viernes, 22 de febrero de 2013

LA CUEVA DE SAN FRANCISCO EN GUADALCANAL (2 de 6)


La Cueva de San Francisco-Mina de Potosí (Guadalcanal, Sevilla): un nuevo elemento geológico y arqueo-minero enriquecedor para el Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla.
M. A. Hunt Ortiz [1], García-Dils de la Vega [2], P. Orche Amaré [3] y V. M. Hurtado Pérez [4]

En la visita que realizó Ezquerra del Bayo en agosto de 1845 a la explotación (bautizada “con el pomposo nombre de Potosí”), afirma que se encontraba “junto a la población misma de la villa de Guadalcanal” (Ezquerra del Bayo, 1850). El calificativo de “pomposo” utilizado por Ezquera del Bayo está sobradamente justificado. El nombre de Potosí se escogió, con toda seguridad, en alusión a la rica mina de plata boliviana, considerada como la joya del imperio español. La genuina mina de Potosí beneficia un enorme yacimiento argentífero, puesto en producción por los españoles en 1545. Probablemente, se trate de la mina de plata más rica del mundo: en la época inicial se hablaba de una ley de metal del 50%, aunque eso sólo duró unos pocos años. Por todos estos motivos, muchas minas tomaron su nombre, con la ilusión de obtener resultados tan sustanciosos como en los Adres bolivianos. Volviendo a Guadalcanal, se puede afirmar que la denominación escogida para la misma era tan pretenciosa como errónea, pues ni se desarrollaron labores mineras de entidad, ni en ella se explotó plata.

Estas referencias, junto al dato de que el convento franciscano de la Piedad de Guadalcanal (destruidos tras su desamortización unos años después) ocupaba el solar del actual cementerio (Guía de Guadalcanal, 1989) al noroeste de la población, hizo que se prospectaran los alrededores de dicho cementerio, lo que llevó a la mina de Potosí (Fig. 1).

Así como se ha indicado, la mina de Potosí se sitúa en término de Guadalcanal, unos 600 m. al oeste de esa localidad, en el cerro llamado de San Francisco, que localmente ha dado nombre a la “cueva” que allí se ubica (Fig. 2).



Contexto geológico

La cueva de San Francisco-Mina de Potosí se enmarca en la zona geológica de Ossa-Morena, que debe su nombre a la sierra portuguesa de Ossa y a la española de Sierra Morena. Esta zona del Macizo Hespérico presenta una gran complejidad, tanto estratigráfica como tectónica y petrológica, que se manifiesta en su compartimentación en diferentes dominios y unidades estructurales (Mapa Geológico Minero de Andalucía, 1985) quedando los terrenos término municipal de Guadalcanal donde se localiza la mina de Potosí en el dominio de Zafra-Alanís (también denominado Córdoba-Alanís) (Enadimsa, 1986). El área queda presentada geológicamente en la hoja nº 69, “Pozoblanco”, del Mapa Geológico de España a escala 1:200.000, así como en la hoja nº 899, “Guadalcanal”, del Mapa Geológico de España a escala 1:50.000 editadas ambas por el Instituto Geológico y Minero de España.

Concretamente, la cueva-mina analizada en el presente trabajo se sitúa en terrenos considerados geológicamente de la serie lutítico-carbonatada del Cámbrico, en el contacto con la formación Precámbrica de Loma del Aire, cuyo límite por la misma población de Guadalcanal (IGME, 1980)

Historiografía

Como se ha indicado, las referencias sobre explotación minera de Potosí se remontan al siglo XIX y están en relación directa con el descubrimiento de “una galería antigua de 70 varas de longitud” (esto es, algo más de 58 m.), que es considerada muy antigua “en razón a estar abierta a pico, y por los jarros con inscripciones que no han podido leerse que se han encontrado dentro de la misma” (anónimo, 1844). Gracias a la visita realizada unos meses después del hallazgo por Ezquerra del Bayo, se dispone de algunos datos más precisos: hasta el momento de esa visita se habían encontrados 17 esqueletos humanos, por lo que deduce que las labores fueron abandonadas ante un repentino hundimiento del techo de la mina.

Además, fueron recuperados “una porción de utensilios; unas tenazas de hierro y un martillo, muchas hachas de piedra, vasijas tocas de barro, y unas tibias de carnero afiladas en punta muy aguda” y algunas monedas del emperador Maximino, del siglo III d.C., datando en ese periodo las labores mineras encontradas y algunas herramientas y los vestigios más antiguos en época paleolítica (Ezquerra del Bayo, 1850).

A finales del siglo XIX se relacionan dos cuevas con el nombre de San Francisco en el término de Guadalcanal; una de las cuales, que es la que ahora se trata, se describe brevemente como “cueva de San Francisco (minado antiguo al NE de la villa) T. M. Guadalcanal, T. G. Calizas y Grauwackas cambrianas” (Puig y Larraz, 1897)


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