta su fallecimiento cuando estaba a punto de cumplir los 90
años. Josefa Tomé Vázquez, que así se llamaba, que hizo lo propio con su hijo, ya
que se separó a los 25 años de su marido y lo cuidó hasta que él pudo
valerse por sí mismo.
Su padre se marchó a trabajar a
Sevilla y allí conoció a una nueva mujer con la que ha convivido hasta su
fallecimiento en Denia (Alicante), precisamente ocurrido el pasado sábado. Su
padre se llamó Luis Mejias Gil. De este matrimonio tiene Luis tres hermanas.
Después de esos trabajos, Luis
inició uno nuevo que ya no iba a abandonar hasta su jubilación: los repuestos.
Francisco Martín “el Botero” había montado una tienda de repuestos al final de
la calle Santa Clara en el año 1967. Allí se dirigió Luis a punto de cumplir
los 20 años en el 1969, para iniciar el que a la postre, iba a ser el trabajo
de su vida. Como todos los trabajos que había en Guadalcanal en aquellas
fechas, el sueldo no era muy alto, pero lo importante es que le pareció que
tenía que intentar que fuera duradero.
Y así ha sido. El año 1976 le
compró el almacén de repuestos a Paco Martín y lo trasladó a la casa en que
vivía en la calle San Sebastián, actual número cuatro, donde ha permanecido durante
38 años.
A Luis además de la Semana Santa, le gusta mucho la Romería. aquí lo vemos en la primera fila a la izquierda |
Otro día en la Romería de Guaditoca |
Pero Luis también ha vivido otra
vida además del trabajo, su vida familiar. Había un grupo de amigas: Encarni,
Candi, Nati y algunas más que ahora no recuerdo. En el Club Parroquial que
habíamos fundado, -gracias a don Manuel Barrera el párroco- nos reuníamos a
escuchar música y otras actividades como baile, teatro... Este sistema era más cómodo que el que se usaba anteriormente de dar
vuelta por los Mesones, unas por un lado y los otros por el otro y a saludarnos
cuando nos encontrábamos al completarse la vuelta. Como fuera -y nunca mejor
dicho- nos cogió las vueltas a los demás y aparecieron un día Encarni y Luis,
diciendo que eran novios.
Más o menos el noviazgo duró
unos cuatro años, ya que el 17 de Mayo de 1976, Luis que tenía 27 años, le dijo
el sí a Encarni Gálvez Carranco, que sólo tenía 22 años. Curiosamente, al ir a
comprar los muebles a un establecimiento de Zafra, le dieron una papeleta
diciendo que iban a rifar por primera vez un coche entre los clientes –esas
rifas que nunca tocan- y cosa curiosa, Luis y Encarni hicieron el viaje de
novios en un flamante SEAT-133, que les había tocado.
El año 1977 tuvo de nuevo dos
premios: el 25 de marzo nació su primera hija, Inmaculada y empezó a trabajar
en la farmacia de Enrique Gómez, como Mancebo.
El 7 de diciembre de 1980, se
uniría a la familia su segunda hija Luisa, que también hace unos años que
regenta una tienda, donde se puede encontrar de todo: librería, papelería,
libros, chucherías… igual que su padre, pero en otros materiales, además instalada en
otro local emblemático de Guadalcanal, en el de la dulcería de las sobrinas de Dolores Díaz.
Durante el tiempo que trabajó en
la farmacia hasta el año 1991, se encargó de la tienda de repuestos, su esposa
Encarni.
Luis Mejias en la Banda del director José Mª Jiménez |
Luis seguía con su tienda de
repuestos, donde por cierto nunca apareció ningún letrero que la anunciara,
pero todo el mundo sabía donde estaba. Cuando alguien preguntaba por alguna
pieza de algo que no encontraba, siempre había alguien que le decía: eso en
Luis el de repuestos.
En su vida familiar iba a vivir
ya entrado el siglo XXI, acontecimientos agridulce. Por un lado su hija Inma se
casaría en 17 de mayo de 2003, que les daría a su primera nieta Irene, que
nació el 29 de marzo de 2004. Por otro, perdería a Encarni, que falleció el 25
de noviembre de 2007, que conoció a su primera nieta antes de morir, pero no a
su nieto Luis, que nacería el 12 de octubre de 2008.
Muchos acontecimientos le quedan
por vivir a Luis, que ahora de momento no han sucedido, pero estamos
seguros van a suceder. Él dice que ahora va a dedicar más tiempo a la música y
a viajar, que por motivos de trabajos no lo ha podido hacer, y quizás...
Por nuestra parte, esperamos que
se pueda incorporar a este grupo de amigos antiguos, que también nos hemos
jubilados y esperamos contar con sus vivencias en nuestros paseos por la Plaza de los Naranjos de
Guadalcanal.
Terminamos con lo que le decían
sus hijas al final de su pergamino…
Esperamos que haya
sido una sorpresa, lo único que queríamos es darte las gracias, gracias por lo
bien que hemos vivido, hemos sido muy
felices, gracias por lo que nos has ayudado y sigues
ayudándonos, siempre hemos podido contar contigo...
Ya nos despedimos,
esperamos que tengas una feliz jubilación y que esta sorpresa te haya gustado,
que ahora puedas hacer cosas que antes con tantas ataduras no podías, disfruta
todo lo que puedas, te lo mereces, te lo mereces por muchos motivos, has
cumplido 65 años maravillosamente así que aprovéchate de ello y ahora te toca disfrutar a ti.
Te queremos
Tus hijas Inma y
Luisi
1 comentario:
Precioso. Felicidades y Salud para esta nueva etapa.
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