La curiosidad de uno de nuestros lectores sobre unas botellas antiguas, nos hace retomar el tema de este bar centenario.
A veces caemos en la tentación de pensar que el mundo surgió coincidiendo con nuestro nacimiento, y naturalmente nos lleva a pensar que lo que nosotros recordábamos, era el primer bar del Chato. Craso error, porque nuevas fotografías que han llegado a nuestro poder y los comentarios de una persona de la cuarta generación, nos han sacado de nuestro error.
En la primera fotografía donde aparece ese nutrido grupo de personas, al mando del cocinero que perfectamente podemos identifi
Lo que nuestro lector quería saber, era si seguían existiendo unas botellas de gran tamaño de anís, que en principio él situaba en el Bar de la Puntilla, pero que según nos hemos informado, nunca existieron en este bar.
Pero como vemos en esta segunda fotografía –ya en el local de la calle Costalero- efectivamente en el bar de El Chato sí existieron y aunque sólo podemos ver una de ellas, ahí aparece a la izquierda de la imag
Pero este bar –como ya conocimos en el caso de las “dulceras”- durante el verano montaba un quiosco en el Paseo de El P
Ya existe un Chato de quinta generación, aunque el bar cerró sus puertas hace unos años.

Las diferentes fotografías de este artículo han sido facilitadas por Encarnación Gallego, a la que agradecemos además toda la información que nos ha facilitado de la historia de este bar.
A Plácido Cote tenemos que agradecer la etiqueta que figura en la fotografía de la botella, que aunque posiblemente nunca llegó a tenerla, hemos querido aprovechar para recordar los famosos aguardientes que se fabricaron en Guadalcanal.
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