jueves, 31 de julio de 2014

HOMENAJE A LA GUARDIA CIVIL


Dentro de la programación de las VII Jornadas Patrimoniales Santiago y Santa Ana, el pasado sábado se celebró en el Paseo de El Palacio, el acto de Homenaje a la Guardia Civil.

Este acto había estado precedido de una presentación que se realizó en la Iglesia de Santa Ana el día anterior, de la Historia de la Guardia Civil y su relación con Guadalcanal.

Muy emotivo fue el acto en El Palacio, primero viendo el trabajo de los perros adiestrados y la labor que desarrollan y sobre todo, el momento de la entrega de diplomas a todos los Guardias Civiles naturales de Guadalcanal, o que han estado destinado en nuestra Villa.

Momento emocionante fue cuando recibieron los diplomas toda una familia de Guardia Civiles, nos referimos a José Ruiz, conocido popularmente por Pepe el guardia y sus hijos.

También se hizo entrega por las Autoridades locales, de la Medalla de Oro de la Villa, que este año ha concedido a la Guardia Civil.

A continuación les ofrecemos fotografías del acto, que fueron realizadas por Marcos Álvarez M. de Arriva.





























miércoles, 30 de julio de 2014

Carta de Pascuas que desde Guadalcanal escribe un barbero a don Pedro del Parral, vecino de Madrid, diciéndole lo mal que le ha parecido los papelotes del Rdmo. Padre Feijoo, deTorres, de Aquenza, de Martínez, de Rivera, y del Músico. (3 de 3)

Por Rafael Raya Rasero. Revista de Guadalcanal 1990

El pardiez, amigo, que al Padre le dice bravas cosas, y a mí me han parecido bien: Y aquel reparillo de que contra un Padre no hay razón, estuviera mejor si dijera: contra un fraile no hay razón, que para mí es lo mismo fraile, que diablo. ¿Pero a este Torres quién le mete con frailes, ni con médicos? Trate de componer su Piscator, que se llega ya el tiempo, prevéngale buenas alforjas, hágale buenas mantillas, que el frío es, y será terrible: repase sus discípulos en su Cátedra, y déjese de posdatas, que es lo mismo que cosas postreras. Ya veo, que me dirá vuesa merced que como ha caído en gracia (como las cosas extranjeras a los españoles) sus escritos, que hasta las Madamas gustan de oír sus dichánganos, que con estos papelillos él no pierde nada, pues aunque sea una friolera, en sonando Torres, corre que rabia, y al mismo paso la moneda. Buen tiempo, amigo don Pedro, que todo perro cristiano saca su papelote, se divierte la curiosidad, comen los autores, cenan los libreros, y almuerzan los impresores, y a mí me sucede lo mismo. Acuérdome, amigo don Pedro, haber visto otro papelón que llaman Glosas, y de paso digo que en los días de mi vida vi Glosas más disparadas, mejor las había de hacer el sacristán de este lugar, aunque no sabe ayudar a misa. Yo me rallo las tripas, y me reigo el estómago en considerar que haya hombres que se pongan a escribir tan amontonados de latinos. Pero, amigo, es verdad que el mundo de todo se compone, y es preciso haya de todo, es infinito el número de necios. Pues el Músico, con sus Arres, o Arias, que para todo es a un precio, tal arrear como el hombre arrea en diez pliegos y medio de imprenta. No he visto en mi vida, amigo, que quiere decir Aria, o Arri, que yo sólo entiendo es andar a prisa; pues vemos que cuando va alguno tras de un jumento, poco menos que él, todo es: arre, arre, arre: Reventarás arriando, le dijera yo al jumento, o al músico, que para mí lo mismo es correr que andar de prisa. El dichoso músico debía de estar despacio cuando tuvo lugar para cuatro arias, o recitados, encajar diez pliegos, que juro a Cristo que puede ir a la bruja de su abuela, que los lea, si está despacio, que yo, el demonio cargue conmigo, y con él, si lo leyere. ¿Pues qué diremos, amigo don Pedro del Aquenza Fingido, y el verdadero? Debe ser demonio este hombre, que finge, y hace verídico a un tiempo. Yo, si le conociera, lléveme Dios, si antes de hablarle no sacara el rosario. Dios me libre de persona que de uno hace dos, semejantes que esto lo que suelen decir: hará de un diablo dos por apocarlos: mejor dijera yo por aumentarlos; no quiero nada con tal hombre. Pues no digo nada de don Martínez y su rocín; yo me alegrara que ahora nos vinieran otro Sancho Panza con Don Quijote, aunque aquí faltara Doña Dulcinea, sino que pongamos en su lugar al Crítico, siquiera por lo que tiene de faldas. Y a fe, amigo mío, que si ha de montar en su rocín, el amigo, bien puede transformarse en duende, que otra suerte dudo alcancen sus gatillos, aunque me han dicho es ligero. Y siendo de la calidad del pescado su contextura, echándole en buena porción de agua, subirá, que amigo don Pedro el Torres creo es bien grande, que según me acuerdo en el Sacudimiento de Mentecantos dice tiene dos varas y cuarta de largo, de marca es el rocín, bien vale lo que pesa; y más cuando creo no ha cerrado, ni don Duende tampoco. Bien se echa de ver que no han cerrado las molleras hombres que andan como los niños, unas veces a coz y bocados, otras a palos, y otras a papelazos. Hallo, amigo don Pedro, por remate de espinazo, entre los papelotes el de don Matilde, tan frío como él mismo, pues al cabo de cien años que Torres escribió el Viaje Fantástico y otros ciento que le vino el correo con las seis cartas del otro mundo, sale esto otro meaquedito, con su Paracelso, o Paracelsa, con seis docenas de patochadas, sin sustancia. Sin duda fue preñado y no parió de todo tiempo, que si Torres le coge en una velada, lo dará mil vueltas y lo pondrá a parir de nuevo, de éste, diré yo, que lo ha pensado mucho, y es propio de borricos. Amigo muy amado, a cada loco dejarle con su tema, y más que se desmochen, que yo de toda esta turba multa solo debo decir que algunos estarán, con la subida de moneda, estrechos de cuartos, ya título de discretos, y peliagudos, como conejos, han querido recoger cuartos para gastarlos esta pascua. Buena fe la de Dios, que no les tengo envidia, que yo con mis Minas lo pasaré mejor que ellos con sus papelazos. Y sólo me queda el escozor de que se sufra en esa Corte, que un galenista traiga bastón, como si fuera militar de guerra, que de traje todos los somos. Es verdad que más matan ellos con paz, que los soldados en la guerra, y son enemigos declarados de las vidas. Pues otra cosa más se consiente que es anden declarados de las vidas. Pues otra Cosa más se consiente que anden en coche, habiendo muchísimos que le debían arrastrar. Vuesa merced no se fíe de ninguno de ellos, mire que el que más santo parece, diezma. Y sobre todo, amigo, dejar cada uno para lo que es. Vuesa merced cuide de su pucherito, poca fruta, buen trinquiforti, y malos años para medicastrones, que curen sus mulas para que tiren lo que ellos debían tirar, y mire vuesa merced que esto se lo aconseja un tonto que le estima, y desea que Nuestro Señor le guarde muchos años.
Guadalcanal, y Diciembre 12, de 1726.


lunes, 28 de julio de 2014

LA VILLA HERMANA DE MALCOCINADO

Vista aérea de Malcocinado en la actualidad
Manuel Maldonado Fernández fue el encargado de poner fin el domingo 27 de julio, a la serie de conferencias que se han venido desarrollando durante las VII Jornadas Patrimoniales de Santiago y Santa Ana.
El tema escogido por Maldonado fue el de la villa hermana de Malcocinado, y nos ilustró ampliamente sobre la historia y origen de la misma.
Para los que no pudieron asistir, les ofrecemos un resumen de la conferencia, que podrán leer íntegramente en la Revista de Guadalcanal de este año, de próxima aparición.
Manuel Maldonado nos dijo:
Manuel Maldonado en un momento de su conferencia
En principio, la actual villa de Malcocinado fue un baldío del mismo nombre situado en término y jurisdicción de la encomienda y villa santiaguista de Guadalcanal, que a su vez quedaba encuadrada en la Extremadura santiaguista y en el partido de Llerena.
Consultado el diccionario de la Real Academia, el peculiar nombre del baldío hace alusión al lugar donde se depositaban cadáveres de animales y los restos de los sacrificados, aunque también se utiliza el término para referirse a las partes menos nobles de las reses desde el punto de vista culinario.
La primera referencia documental que tenemos sobre este predio la encontramos en el Libro de Montería de Alfonso XI (principios del siglo XIV), refiriéndose al baldío como un lugar agreste, con una extraordinaria riqueza cinegética[1].
Vista general de Malcocinado
Ya en el siglo XVIII, en las respuestas de Guadalcanal a las preguntas del Catastro de Ensenada (1752) localizamos nuevas referencias sobre el baldío de Malcocinado (con los predios denominados del Pino y Guadalpera­les). Concretamente decían que el baldío en cuestión ocupaba una extensión de 1.600 fgas., que estaba localizado como a unas dos leguas de la población y alindaba con el término de Azuaga, la dehesa del Encinal, el camino de Monesterio y la dehesa del Puerto[2].
    Pues bien, enlazando ya con el asunto que más nos ocupa, entendemos que el asentamiento o aldea de Malcocinado tomó cuerpo definitivo a raíz de estas disposiciones ilustradas, pues desde entonces su vecindario creció vertiginosamente, precisamente acogiendo a familias procedentes de Guadalcanal, tomando desde entonces el baldío cuerpo de aldea; es decir, un asentamiento sin término ni jurisdicción, que quedó administrado desde la villa matriz. Así, según datos recogidos del archivo municipal de Guadalcanal, la evolución del número de vecinos en la villa y su baldío-aldea responde a las cifras que siguen:
-     En 1724 existían 656 unidades familiares registradas en Guadalcanal, de las cuales 651 moraban en la villa y 5 en el baldío y caserío de Malcocinado[3].
-    En 1752, siguiendo una de las respuestas al Catastro de Ensenada, de los 1.050 vecinos o unidades familiares registradas, 1.042 moraban en la villa y 8 en Malcocinado.
-  En 1791, según otra de las respuestas al Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura, 988 vecinos moraban en la villa y 48 en el ya importante caserío instalado en Malcocinado[4].

Por lo tanto, observamos un asentamiento espectacular de vecinos de Guadalcanal en el baldío de Malcocinado, pasando en algo menos de 40 años de acoger 8 unidades familiares a 48, todas procedentes de Guadalcanal tras el reparto y sorteo de tierras citado, circunstancia que propicio la separación de familias en primer grado, quedando una parte en la villa y otra en el baldío-aldea.
Malcocinado 
Sí es conocido que el 12 de abril de 1842, los malcocinenses consiguieron su objetivo, según hemos podido recoger del blog de Rafael Candelario Repisa (http://guadalcanalpuntodeencuentro.blogspot.com. Se trata de un comunicado del jefe del gobierno político  de la provincia de Badajoz (el gobernador), quien mandó insertar en el Boletín Oficial de dicha provincia la siguiente disposición del Regente del Reino:
El Exmo. Sr. Secretario de Estado y Despacho de la Gobernación de la Península, con fecha 12 del actual, me dice lo siguiente:
“El regente del Reyno en vista del expediente remitido por V.S. el 21 de marzo último sobre separación de la Aldea de Malcocinado de la villa de Guadalcanal, se ha servido resolver que la referida en virtud de reunir las circunstancias que la ley previene, quede totalmente emancipada de la dependencia de Guadalcanal, constituyéndose su ayuntamiento por sí con arreglo a las leyes, procediéndose inmediatamente a la formación de expediente oportuno, para la división del término y aprovechamiento que hasta el día hayan sido comunes a ambas poblaciones. De orden del Regente lo digo a V.S. para cumplimiento a efectos siguientes.
Lo que traslado a V.S. para con arreglo a lo Preinscrito en el artículo 84 de la Ley 3 de Febrero sirva formar el oportuno expediente al efecto.
Dios que a V.S. m. a., en Badajoz, a 16 de Abril de 1842
Cayetano Cordero.- (Exma. Diputación de la Provincia)
Asistentes a la conferencia de Maldonado,  con el conferenciante ya sentado junto a su esposa
Dadas las divergencias y contradicciones existentes, el deslinde de términos no llegó a efectuarse hasta casi una década después. En efecto, en 1851 se presentó por fin la oportunidad de repartir términos entre ambas villas, asunto bloqueado ante los numerosos recursos presentados por Guadalcanal. Para ello se siguieron disposiciones tomadas en Madrid (22 de julio de 1850), donde las instancias superiores tomaron la decisión de que el primitivo término guadalcanalense debía repartirse en función del número de vecinos de una y otra villa, situación ya estudiada por Guadalcanal, por lo que, en una junta conjunta de ambos ayuntamientos celebrada el 4 de Febrero de 1851, los munícipes guadalcanalenses estimaron que a la nueva villa le correspondía una onceava parte del término común, propuesta que, salvo algunos flecos, aceptó Malcocinado. Por ello, en días sucesivo se procedió al correspondiente amojonamiento, celebrando una concordia que más adelante (1 de agosto de 1871) fue discutida, siendo necesaria la participación y certificación de los funcionarios del Instituto Geográfico y Estadístico, prolongándose la intervención de este Instituto hasta cerrar el definitivo deslinde en 1904 (VILA SERRA, J.  Ley Provincial, Madrid, 1906). 
Alcaldes de ambas villas con Maldonado en el centro y otras Autoridades
Finalizada la conferencia fue felicitado por las autoridades presentes de ambas villas, de Malcocinado y Guadalcanal.



[1] VALVERDE, J. A. Anotaciones al Libro de la montería del rey Alfonso XI, Universidad de Salamanca, 2009,  nota nº 1.117).
[2] MALDONADO FERNÁNDEZ, M. La villa santiaguista de Guadalcanal, Diputación Provincial de Sevilla, 2011
[3] Especialistas en esta cuestión, estiman que por cada unidad familiar hemos de considerar  3.7 almas o habitantes.
[4] Más adelante, una vez independizada la aldea de Malcocinado de la villa de Guadalcanal y tras su incorporación a partir del 12 de abril de 1842 a la provincia de Badajoz, en una relación de vecindario de los pueblos del partido de Llerena aparece Malcocinado con 468 habitantes, equivalentes a 134 vecinos o unidades familiares

sábado, 26 de julio de 2014

INAUGURACIÓN AZULEJOS CRISTO DEL HUMILLADERO

     
En la fotografía Ignacio Gómez, en el momento de realizar la presentación
     Según lo previsto en el programa de las VII Jornadas Patrimoniales de Santiago y Santa Ana que se están celebrando en Guadalcanal, sobre las trece horas del jueves 25 de julio, he realizado la presentación de los azulejos del Cristo del Humilladero que desde hoy permanecen expuestos en la capilla Bautismal de la iglesia de Santa Ana.

   En la presentación realizada -que resumiré a continuación para los que no pudieron asistir- se explica todo el proceso para llevar a cabo el proyecto que se inició hace cuatro años y que hoy por fin ha llegado a feliz término.

     El acto al que asistió numero público, estaba presidido por el alcalde de Guadalcanal, Jesús Manuel Martínez y por el concejal de Patrimonio y Turismo, Eduardo Cordobés. También contamos con la asistencia de Antonio Fontán Meana, uno de los impulsores del proyecto, así como con la autora de la copia del mosaico, Teresa de Jesús Rodríguez Gallardo.
Final de la presentación con Ignacio Gómez, Antonio Fontán, Teresa de Jesús Rodríguez y el alcalde Jesús Manuel Martínez
     Finalizó la presentación agradeciendo a Antonio Fontán Meana, la colaboración y apoyo a este proyecto durante estos cuatro años, así como al concejal Eduardo Cordobés por su dedicación. También se felicitó a la ceramista autora de la copia del mosaico, Teresa de Jesús Rodríguez Gallardo, por el perfecto trabajo realizado en la construcción de esta copia exacta de los originales.

  A continuación les ofrecemos un resumen de la presentación.    

     La ermita y el Humilladero son construcciones del siglo XVIII. Está compuesta por una nave con arcos transversales de medio punto y cubierta de madera y el presbiterio posee bóveda vaída.  Aunque posiblemente fue edificado sobre otro edificio de un Humilladero que existió denominado la Cruz del Abad Santo, del siglo XV.

     Poca historia tenemos de esta ermita. Sabemos que el 26 de diciembre de 1764 fue elegido Mayordomo-Ermitaño, el presbítero Alonso González. También el Ayuntamiento nombra el 29 de noviembre de 1814, Mayordomo-Ermitaño a Félix Domínguez, que lo había solicitado y el 8 de octubre de 1854 fue habilitado para enterramiento de los numerosos muertos que se producían por la epidemia del cólera morbo.

     El retablo cerámico cumplía la función de dar la despedida y la bienvenida a los viajeros que entraban o salían de Guadalcanal y estaba dedicado al Cristo del Humilladero. Este uso es frecuente en muchas localidades que solían disponer en sus ejidos un monumento religioso (ermita, Cruz, Capilla, etc.)

     Podemos encontrar similitud con el Cristo del Humilladero de la Salud que existe en Olivares,  fechado en 1778.

     Con el Santísimo Cristo de los Afligidos, conservado en Villanueva del Ariscal (Sevilla), fechado en 1759

     Y con el de las Ánimas Benditas del Purgatorio, del pintor José Francisco Gil, realizado en talleres de Triana en 1765, situados en Valverde del Camino


     El retablo que ahora vamos a presentar, permaneció en los terrenos de la ermita hasta el año 1977, fecha en la que el Arzobispado de Sevilla decide poner en venta determinados edificios religiosos de la localidad que estaban en desuso, procediéndose a la retirada de este retablo por el albañil Ezequiel Rius y trasladado a las dependencias de la Iglesia de Sta. María, donde fue depositado en un lugar del coro alto.

     Hasta esa fecha, era el lugar de excursión de los vecinos de Guadalcanal y era visitado por familias completas, como vemos en la fotografía


     También era visitado por todos los escolares de Guadalcanal, tanto del colegio de las Hermanas de la Doctrina Cristiana, como del resto de colegios que existían en la Villa.     


  Este importante mosaico fechado en 1770. Estaba compuesto por un total de 144 piezas. Está dispuesto en 12 filas de azulejos por otras tantas columnas, por lo que ocupa un cuadrado de un metro y medio de lado.

     Desaparecieron algunos azulejos del coro de la iglesia de Santa María y don Antonio Fontán solicitó su custodia al cardenal Bueno Monreal, para guardarlos en la ermita de San Benito  -que él había restaurado- donde han permanecido hasta hoy.


     A finales de septiembre de 2009, se trató en un pleno municipal, proponer a don Antonio Fontán Pérez la restauración de los azulejos y su exposición permanente en la iglesia de Santa Ana. Así se le expuso en carta del 6 de octubre y con fecha 14 del mismo mes, recibimos escrito de don Antonio Fontán Meana, donde nos comunicaba su conformidad a nuestra propuesta.

     De acuerdo con don Antonio Fontán Meana,  -y con su autorización- nos trasladamos a la ermita de san benito, donde con la ayuda de mi amigo Jesús Blandez, iniciamos la catalogación de los azulejos existentes, que estaban situados más o menos en orden, en una sala de la vivienda aneja a la ermita.


     Allí mismo iniciamos la limpieza y etiquetado de cada azulejo e hicimos un primer informe:

     De los 144 azulejos, faltaban 22 piezas, principalmente en el centro del retablo. 28 piezas estaban muy deterioradas. El resto podrían ser montadas, sin mayor problema.

     Ya limpias, pudimos observar que el dibujo es de poca calidad artística, como la generalidad de estas piezas dieciochescas.  Los perfiles están hechos con colores avioletados  y la paleta de colores utilizada es la propia de ese siglo: amarillos (ocres, anaranjados), cobalto y negro. La base está bañada con esmalte mate blanco.


     Finalizado el trabajo de catalogación, aspecto en que quedó el lienzo del retablo del Cristo del Humilladero.

     Del mosaico podemos destacar, dos décimas, una en la parte izquierda y otra en la derecha, que dicen:

DESDE ESSE SACRO MADERO
AGVAS VIVAS DISPENSAIS
JESVS I CON ELLA DAIS
FORTALEZA AL PASAJERO
EN AQVESTE HVMILLADERO
SOL RESPLANDECEIS HERMOSO
QVITANDO DVEÑO PIADOSSO
A LAS TINIEBLAS EL VELO
DIRIGIENDO HACIA ELCIELO
DEL CANSANCIO LO PENOSSO


DVLCE IMAN QVE LOS SENTIDOS
ATRAES CON DVLCE CALMA
DEXANDO SVSPENSA EL ALMA
DE LA FEE POR LOS OIDOS
A TVS PIES COMO AFLIGIDOS
TVS PIEDADES INVOCAMOS
NVESTRAS DESDICHAS LLORAMOS
Y EN MISTERIOSA PISCINA
CON TV FVENTE CHRISTALINA
OI NVESTRAS MANOS  LABAMOS
     


    La parte central esta destinada al Calvario y en ella figuran junto a Jesús, dos mujeres (posiblemente Maria de Cleofás y la Virgen). Están enmarcadas estas figuras en un tabernáculo de color azul, cuyas telas están recogidas por cuatros ángeles, dos a cada lado

     Después aparece esta cartela:

DEVOCION AL SANTIº CHRISTO DE EL HVMILLADERO QVE SE  VE
NERA EXTRAMUROS DE LA VILLA DE GVADALCANAL EL SR
CARDE-- SOLIS Y ARZOº DE SEVILLA CONZEDE 100 DIAS DE INDVLGª
REZANDO VN CREDO DELANTE DE ESTE S.R

     Y por último esta quintilla:

JVNTO A VNA FVENTE HVMILLADO
MI AMOR A BEBER CONBIDA
Y EN VNA CRVZ EXALTADO
DOI AGVA DE MI COSTADO
QVE SALTA A LA ETERNA VIDA

¿Quién pudo ser autor del mosaico del Humilladero? Existe muy poca documentación y mucho menos de obras firmadas de esta época. Según el informe que me hizo mi amigo Jesús Marín, experto ceramista de Andalucía, -que me ha servido para preparar parte de esta presentación- Gestoso en su libro registro de artífices cita a unos cuantos de esta época: Santiago Aguiar, 1720; Juan y Pedro Gaitán, 1743; Lucas Guerra, 1743; Diego Pichó, 1743;  Juan José Rodríguez, 1743 u Andrés Vázquez, 1730. Cualquiera de ellos pudo ser el autor, o ninguno de ellos. De momento no hemos encontrado documentación sobre esta autoría.

     Finalizado el informe, hicimos gestiones con varios ceramistas y se acordó hacer el encargo de la restauración de los azulejos a la ceramista, Teresa de Jesús Rodríguez Gallardo, de Coria del Río

     Una serie de circunstancias, retrasaron la finalización del proyecto, sobre todo las gestiones que se iniciaron con el arzobispado de Sevilla para oficializar la cesión de los azulejos al Ayuntamiento.

     A primeros de este año, terminado el trámite con el arzobispado, y tras una reunión con don Antonio Fontán Meana, por sugerencia de éste, se decidió realizar una copia completa del mosaico, que se expondría en esta iglesia de Santa Ana, junto con los azulejos originales.


      Inmediatamente se hizo efectivo el encargo a doña Teresa de Jesús Rodríguez Gallardo, Técnico Superior en Cerámica Artística en la Escuela de Arte de Sevilla, donde se graduó el año 1986, tiene 25 años de experiencia profesional y en el año 1989 creó la fundación de cerámicas Artesur  en Coria del Río.

     La técnica que ha utilizado es la del “sobre baño”, siendo ésta la misma técnica empleada en el retablo original. Se ha intentado reproducir en la medida de lo posible, la ejecución de dicho retablo empleándose todo el procedimiento artesano manual propio de la época, desde la fabricación del bizcocho en el que se ha mantenido el mismo formato en la medida, el grosor y el color de los azulejos originales.

     Se ha efectuado un esmaltado manual de los biscochos, después de haber realizado pruebas de esmalte en distintas temperaturas para conseguir la máxima similitud en el acabado final, teniendo en cuenta que no existen datos de las recetas utilizadas  del esmalte original. 

     Igualmente se han realizado pruebas para los colores con objeto de conseguir una máxima similitud, ya que no existen datos sobre temperatura de cocción, aunque se sabe que los azulejos originales fueron cocidos en horno de leña, por los defectos en la fundición de los colores sobre el esmalte que se han detectado y porque era el sistema habitual de la época.

     En nuestro caso, ha empleado un esmalte blanco de base alcalina con acabado craquelado para un efecto de azulejo antiguo. Nuestros azulejos han sido cocidos en horno eléctrico a una temperatura de 916 ºC


     Para los dibujos se han empleado tanto las fotografías de los azulejos que se han conservado en la actualidad, como una única fotografía antigua del retablo completo, antes de que desaparecieran los azulejos centrales y algunos periféricos.    

     Teresa ha intentado reflejar en la medida de lo posible la frescura del dibujo así como la dirección de la pincelada en todos los azulejos, con especial dificultad en los azulejos que se han perdido, debido a la poca calidad de la única fotografía que existe de los mismos.

   En la nueva copia se han corregido la posición de algunos azulejos que originariamente fueron  colocados por error en algún desprendimiento, fuera de su sitio, impidiéndose así  ver la continuidad del dibujo proyectado por el artista.
•         La nº 9 (girada 90º a la derecha) que tenía que ocupar el lugar de la nº 20.
•         La nº 20 (girando 90º a la izquierda) pasaría a ocupar la nº 32 y ésta a su vez, pasaría a la nº 38
•         Por último, la nº 38 pasaría a la nº 9.


      Para ello ha empleado programas de edición informáticos para la composición de las distintas partes del retablo y ampliaciones a tamaño natural para poder reproducir lo más exactamente posible las imágenes y textos incluidos en el retablo.

     Este es el nuevo mosaico que desde hoy pueden ver en la iglesia de Santa Ana.
        
      Finalizada la presentación todos los asistentes se dirigieron a la capilla Bautismal de la iglesia, donde fue inaugurado el mosaico, cuyo momento pueden ver en la fotografía que incluimos a continuación.

      Por mi parte, tengo que decirles que hoy se ha cumplido un deseo que ha permanecido en mí durante muchos años y que por fin se hace realidad. Posiblemente más del cincuenta por ciento de los vecinos actuales de Guadalcanal no llegaron a conocer este mosaico en su primitivo lugar, pero a partir de hoy lo podrán ver en esta capilla bautismal de la iglesia de Santa Ana.