miércoles, 27 de marzo de 2013

El patrimonio monumental de Guadalcanal - 2



a través de la Historiografíaartística: 
Aproximación bibliográfica
                                 Salvador Hernández González 
                                  Revista Guadalcanal año 2004
Ante tantas pérdidas, resulta complicado el análisis de la evolución del patrimonio monumental de Guadalcanal, dificultad acrecentada por la dispersión de las fuentes documentales para su estudio, repartidas entre la propia localidad, las ciudades de Sevilla y Badajoz y los ricos fondos de la sección de Ordenes Militares del Archivo Histórico Nacional, sin olvidarnos de otros archivos de diferente naturaleza y ámbito que potencialmente pueden tener interés para nuestro tema, como los de San Marcos de León, Simancas, Chancillería de Granada, Indias, etc., amén de los fondos de nutridas bibliotecas como la Nacional de Madrid, entre otras que pudiéramos señalar.
En un primer escalón de estudio y sin salir de la localidad, el Archivo Parroquial –que recoge la documentación de las tres parroquias con las que antaño contamos  , hoy reducidas a la de Santa María de la Asunción– registra en las páginas de sus Libros de Fábrica la actividad de aquellos artífices –arquitectos, alarifes, canteros, escultores, pintores, orfebres, etc.– que de una u otra forma laboraron en el ornato de nuestras iglesias, cuyos nombres quedan registrados en los pagos que por su labor recibían por parte de la Fábrica Parroquial. Esta relación laboral entre artista y cliente (que en este caso es el estamento eclesiástico) quedaba regulada mediante escritura notarial que fijaba las características, precio y plazos de ejecución y entrega del trabajo encomendado, documento que se otorgaba por ambas partes ante escribano público, bien de nuestra localidad, cuyas escrituras se conservan hoy en el Archivo Municipal  , o bien de otros lugares en los que radicase el taller artístico al que se le encomendaba la obra, como Llerena o Sevilla, de los que en estos dos últimos casos sus escrituras notariales se hallan depositadas en el Archivo Municipal llerenense y el Archivo Histórico Provincial sevillano, respectivamente.
Completando los archivos locales, hay que referirse seguidamente a los archivos eclesiásticos de Sevilla y Badajoz. Sabido es que al extinguirse en la recta final del siglo XIX el Priorato de San Marcos de León e incorporarse los territorios que lo integraban a la jurisdicción del obispado de Badajoz, Guadalcanal formaba ya parte en lo civil de la provincia de Sevilla, por lo que por lógica administrativa pasó en lo eclesiástico a la Mitra hispalense, adscribiéndose al Arciprestazgo de la vecina Cazalla como escalón intermedio de la jerarquía eclesiástica. Estos cambios de filiación canónica, consecuencia como vemos de la supresión de la jurisdicción eclesiástica que hasta ahora había mantenido la orden de Santiago, determinaron que la documentación que hasta entonces obraba en el extinguido Provisorato de Llerena, del que como ya sabemos dependía Guadalcanal, pasase a engrosar los fondos del Archivo del Obispado de Badajoz, remitiéndose al Palacio Arzobispal de Sevilla sólo una parte de los documentos de nuestra localidad, especialmente autos judiciales de asuntos civiles, conventos y capellanías de los siglos XVI al XIX, hoy conservados en el Archivo General del Arzobispado, cerrado a la consulta cuando se escriben estas líneas a causa de las obras de remodelación acometidas en sus instalaciones para adecuarlas a las nuevas necesidades de consulta por los investigadores. Decimos que al pie de la Giralda se halla una parte de la documentación de Guadalcanal, porque en el archivo diocesano de Sevilla faltan expedientes de otros asuntos, como obras de fábrica, cofradías y hermandades, diezmos, informes de visitas canónicas, etc., de los que gracias a ciertas citas bibliográficas y a las referencias verbales facilitadas por algunos investigadores extremeños que nos honran con su amistad, sabemos que se conservan en el archivo diocesano de la capital pacense, aunque su consulta no resulta nada fácil por el especial celo con que el archivero los custodia y regatea a los afanes de los investigadores. Y como colofón de este panorama archivístico, la sección de Ordenes Militares del Archivo Histórico Nacional  completa el conocimiento ya no sólo de nuestro arte, sino de nuestra propia historia, gracias a la continua presencia de Guadalcanal en los fondos correspondientes a la Orden de Santiago, lo que se advierte en documentos de muy diversa naturaleza, como pleitos, peticiones, memoriales, privilegios, probanzas, etc., que patentizan nuestra rica e intensa historia local. Para el estudio de nuestro patrimonio artístico contamos dentro de esta sección con una fuente de especial valor, los denominados Libros de Visitas, que contienen los informes efectuados sobre las localidades santiaguistas por los Visitadores desplazados a las mismas para su inspección durante el último tercio del siglo XV y a lo largo del siglo XVI. En estos documentos se recoge una auténtica radiografía de la localidad, ya que se atiende a aspectos tan variados como efectivos poblacionales, aspectos socio – económicos e institucionales, y como no podía ser menos en siglos de tan extrema religiosidad, todo lo relacionado con la vida religiosa, tanto a través de las instituciones eclesiásticas – parroquias, conventos, ermitas, cofradías, etc. – como en los edificios que les servían de sede, minuciosamente descritos en estos informes. Visto el amplio abanico temático y la remota cronología de esta documentación, no hace falta insistir en su valor como excepcional fuente histórica para los territorios santiaguistas en general y Guadalcanal en particular, como lo prueba el que estos informes hayan sido ampliamente utilizados por algunos autores, que en su lugar serán citados, y por nosotros mismos, decididos a divulgar el contenido de estos Libros de Visitas al ser conscientes no sólo de su extraordinario interés, sino de la dificultad de su consulta, ya felizmente mitigada al existir copia microfilmada de los mismos en el Archivo Histórico Provincial de Badajoz.

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