Por Javier Ortiz de
JERÓNIMO DE ORTEGA FUENTES
(A.A.S., Capellanías, 862-9)
Testaba en Panamá en 1600 cuando se preparaba para hacer el viaje de regreso a España, que sin duda quedó truncado por su muerte. Pocos datos conocemos de él salvo su filiación e institución de una capellanía.
Era hijo del bachiller Juan de
Instituyó una capellanía con 2.000 ducados de Castilla, en la sepultura de su padre, haciéndose a su costa un altar y unas puertas para dicha capilla de la iglesia mayor, además de ordenar un número determinado de misas en distintas festividades.
El primer capellán, nombrado por Ortega, sería Jerónimo de Ortega, su sobrino, hijo de su hermana Guiomar Suárez, y tras él Lope Hernández (hijo de ésta también) o el pariente más cercano. El patrono sería un hijo de Guiomar Suárez cuando alcanzara la mayoría de edad y mientras el presbítero Luis de Ortega, primo del fundador, como hijo de Diego Ramos de Ortega (hermano de doña Leonor Suárez, antes mencionada). En caso de haber algún impedimento para la capellanía, los bienes destinados a las misas de ella serían para otra hermana de Ortega: Francisca Rodríguez.
BEATRIZ DEL CASTILLO
(A.G.I., Contratación, 351 B)
Otros bienes de los llegados a Guadalcanal destinados para misas fueron 203 pesos de la herencia de Beatriz del Castillo.
Hija de Pedro Méndez y María Riañes, ambos naturales del pueblo y ya difuntos en 1619, parece pasó a Indias con su marido Alonso González Sancha individuo sin duda también de la misma naturaleza. En 1555 había pasado desde Guadalcanal a Nueva España otro vecino: Juan González de Sancha, tal vez pariente del anterior.
Beatriz del Castillo testaba en 1619 en la ciudad de Lerma, en el valle de Salta (Tucumán), ante su confesor fr. Juan de Zafra, el bachiller Juan de Rivera Valdés, su nieto Alonso de Tapia y Francisco López, dejando como albaceas al capitán D. Lorenzo de Céspedes y Tomás de Pinedo y Montoya, ambos vecinos de Lerma. Al no saber firmar lo hizo uno de los testigos en su nombre.
De sus bienes destinaba el producto de 600 ovejas de su propiedad que había enviado al Perú con Pedro Fernández Pedroso, para mandarlo a Guadalcanal para decir misas en sufragio de su alma, la de su marido y padres. En 1622 llegaron 203 pesos a
ALONSO LÓPEZ DE
(A.A.S., Capellanías, 856-3 )
Tanto éste como Diego Ramos, el Rico, que le sigue, son indianos del siglo XVI, si bien los consignamos ahora como prototipo de tales en Guadalcanal y por estar en vigencia sus mandas y legados en el XVII.
Alonso López de
García Núñez de
Alonso López de
Avecindado en Taxco pero residiendo en México durante una enfermedad que le movió a testar, ordenaba su entierro en el monasterio de San Agustín de la capital. Fue pródigo en mandas para misas y obras pías: para las cofradías del Santísimo Sacramento y de Nuestra Señora del Rosario de México; a San Juan de Letrán; a los pobres de los hospitales de Nuestra Señora, de las Bubas y el Real de indios; a las mandas forzosas; a las iglesias de Nuestra Señora de
Además legaba 200 pesos de oro común a su hermana Juana López;
En la primera mitad del siglo XVIII los bienes de la capellanía estaban compuestos por unos 232.400 maravedises de principal a censo, más unas 40 fanegas de trigo en sembradura en el sitio del Molinillo, 25 de las cuales estaban desmontadas y eran regables, sembrándose lino y "fraijones".
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