jueves, 23 de mayo de 2013


Documentación medieval sobre

Guadalcanal en el archivo general de Simancas: El registro general del sello - 1

                    Salvador Hernández González
                     Revista Guadalcanal año 2011


            El Registro General del Sello integra una de las secciones más antiguas del célebre Archivo General de Simancas, que como se sabe concentra en la localidad vallisoletana de su nombre el grueso de los fondos documentales de la Casa de Austria, completados con documentación tanto anterior, especialmente correspondiente a los Reyes Católicos, como posterior que cubre el siglo XVIII[1], si bien en menor volumen que la correspondiente al XVI y XVII.

            Esta sección, también conocida como del Sello de Corte, recoge la documentación correspondiente a la cancillería de los Reyes Católicos, aunque algunos documentos registrados corresponden a su antecesor Enrique IV. Aunque ya Alfonso X el Sabio había instituido el Registro en la legislación recogida en Las Partidas, serían los Reyes Católicos quienes en las cortes de Madrigal (1476) y Alcalá de Henares (1498) promulgasen las primeras disposiciones sobre cómo y qué se ha registrar y su conservación. Como instrumento de esta incipiente administración estatal que marca el tránsito de la Edad Media a la Moderna, en el Registro del Sello de Corte sólo figuran los documentos que eran validados con el sello mayor o de placa generados por el Rey (en su Cámara), el Consejo Real de Castilla, los Contadores Mayores, los Alcaldes de Casa y Corte y el Consejo de Inquisición, en un primer momento, hasta que a los otros consejos se les fue dotando de sus correspondientes sellos. 

            Esta documentación emanada de la monarquía castellana, directamente o a través de los citados organismos e instituciones en los que delegaba la voluntad real, podría definirse a grandes rasgos como de marcado carácter dispositivo o normativo, por lo que abundan, dentro de la amplia gama de contenidos, los actos jurídicos sobre aprobaciones, confirmaciones, denegaciones, perdones, concesión de mercedes, etc., como expresión del ejercicio de la soberanía reservada a los monarcas. Teniendo en cuenta las competencias del Consejo Real y de la Cámara de Castilla – principales productores de documentación – puede afirmarse que del primero procedía todo lo relacionado con la administración de justicia en primera instancia (iniciativas, receptorías, ordenanzas, pragmáticas, moratorias de deudas, etc.), y de la segunda emanaban las convocatorias de cortes, provisiones de oficios públicos civiles y eclesiásticos, legitimaciones, concesión de perdones, mayorazgos, mercedes, títulos de nobleza y licencias de todo tipo, etc.




[1] Un recorrido panorámico muy revelador de la riqueza y valor de la documentación de este archivo estatal se plantea en la obra de PLAZA BORES, Ángel de la: Guía del investigador: Archivo General de Simancas. Dirección General de Bellas Artes y Archivos, Madrid, 1992.

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