sábado, 26 de septiembre de 2009

LAS MINAS DE PLATA DE GUADALCANAL - 81



Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I

(Se mantiene la ortografía de la época)


Aquí va un memorial de lo que Agustin de Zárate me ha escrito que se debria hacer para mayor averiguación de la nueva orden que habeis dado sobre fundir el metal sin lavar, lo cual fuera bien que se hobiera hecho antes que se comenzara á usar Della; pero todavía parece que se deben hacer las pruebas y ensayes contenidas en el dicho memorial con todo recado y fidelidad, y con su intervención y presencia, porque aunque se hizo la cuenta de los ensayes y pruebas pasadas dice que no se halló á ellas ni las entendió; y si aprovechare, bien; si no, poco se habrá perdido en tratar desta satisfacción en cosa que tanto va para que use de lo que mas convenga; y ved si entretanto que se hace esta averiguación se deben suspender los edificios nuevos, ó ir poco á poco en ellos, ó continuallos aprisa, como está acordado; y proveeréis que se haga lo que mejor os pareciere.

Según los que escribís, parece que se asienta fábrica en la mina de Valverde, y allí cerca hay otra mina razonable en el término de Mérida; y pues Juan de Añasco, que está en la de Valverde, pide licencia, y es hombre de edad, debeisgela dar, y poner otro en su lugar; y ved si será bien que venga allí Ramoin, si lo de Aracena no fuere provechoso, a cual escribo lo que vereis por la copia de su carta.

Las ordenanzas que habeis hecho para la fábrica de Guadalcanal mandaré que se vean, y vos, cuando volviéredes alli vereis si hay algo que enmendar ó acrecentar en ellas, y sea de manera que Agustin de Zárate que mas libre y desembarazado de lo que ha estado hasta aquí para que pueda mejor servir en lo de la administracion de la fábrica, y después que vengais, oido lo que sobre todo dijéredes de palabra, se proveerá lo que convenga, y asimismo en las personas que han de estar allí, y con qué salarios.

A Diego Lopez, Veinticuatro de Sevilla, se escribe dándole gracias por lo que ahí os ha ayudado, y encargándole que haga lo que mas fuere menester, como como vos ge lo ordenáredes.

La compra de los negros se suspenderá, como os parece.

Dos dias ha que llegó nueva como los turcos y moros vienen á cercar á Oran por mar y por tierra; y para el gasto que se ha de hacer en socorrer la gente que se ha de enviar á las islas, y poner en las fronteras, son menester hasta diez y ocho cuentos, y quinientos y diez mil maravedis, y que estos se entreguen luego á las personas á quien se libran, los cuales envío á mandar á Agustin de Zárate que haga cumplir y pagar, anteponiéndolos á otras cualesquier libranzas que esten hechas á Martin Spinola y el Príncipe Andrea Doria y otras cualesquier personas, y que si por caso no hubiere recado para cumplirlos enteramente, haga sacar del metal que se ja dejado de respeto para el invierno en los pozos lo que fuere menester, y que se lave y funda y afine por la orden que mas presto se pudiere beneficiar, para sacar la plata, y que se envíe á hacer moneda á Sevilla, mirando que se haga con tan buen recado, que no se desperdicie ni pierda nada del dicho metal; é que esto haga sin embargo de la orden que vos le habeis dado que no se lave el dicho metal. Tendreis cuidado por vuestra parte de proveer que esto se haga ansi con mucha diliegencia y presteza, como cosa que tanto importa á mi servicio.

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