Por José Mª Álvarez Blanco
Navegar por Internet depara curiosas sorpresas pues se
encuentran textos sobre nuestra villa cuyo contenido no podía imaginar. En el
caso de que hoy nos ocupa se trata de la sobria y modesta Iglesia de la Concepción , cerrada al
culto y con una azarosa historia los últimos años del pasado siglo y los
primeros del actual. Pues bien, en el año 1986 la Real Academia de la Historia publicó en su
Boletín el siguiente texto:
IGLESIA
DE LA CONCEPCIÓN DE
GUADALCANAL (SEVILLA)
Este
templo situado en el centro del pueblo de Guadalcanal de la Sierra , provincia de
Sevilla y que se construyó bajo la advocación de la Purísima Concepción ,
es un edificio de un valor muy relativo y que además con el tiempo ha sufrido
no pocos deterioros que, incluso amenazan gravemente el estado de su fábrica.
Se construyó gracias a la donación de Don
Álvaro de Castilla y Ramos, que otorgó testamento en Guanajuato (Méjico) a 17
de septiembre de 1614. Se trata por lo tanto de un edificio de mediados del
siglo XVII muy simple en su estructura y disposición.
Su
planta es de una sola nave dividida en tres tramos que separan arcos fajones y
un presbiterio, de mayor dimensión que los tramos de nave, cubierto por una
sencilla cúpula. No tiene capillas y la Sacristía y otras dependencias se sitúan en una
crujía lateral a todo lo largo de la Iglesia.
Debemos
señalar que la información remitida a la Real Academia es
verdaderamente insuficiente, tanto por la parte gráfica como por los datos
históricos y sobre todo por los planos, que visados por el Colegio de
Arquitectos de Andalucía Oriental y Badajoz (Delegación de Sevilla) son
verdaderamente infantiles. Tanto la planta como la sección parecen realizadas
por un principiante sin conocimiento de lo que es levantamiento de planos y el
dibujo arquitectónico.
El
exterior de la Iglesia
es muy simple. Su fachada principal está en el testero de los pies del templo
que se compone de una portada muy sobria, pero de traza correcta y en la
fachada lateral, en el tramo central de los tres que constituyen la nave, se
abre otra portada muy similar a la de la fachada principal.
Desde
antiguo esta construcción sufrió asientos y movimientos diversos que habían
provocado la aparición de numerosas grietas y que hicieron[1]
preciso atirantar las bóvedas de la nave. Estos tirantes sin duda han evitado
el desplome y ruina total del templo, pero lo cierto es que el peligro subsiste
y que sería necesario llevar a cabo una consolidación y restauración
definitivas.
Por
lo que se refiere a los valores arquitectónicos y artísticos, son éstos muy
modestos, y todavía resultan menos visibles desde el momento en que el estado
general de conservación, los revocos y el decorado del templo están muy mal
estado. Se estima, y es sin duda valioso un frontal de azulejos y una pila
bautismal muy tosca que posiblemente pudo ser de una iglesia anterior, pues las
figuras que la decoran parecen propias del S. XVI, aunque se trate de un arte
renacentista sumamente popular.
Por
todo lo que antecede, el Académico que suscribe no considera posible otorgar a la Iglesia de la Purísima Concepción
de Guadalcanal, otra calificación Monumental que no sea la de Edificio de
carácter Local.
Fernando
Chueca Goitia
(Aprobado
en Junta de 20-VI-86)
Boletín de la Real Academia
de la
Historia , Tomo CLXXXIII,
Número III, Año 1986,
páginas 524-525.
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