Rafael Rodríguez e Ignacio Gómez, hicieron entrega a la Responsable de la Biblioteca Municipal Esther Rivero, de un ejemplar del libro "LA ENCAJERA, VIVENCIAS DE SU FAMILIA", momento que recoge la fotografía.
El libro, con prólogo de José Mª Álvarez Blanco, dividido en doce capítulos, consta de un total de 120 páginas, donde Rafael Rodríguez Jiménez "El Pileta", va desgranando la historia de su familia y a la par, la de Guadalcanal.
La primera edición del libro se ha agotado y posiblemente se realice una segunda. Las personas interesadas en adquirir el libro si se vuelve a editar, pueden solicitarlo por E-mail a nuestra Asociación Cultural Benalixa: a.c.benalixa@gmail.com o en los puntos de ventas: Hros. de López, en la Plaza de España o Electrovira Regalos, en la calle Antonio Porras, de Guadalcanal.
En el caso de que no se reuniera un número suficiente de solicitudes para realizar una nueva edición, nuestra Asociación lo publicaría en varias entregas, para que todas las personas puedan leerlo.
A continuación les ofrecemos el prólogo del mismo, escrito como decimos, por nuestro amigo José Mª Álvarez Blanco.
El libro, con prólogo de José Mª Álvarez Blanco, dividido en doce capítulos, consta de un total de 120 páginas, donde Rafael Rodríguez Jiménez "El Pileta", va desgranando la historia de su familia y a la par, la de Guadalcanal.
La primera edición del libro se ha agotado y posiblemente se realice una segunda. Las personas interesadas en adquirir el libro si se vuelve a editar, pueden solicitarlo por E-mail a nuestra Asociación Cultural Benalixa: a.c.benalixa@gmail.com o en los puntos de ventas: Hros. de López, en la Plaza de España o Electrovira Regalos, en la calle Antonio Porras, de Guadalcanal.
En el caso de que no se reuniera un número suficiente de solicitudes para realizar una nueva edición, nuestra Asociación lo publicaría en varias entregas, para que todas las personas puedan leerlo.
A continuación les ofrecemos el prólogo del mismo, escrito como decimos, por nuestro amigo José Mª Álvarez Blanco.
Prólogo
Lo que vas a
encontrar, probable lector, en las páginas que siguen es un texto muy singular.
Una primera razón es por su autor que, estoy seguro, nunca pudo imaginar ver su
nombre en la portada de un texto impreso.
El libro se origina cuando un buen día Rafael Rodríguez Jiménez, más
conocido en Guadalcanal por su apodo Pileta, se presenta ante el transcriptor
Ignacio Gómez y le dice que quiere que escriba un libro con la historia de su
familia “Los Encajeros”, pues él, que no es un hombre ilustrado, sino uno de
los últimos de una saga familiar caracterizada por su condición humilde, no
está preparado para acometer dicha tarea. Como su intención era firme el
transcriptor le propuso varias sesiones de grabación, en las que fue narrando,
a su modo y manera, las vivencias y recuerdos que le han sido transmitidos por
vía oral de sus antepasados, abuelos y padres, y los que recuerda con nitidez
de su niñez y juventud, que obviamente se refieren a hechos acaecidos después
de 1964, año de su nacimiento.
Otro aspecto del texto es su orden ni
cronológico, ni ordenado por temas o vivencias, sino tal como la memoria del
narrador fue recordando en las quince sucesivas sesiones de grabación, un total
de veinticinco horas, que el transcriptor pacientemente pasó a su ordenador. La
labor del transcriptor ha sido mantener un equilibrio entre el modo natural de
expresarse el Pileta y la modificación mínima aunque necesaria para evitar las
reiteraciones del lenguaje coloquial, pero sin falsear la personalidad del
narrador ni afectar a su contenido y su forma de ver los hechos relatados.
En
esta obra se narran entremezclados hechos históricos de un dramatismo sin
parangón, principalmente de la Guerra y Posguerra inciviles, junto con
anécdotas infantiles y juveniles, situaciones escolares, trabajos duros y mal
pagados que duran poco, viviendas paupérrimas, fabricación artesanal de carbón
y cisco (que dudo que ahora haya alguien en el pueblo que sepa hacer), juegos,
travesuras, forma de vivir esta familia las fiestas (Navidad, Reyes, Semana
Santa, Romería, Feria), leyendas, supersticiones, remedios caseros para
enfermedades, actuaciones de un santón visionario (un hombre llamado Santacruz),
un sentido fatalista de la existencia (en más de una ocasión se dice “lo que
tenga que pasar pasará”), acontecimientos sociales (bodas, bautizos),
sucesos (incendio en Hamapega y huelga al comienzo de la Transición con final
feliz) y un largo etcétera, pero sobre todo, a través de sus páginas desfilan
como una maldición situaciones familiares angustiosas, en donde el HAMBRE que,
cuenta que pasó la familia, fue tanta que merece ser escrita con mayúscula,
aunque solo sea para representar gráficamente su magnitud. La narración destila
en todo momento veracidad y sinceridad, sin poner sordina a miserias propias de
sus seres queridos, hasta tal punto que llega a conmover.
He acabado el párrafo anterior con
la palabra conmover, porque el Pileta no juzga, sino solo cuenta a su manera lo
que su excelente memoria ha ido conservando, pero lo hace sin rencor ni odio de
ningún tipo, ni pretende hacer proselitismo de nada. Parece como si intuyera
que las ideas pueden ser discutibles, pero los hechos son contundentes. Lo más
sorprendente y, a la vez, lo más digno es el sentido de la gratitud de esta
familia a las personas de diferentes clases sociales que se conmovieron ante
sus desgracias y les ayudaron. Estos agradecimientos se repiten a lo largo del
texto como un mantra, y entreverados con tanta desgracia son los que me hacen
pensar que estos Encajeros/Piletas entran en la categoría de aquellos que cantó
Antonio Machado:
"Son buenas
gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos
descansan bajo la tierra".
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos
descansan bajo la tierra".
José Mª Álvarez
Blanco
Junio 2012
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