Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I
(Se mantiene la ortografía de la época)
E despues de lo suso dicho viernes á veinte y dos del dicho mes y año, yo el dicho escribano tomé y recibí juramento en forma de Juan Martin, afinador en las dichas minas, el cual, habiendo jurado, dijo, que despues que el señor Diego Lopez, Veinticuatro de Sevilla, vino por administrador á las dichas minas de S. M., y luego como vino otro ella fue á visitar los buitrones á donde se afinaba la plata, y vió como la orden que se tenia en afinarla era de mucha costa para la haciencia; y visto esto mandó que de allí adelante no afinase este testigo y los demas afinadores de aquel arte, sino que cubriesen los buitrones con losas de piedra y tejas, y quitarse hia el gasto del hierro que era grande; y ansímismo mandó que tapasen las bocas de los buitrones con tejas y ladrillos, y evitarían el gasto de la leña que asímísmo era grande; y dijo este testigo que todo lo que el dicho señor administrador mandó, era á efecto de evitar la gran costa que hasta allí se tenia y se gastaba en el afinar la plata en los dichos buitrones, porque dijo este testigo que en dos buitrones que él tiene á su cargo se gastaban cada mes poco mas ó menos seis quintales de hierro en verguejones que se ponian encima de las bocas de las cendradas, los cuales dijo este testigo que costaba cada quintal del dicho hierro, puesto en las dichas minas, á veinte y seis reales, de manera que suma cada mes el gasto de dos buitrones ciento cincuenta y seis reales, y al respecto sumado el costo que hacen ocho buitrones que ansí andan en las dichas minas, se gastaban cada mes veinte y cuatro quintales, que suma seiscientos veinte y cuatro reales; y ansímisma dijo este testigo que él gastaba cada dia en su buitron doce cargas de lena afinando, las cuales cuestan á dos reales, y después acá que el dicho señor administrador dió la dicha orden del afinar, dijo este testigo que no gastaba la mitad, de manera que cada dia se ahorra la mitad de la dicha leña en cada uno de los dichos buitrones que antes se gastaba; y dijo este testigo que tiene por cierto que cada dia se ahorran de solo su buitron diez reales poco mas ó menos, lo cual todo se gastaba segun dicho es, y se gastára de aquí adelante si el dicho señor Diego Lopez no diera la dicha orden que dió en el afinar la dicha plata, lo cual todo dijo este testigo que es á gran provecho de la dicha hacienda de S. M. Preguntado este testigo diga y declare qué era la causa que afinaban antes la plata en los dichos buitrones cubiertas las cendradas con los verguejones de hierro, y con las bocas de los buitrones abiertas y llenas de leña, pues vian que hacian demasiada costa á la dicha hacienda; dijo este testigo que porque afinaban la dicha plata que cada dia se les daba con menos trabajo de sus personas, cubriendo los dichos buitrones con los dichos verguejones de hierro, que con las piedras que agora les ponen y les mandó poner el dicho señor administrador, y tambien porque los administradores antecesores del dicho señor Diego Lopez no lo alcanzaban para dar la dicha orden en el afinar como la alcanza el dicho señor administrador que lo mandó, y que por esto lo hacian, y no por no se les alcanzar á este testigo y consortes á cuyo cargo están los dichos buitrones; y que esta es la verdad para el juramento que tiene hecho, y firmólo.- Juan Martin.
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