a través de la Historiografía artística: Aproximación bibliográfica
Salvador
Hernández González
Revista Guadalcanal 2004
Otra pieza clave del patrimonio
local fue la imagen de San José con el Niño, atribuida con toda seguridad al insigne
escultor Juan de Mesa y que por su calidad figuró en la Exposición Iberoamericana
de 1929, siendo destruida durante los sucesos de 1936 en la capilla de San
Vicente, donde recibía culto. Su relación estilística con obras documentadas de
Mesa garantiza la atribución, en opinión de Hernández Díaz, quien la fecha en
torno a 1625, aunque María Elena Gómez Moreno la cree obra de un discípulo.
Una
interesante obra, llegada a nosotros con grandes desperfectos a causa de los
daños sufridos en la última contienda civil, es el Cristo de marfil que estuvo
en la iglesia de Santa Ana, obra realizada en Flandes y fechada en la segunda
mitad del siglo XVII, que al igual que el San José de Juan de Mesa fue expuesto
en Sevilla en 1929. Esta muestra de la eboraria europea ha sido estudiada por
la profesora Estella Marcos, quien destaca la hermosura y expresividad del
rostro de Cristo y su robusto estudio anatómico, vinculando esta escultura con
la producción de un escultor flamenco del círculo de influencia de Artus
Quellinus el Joven.
Sobre
la imaginería y enseres de las cofradías de Guadalcanal contamos con algunos
trabajos recogidos en obras colectivas dedicadas al estudio de la Semana Santa en
Sevilla y su provincia, como el publicado en la década de los ochenta por
Francisco Ortiz Rodríguez y Plácido de la Hera Pérez , y más recientemente las síntesis
elaboradas por Francisco José Flores García y el autor de estas líneas. Por su
parte Carrero Rodríguez reseña las andas procesionales del Santo Entierro y la Entrada en Jerusalén,
mientras que Martín Macías subraya el interés de la cruz de carey que posee la Hermandad de Jesús
Nazareno, obra de origen americano fechable en los años centrales del siglo
XVII. También en relación con el patrimonio artístico cofrade hay que citar la
intervención restauradora del imaginero Francisco Buiza sobre la imagen del
Cristo de la Humildad
y Paciencia en 1982, reseñada por Martínez Leal en su monografía sobre dicho
artista.
Por
último, hay que referirse al campo artístico de la orfebrería, que cuenta en la
parroquia de Nuestra Señora de la
Asunción con piezas de destacado interés. Recogida su nómina
en el Catálogo arqueológico y artístico de la provincia de Sevilla de
1953, en la Guía
artística publicada por la Diputación Provincial en 1981 y en el Inventario
artístico auspiciado por el Ministerio de Cultura, algunas obras han sido
reseñadas por especialistas en el campo de la platería. Así, en la exposición
de orfebrería sevillana celebrada en 1970 en la capital hispalense figuraron
algunas de estas piezas, como un hostiario gótico del primer cuarto del siglo
XVI y un ostensorio renacentista de fines del citado siglo, que aparecen
reseñados en el catálogo de la muestra elaborado por Sancho Corbacho . Por su
parte, la profesora María Jesús Sanz, experta en este campo de la orfebrería,
señala la procedencia mexicana de un copón de nuestra colección parroquial, en
virtud de sus rasgos estilísticos y de la presencia de un punzón o marca acreditativo
de su origen. Otras piezas se deben, en cambio, a los talleres de la vecina
Llerena, que conoció un interesante florecimiento del arte de la platería, con
muestras repartidas por toda su zona de influencia, en la que como ya hemos
venido comprobando se incluye Guadalcanal. La profesora Esteras Martín, pionera
en el estudio de la platería llerenense, ha identificado la autoría de algunas
piezas de nuestra parroquia de Santa María, como la custodia portátil, obra de
Julián Núñez en 1550. Otro investigador de la orfebrería extremeña, Tejada Vizuete,
cataloga igualmente algunas piezas de dicha procedencia en nuestra localidad,
como dos cálices de plata sobredorada, uno fechable hacia 1575 y el otro en las
primeras décadas del siglo XVII, y el hostiario gótico de principios del siglo
XVI que estuvo expuesto en la exposición celebrada en 1970 en la capital
hispalense . Este mismo investigador se ha ocupado igualmente del estudio de la
rejería, que cuenta en la iglesia de Santa María con excelentes ejemplos, como
la que cierra la capilla de la
Soledad , que atribuye al rejero Francisco Medina y puede
fecharse a mediados del siglo XVI; la que desde la capilla mayor conduce a la
colateral de la nave izquierda o del Evangelio, antigua capilla de la familia
Ramos y cuya ejecución pudiera vincularse con el rejero Domingo Hernández,
avecindado en Guadalcanal hacia 1575; y otras dos situadas en la nave derecha o
de la Epístola ,
que son fechables ya a principios del siglo XVII . De estas muestras de las
artes del hierro ha vuelto a tratar en los últimos años Josefa Mata Torres en
su estudio sobre la rejería sevillana del siglo XVI, catalogándolas y
describiendo su estructura y elementos ornamentales, aunque a la hora de
pronunciarse sobre su autoría y cronología desconoce las aportaciones de Tejada
Vizuete sobre el tema, limitándose a recoger los datos de Hernández Díaz, que
quedan evidentemente ya superados.
En
definitiva, a través de estos trabajos nos encontramos con un punto de partida
y apoyo para seguir profundizando en el conocimiento y valoración del patrimonio
artístico y monumental de Guadalcanal, que si bien nos ha llegado mermado a
causa de los avatares históricos, es legado de nuestra historia que tenemos
obligación no sólo de estudiar y apreciar, sino de entregar a las generaciones
venideras, como señas de identidad de nuestro pueblo.
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