lunes, 14 de mayo de 2012

MEMORIA DE GUADALCANAL - 32


Técnico redactor: Alfredo Linares Agüera - Arquitecto

En la variante típica, propia de solanas, disminuye paulatinamente la presencia de quejigos llegando a desaparecer de las formaciones boscosas. Además, estos alcornocales presentan una dinámica algo distinta respecto a la variante ombrófila: los madroñales preclimácicos no llevan durillo (Phillyreo angustifoliae­Arbutetum unedonis arbutetosurn unedonis) y los ¡aguarzales son reemplazados por brezales-jarales (Erico australis-Cisfetum populifolü). Así mismo, son frecuentes en suelos secos y pastoreados los mojadales (Trifolio subterranei-Poetum bulbosoe), que hacia biotopos más húmedos contactan con comunidades anfibias de terófitos, especialmente vallicares anuales (Pulicario uliginosoe-Agrostietum saimanticae), mientras que hacia suelos con cierto hidromorfismo temporal contactan con vallicares vivaces (Goudinio frogilis-Agrostiefum castellanae).
Pb-Qr. Serie mesomediterrónea luso-extremadurense seco­subhúmeda y silicícola de la encina (Quercus rotundifofia): Pyro bourgaeanae-Querceto rotundifoliae S. Faciación típica.
La serie en sentido amplio se localiza por los suelos silíceos del termotipo rtiesomediterrárico luso-extremadurense bajo ombrotipo seco o subhúmedo, irradiando en pequeñas manchas hacia la porción nororiental de la zona hispalense (provincia de Jaén). A pesar de la gran extensión que ocupa no son abundantes los encinares bien conservados. Las áreas llanos y de relieve suave han sido explotadas tradicionalmente en forma adehesada, lo que permite sobre todo un aprovechamiento ganadero (basado en el desarrollo del majada¡), pero también una actividad agrícola (cultivos cerealistas en ciclos de 3 a 4 años). Las zonas algo más accidentadas surcadas por numerosos barrancos y cerros han sido dedicadas generalmente a un uso cinegético. Es en estos barrancos donde se encuentran algunas masas extensas de encinar en buen estado de conservación o, más frecuentemente, restos mejor o peor conservados de encinar alternando con coscojales, madroñales, jarales, etc. y a menudo con cultivos de pinos. Por último, en las zonas más meridionales de Sierra Morena, muy cerca o en contacto con la Depresión del Guadalquivir han sido reemplazados por olivares, algunos productivos y otros muchos de claro carácter marginal.
La faciación típica se corresponde con el horizonte superior del termotipo mesomediterráneo, por lo que falta un conjunto de táxones y sintáxones de carácter termófilo que nos permiten diferenciar esta faciación de la siguiente (faciación termófila con Pistacia lenfiscus). La etapa madura es un encinar con piruétano (Pyro bourgaeartae-Querceturn rotundifoliae quercetosur» rotundifolioe). Cuando se encuentra en buen estado de conservación suele llevar una orla herbácea vivaz (Vincetoxico nigri­Origaneturn virentis). En situaciones normales el encinar es sustituido por un coscojal (Hyacinthoido hispanicae-Quercetum cocciferae) cuando es degradado. En cambio, la primera etapa de sustitución por orientación ganadera es un retamal (Retorno sphaerocarpae-Cytisetum bourgaei). El siguiente estadío en la dinámica de sustitución es un aulagar-jaral (Genisto hirsuta e ­Cisteturn ladaniferi cistetosum ladaniferi), de gran potencial colonizador. Una mayor degradación del suelo llevó a la implantación de cantuesales (Scillo maritimae-Lavanduletum sarnpaionae). Este último paso es poco frecuente pues los jarales tienden a permanecer como una etapa bastante duradero. Sobre suelos secos y algo profundos pero con una alta pedregosidad, de tal forma que afloran las rocas a la superficie, se ubican berceales (Melico magnolü-Stipetum giganteae). Por último, cabe destacar las comunidades de cambronales (Genisteturtt polyanthi), que se localizan en cresterías y afloramientos rocosos actuando como comunidades permanentes. También hay que nombrar aquellas comunidades escionitráfilas y humícolas que prosperan a la sombra de bosques y matorrales, aprovechando la materia orgánica de origen vegetal procedente de la descomposición de la hojarasca, son los llamados herbazales escionitrófilos (Galio oparinellae-Artthriscetum caucalidis).

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