Por Javier Ortiz de la Tabla Ducasse - III Jornadas de Andalucía y América. Huelva 1983
ANTONIO DE BASTIDAS
(A.A.S., Capellanías, 871-18)
Pocos datos contamos de Bastidas salvo algunas relaciones familiares en Guadalcanal e Indias. Era hijo de Gonzalo Yáñez de la Bastida y de Catalina Espariegos, perteneciente a una prolífica familia de indianos de Guadalcanal: Bonilla y Bastidas. Nieto del alcaide Francisco González Abasta y de María de Bonilla, se asentó en México, junto con su hermano Cristóbal de Bonilla Bastida, sin que sepamos su ocupación. Allí estuvo también relacionado con paisanos suyos, testigos a la hora de testar. Hernando Ramos y Rodrigo Ramos, que aparecerán más tarde dedicados a la actividad minera, que tal vez sería la misma de Bastidas.
La familia contaba con enterramiento propio en el Convento de San Francisco de Guadalcanal, a la que enviaría una manda para misas, y él instituyó una capellanía en la Iglesia Mayor, dotada con 12.000 pesos de oro. Nombró capellán de la misma a su primo el licenciado Francisco de Monsalve, quien se benefició de varias capellanías indianas fundadas por varios de sus familiares.
(A.A.S., Capellanías, 856)
Homónimo de otro de sus compatriotas indianos, era hijo de Benito López y de Gerónima de la Rosa, naturales de Cazalla pero avecindados en Guadalcanal.
Murió hacia 1620 en Tlaxcala fundando una capellanía en la iglesia de Santa Ana de su villa natal, destinando para ella una suerte de tierras de 70 fanegas y unas casas de la calle larga de Cazalla, más 3.000 pesos de plata doble mexicana, instituyendo como herederos a los hijos y descendientes de su hermana Nicolasa de la Rosa y a los de Juan González Pecero y Catalina Muñoz Remusgo (ambos apellidos de indianos del pueblo), cuyo parentesco con el fundador se desconoce.
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