José Mª Álvarez Blanco
La
noticia de la presentación de la novela del profesor Antonio García Benítez, realizada
en la vecina villa de Alanís el pasado día 11 de Abril, me ha recordado el
curioso texto que reproduzco unas líneas más abajo y con el que tropecé sin
buscarlo expresamente guiado por el santo buscador Google. Se trata de un párroco
de Alanís de finales del S.XVIII de nombre Juan Antonio Delgado y del que sabemos de sus
inquietudes dietético-gastrónomicas, protagonizada en Alanís en 1797, gracias a
la digitalización de periódicos antiguos posibilitada por la revolución digital
en la que estamos inmersos. En efecto, el Nº 72 del periódico
titulado “Semanario de agricultura y arte dirigido a
los párrocos”, del 17 de mayo de 1798, pp. 319-320, decía textualmente,
respetando la ortografía de la época:
Carta del párroco de
Alanís sobre patatas
SEÑORES EDITORES:
habiendo conocido lo utilísimo que sería el que se extendiese por todas partes
el cultivo y uso de las patatas, conocidas en este Arzobispado con el nombre de
papas, de las que hay dos
especies, unas que llaman finas ó encarnadas, y otras bastas, inglesas ó
blancas; y viendo el poco aprecio que todavia se hace de ellas para el uso del
pan, no obstante las repetidas experiencias anunciadas en el Semanario; he
tomado el medio de persuadir á mis
feligreses mas bien con el exemplo que con las palabras, usando en mi propia
casa del pan hecho de harina de trigo molido en piedra blanca, mezclándole
igual cantidad de papas bastas, pasando éstas por un arnero1 nuevo
de esparto ó de arambre, después de haberlas desmoronado con los dedos estando
cocidas y mondadas: por cuyo medio habiéndome visto mis feligreses el pan, que
ha resultado tan blanco, tan sabroso y esponjado, han empezado á usarlo en
muchas casas, conociendo por otra parte la grande utilidad y ahorro de trigo
que consiguen, pues está averiguado que de cada arroba de papas, que vale
quatro reales vellón, se sacan de doce á diez y seis libras de pan mas de las
que ordinariamente habian de salir del trigo solo, viniendo á tener de costo
cada libra de este pan aumentado, tres quartos poco mas ó menos, siendo así que
se vende cada libra á ocho quartos, resultando de ahorro casi cinco quartos en
libra.
Ya he conseguido que en los pueblos circunvecinos, que son Cazalla,
Constantina y Guadalcanal, hayan abierto los ojos en esta materia, admirándose
del pan que he mandado á algunas casas de las que ha pasado á otras como una
cosa singular. También he logrado se ponga en uso dicho pan en la villa de
Campofrio mi patria, y poco á poco se irá extendiendo en las villas y aldeas de
aquel principado, cuya cabeza de partido es Arazena, en donde se cultiva mucho
esta preciosa raiz, al paso que se hallan muy florecientes los ramos de
plantíos de árboles frutales y olivos, de dehesas pobladas de encinas y
alcornoques, de castañales y de huertas, de viñas y algunos sembrados de trigo,
cebada y centeno, con muchos linares.
Alanis 17 de Diciembre de 1797.
= Juan
Antonio Delgado, cura propio.
***
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[1]
Actualmente se escribe con h, harnero.- harnero. (Del lat. [cribrum]
farinarĭum).1. m. Especie de criba. (DRAE)
Llama la atención de este sacerdote, nacido
en Campofrío -entonces una aldea cercana a Aracena-, cómo tenía perfectamente
delimitados sus campos de acción espiritual y alimenticio, estando tan
convencido de la bondad del alimento que encomia, que no dudó en extender a Cazalla,
Constantina y Guadalcanal su afán propagandístico de las virtudes dietéticas de
su producto. En cambio, no parece arriesgado aventurar que se abstendría de
ejercer en dichos pueblos su ministerio encaminado a la salvación de las almas,
supongo que por los roces que ello implicaría con los otros párrocos.
.
Madrid 15 abril 2015
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