Por Salvador Hernández González
Revista de Guadalcanal año 2014
Revista de Guadalcanal año 2014
La situación
geográfica de Guadalcanal en el extremo norte de la provincia de Sevilla y
lindante con la vecina Extremadura, a la que perteneció como se sabe hasta su
incorporación a Andalucía con los cambios administrativos del siglo XIX, la ha
convertido en uno de los puntos de tránsito de los antiguos caminos que, como
variantes o ramales secundarios de la
Vía de la
Plata , comunicaban Andalucía con las tierras extremeñas. Si
bien, a diferencia de las poblaciones situadas justo al pie de la Vía de la Plata , no ha gozado del
tránsito de viajeros con la misma intensidad que aquellas, cabe no olvidar que
Guadalcanal, junto con Cazalla, Constantina y El Pedroso marcaban los hitos de
ese otro camino, menos conocido, que a través de la Sierra Morena
sevillana descendía al Valle del Guadalquivir.
Como consecuencia, son pocas las citas que nos brindan los
libros y guías de viajes sobre Guadalcanal, pero en todo caso hemos podido
recoger una selección a modo de muestra de unos textos poco conocidos y en
ocasiones de difícil acceso, lo que por otra parte acrecienta todavía más si
cabe su interés. Para su localización nos han sido de gran utilidad algunos
repertorios bibliográficos, como los de García – Romeral sobre viajeros
españoles[1]
y García Mercadal[2]
sobre los viajeros extranjeros por España y Portugal, este último de especial
interés por facilitarnos textos de los que no contamos con edición en lengua
castellana. La consulta de estas obras de referencia se ha completado con el
manejo de las ediciones de aquellos viajes que hemos tenido a nuestro alcance y
con la búsqueda cibernética de otros textos en formato digital. Para la
localización de estos últimos resultan muy operativas algunas webs
especializadas, entre las que destaca por su riqueza de contenidos la Biblioteca Digital
Hispánica[3].
Si para la
Edad Media son escasos los testimonios literarios de esta
naturaleza, a partir del Renacimiento y especialmente durante el Barroco se
hacen más frecuentes los relatos de viajes, primando la modalidad de las Corografías y las Relaciones topográficas, que tienen el común denominador de
facilitar la enumeración de las poblaciones junto con algunos datos escuetos
sobre el número de vecinos, topografía del lugar o algunos rasgos del paisaje.
Precisamente en los inicios de la Edad Moderna ,
Guadalcanal asistió al paso de unos viajeros tan ilustres como los Reyes
Católicos. A principios de 1502 Fernando de Aragón e Isabel de Castilla
emprendieron el camino de Sevilla a Toledo, a través de una serie de etapas que
discurrieron por Cazalla, Guadalcanal, Fuente del Arco, Llerena, Valencia de
las Torres, Campillo, Zalamea, Quintana de la Serena , Campanario, Acedera, Caserío del Rincón,
Guadalupe, Villar del Pedroso y Talavera de la Reina. Aunque este
viaje regio no ha dejado un relato descriptivo, se conocen algunos detalles de
los gastos de la comitiva a su paso por nuestra zona gracias a la documentación
conservada en el Archivo General de Simancas[4].
Así en una nómina del 18 de mayo de 1502 se recogen los pagos a los peones que
transportaron las andas en las que viajó la Reina Isabel , medio
de transporte utilizado para garantizar a la soberana un mínimo de confort ante
su delicado estado de salud. Uno de estos registros contables anota
precisamente el abono de sus jornales a los porteadores a su paso por nuestra
zona:
“…a quarenta peones que
vinieron con las dichas andas desde Cazalla a Guada Alcana [Guadalcanal], a 40
maravedís cada uno, que son 1.600 maravedís.
…quatro peones…desde Guada
Alcana a la Fuente
del Arco, a medio real cada uno, 407 maravedís”.
Uno de los más tempranos ejemplos de estos viajeros de la Edad Moderna lo
constituye la figura de Hernando Colón (Córdoba, 1488 – Sevilla, 1539), el
famoso humanista y bibliófilo hijo del descubridor del Nuevo Mundo, que
consiguió reunir en su casa sevillana junto a la Puerta Real una
nutrida biblioteca (núcleo fundacional de la que habría de ser la famosa
Biblioteca Colombina) y diversas colecciones de piezas artísticas y objetos
científicos. Hombre culto y estudioso inquieto, uno de sus más ambiciosos
proyectos científicos fue la elaboración de la Descripción y cosmografía de España [5],
con la que pretendió recoger “todas las
particularidades y cosas memorables que hay en ella”, para lo cual “fue necesario enviar por todos los pueblos
de España algunas personas que informasen en cada pueblo de los vezinos que
había y de todo lo demás que en él hobiese dino [sic] de memoria y habida la información
la truxiesen por fee de escribanos e de testigos fidedignos”. La primera
fase consistió en el “trabajo de campo”, es decir, la recogida de informaciones
y fue iniciada por Hernando Colón en agosto de 1517 aprovechando seguramente
sus constantes desplazamientos por la Península. A este núcleo hay que añadir las
contribuciones de sus colaboradores, quienes de acuerdo con las prescripciones
del organizador y provistos de un permiso real concedido por el Consejo de
Castilla, recorrieron casi todas las regiones españolas. Las descripciones de
las localidades, tanto las recorridas por el propio Hernando Colón como las
visitadas por sus colaboradores, atendían a la recogida de unos datos básicos:
nombre del lugar, tipo de población, número de habitantes y mención de la
ciudad, noble, arzobispado y orden religiosa de la que dependiera jurídica y
administrativamente. Además se da cuenta pormenorizada de la distancia en
leguas desde la población en cuestión a las de los alrededores, al tiempo que
se detallan las características del terreno y la existencia de ríos y otros
pormenores topográficos y geográficos[6].
La información obtenida se reunió en una serie de cuadernos manuscritos que
vinieron a unirse sólo algunos decenios después de la muerte de Hernando Colón,
dando como resultado el que la obra haya permanecido inédita hasta su edición a
comienzos del siglo XX, la cual a su vez ha servido de base a la más reciente
reedición facsímil, que es la que aquí utilizamos[7].
[1]
GARCÍA – ROMERAL, Carlos: Diccionario biobibliográfico de viajeros por
España y Portugal. Ollero Ramos, Madrid, 2010.
[2]
GARCÍA MERCADAL, José: Viajes de extranjeros por España y Portugal desde los tiempos más remotos
hasta comienzos del siglo XX. (6 vols.). Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León,
Salamanca, 1999.
[3]
http://www.bne.es/es/Catalogos/BibliotecaDigitalHispanica/Inicio/index.html
[4]
ALSINA DE LA TORRE , E.: “Viajes y
transportes en tiempos de los Reyes Católicos”, Hispania nº 56 (1954), pág. 391.
[5]
CRIADO DE VAL, Manuel: “La Cosmografía
de Hernando Colón”, en Actas del I
Congreso de Caminería Hispánica. Guadalajara, 1993. Vol. I, págs. 335 –
350.
[6]
RODRÍGUEZ TORO, José Javier: “La Descripción y cosmografía de España (o itinerario) de
Hernando Colón y sus aportaciones a los historiadores”, Historia, Instituciones, Documentos, nº 27 (2000), págs. 275 – 277;
WAGNER, Klaus: “El itinerario de Hernando Colón según sus anotaciones: datos
para la biografía de un bibliófilo sevillano”, Archivo Hispalense nº 203 (1983), págs. 81 – 100.
[7]
COLÓN, Fernando: Descripción y cosmografía de España. Padilla
Libros, Sevilla, 1988. (Edición facsímil de la publicada por la Sociedad
Geográfica, Madrid, 1910).
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