jueves, 21 de abril de 2016

IN MEMORIAM DE JOSÉ MUÑOZ SÁNCHEZ

José Muñoz hablando en la Velada de Santa Ana de 2015

José Muñoz Sánchez había nacido en Guadalcanal el 27 de mayo de 1919, así que dentro de un mes más o menos, hubiera cumplido los 97 años.

José tenía una memoria de elefante y recordaba cualquier cosa que le hubiera ocurrido, como si hubiera sido el día anterior.

Mis recuerdos de José me llevan a los años 60 del pasado siglo. Casi siempre que iba a casa de Federico Gullón que vivía donde ahora está El Cebollino, me encontraba por allí a José trajinando. El día 7 de mayo de 2014 lo entrevisté para el libro que estoy escribiendo de la Historia de Guadalcanal, Siglo XX y me contó sus recuerdos de la época en que estaba trabajando 1931-1940, que aparecerán en el libro que en pocos meses voy a publicar.

El pasado año entregó en el Ayuntamiento varios folios con sus recuerdos, que yo iba a convertir en un artículo para la Revista de Ferias de este año y del que este artículo es un anticipo.

Esto es un extracto de lo que nos contó José Muñoz:

Nací el 27 de mayo de 1919 en la calle Santa Ana, número 30, a las 5 de la tarde. Por lo que me contaron más tarde, en ese momento pasaban dos entierros juntos de los hermanos Guijo. Mis padres estaban de casero en la finca de Camargo, de la que era propietario Federico Gullón Represa y su mujer Teresa Pérez Gullón. Tenían cuatro hijos: Federico, Gonzalo, Susana y Enriqueta.

A los cinco años murió mi padre y yo me fui con mis abuelos a la choza llamada de Palote de la finca San Antonio, propiedad de Julio Herce Nogales.

Allí hacía la vida con mis abuelos que me llevaban al pueblo y me pusieron en una escuela en la calle Camacho (actual López de Ayala) frente a la casa del Cura. El maestro se llamaba don Rafael. También venía mi hermano Salustiano que murió a los 21 años en el Servicio Militar en Badajoz.

Empecé a trabajar muy pequeño en tres barberías. En la de Antonio Criado que tenía la barbería en la calle Granillos. En la de Rafalillo en la calle Milagros y en la misma calle, por debajo de la cárcel en la de Clemente. También asistía a una escuela de pago que había en la calle Luenga, por encima del Cuartel de la Guardia Civil. El maestro se llamaba Lorenzo y cobraba tres perras chicas por niño y día.

Sigue contando José Muñoz sus primeros años, que en la Revista de Ferias ampliaremos, pero quiero darles a conocer este otro recuerdo que todos hemos oído hablar, pero que José presenció.

Recuerdo que cuando se tiró la torre de San Sebastián estaba yo presente, frente de la Puntilla. Empezaron a desmontar la campana los hermanos Rius. Con una maroma gruesa y una carrucha empezaron a bajarla y se quedó parada en una poyata que había en la torre. Se resbaló la campana de la poyata y al estar la maroma floja al tirar la campana se partió y cayó al suelo haciendo un boquete en el suelo y rompiéndose la campana. Esta campana después la arreglaron y la montaron en la torre de Santa Ana, y allí sigue.

También nos contó José el sistema que usaban para enseñar el catecismo y los miedos que pasó en la iglesia de San Vicente cuando era monaguillo. Sus recuerdos de cuando tenía cinco años y del problema que tuvo en un pajar. De cuando puso una granja de gallinas y del albañil que se cayó cuando se construía la torre del reloj, o de la forma que se guardaban los cerdos…

Hoy nos ha dejado, pero muchos de sus recuerdos quedaron plasmados en esas hojas que nos entregó y de los que tendrán conocimiento en la próxima Revista de Guadalcanal.

Descanse en paz José Muñoz Sánchez.


   

1 comentario:

Daniel Herce Fernandez dijo...

Descanse en Paz Jose Muñoz, fué un hombre que vivió en todas sus facetas la vida de nuestro pueblo sobre todo en su parte rural siempre tan enriquecedora para poder transmitir tanto saber como él tenía. Mi más sentido pesar para sus familiares por su fallecimiento y con el deseo que sus muchos recuerdos sigan vivos y se difundan.